LA LECTURA DEL CAFÉ
Esta práctica era irrelevante hasta que empezaron a notar figuras dibujadas en la taza, las cuales al repetirse parecían tener el mismo efecto a futuro, definir el presente o relatar el pasado.
El café es uno de los productos más consumidos del mundo, pero además influye en una gran cantidad de ámbitos, como el arte, la literatura, el cine e incluso el mundo esotérico
Entre los métodos para adivinar el futuro la lectura del café o cafeomancia es una de las más conocidas a nivel mundial.
Fue popularizada por los franceses del siglo XVII, sin embargo, su origen se remonta a mucho tiempo antes, surgiendo gracias a las abuelas persas y árabes, quienes tenían la costumbre de juntarse todas las tardes a tomar café.
Esta práctica era irrelevante hasta que empezaron a notar figuras dibujadas en la taza, las cuales al repetirse parecían tener el mismo efecto a futuro, definir el presente o relatar el pasado.
Fueron estas ancianas quienes empezaron a crear todo un catálogo de formas con su significado, las cuales enseñaron a sus descendientes, difundiendo su “descubrimiento” de generación en generación.
El método no tardó en difundirse entre viajeros y comerciantes, quienes se encargaron de esparcirlo por el resto del mundo.
No obstante, el primer testimonio tangible sobre el tema es obra de Tomás Tamponelli, un ciudadano de Florencia, quien publicó en el siglo XVII una especie de manual muy sencillo sobre la cafeomancia.
Esta forma de predecir el futuro ha sido muy buscado por todos los estratos sociales, tal es así que era práctica de diario en las cortes de zares rusos y los albergues de caravanas.
Leer el café es considerado como fácil, ya que sólo necesitas el café y si acaso azúcar, entre más fino mejor, por lo que suele usarse más comúnmente el café turco, ya que deja una especie de residuo perfecto para la formación de las figuras.
Aunque cualquiera puede desarrollar sus habilidades en esta técnica, le es menos difícil a aquellas personas que suelen ver figuras en aspectos comunes, como las nubes o la silueta de los árboles.
Pero para realmente leer los también llamados “posos de café” es necesario realizar todo un ritual, donde cada bebida es preparada individualmente, es decir, no puedes prepararla para repartir a diez personas, sino taza por taza.
Tanto el consultante como el cafeomante tienen que estar en tranquilidad mientras se calienta el agua, a la que al llegar al punto de ebullición se le incluye el café y la azúcar.
Los ingredientes se tienen que mezclar usando una cuchara de madera girada en el sentido contrario de las manecillas del reloj, después se sirve en una taza blanca.
Después se deja reposar unos minutos para después ser bebido por el consultante, quien debe tomarlo lentamente y meditando sobres su vida y lo que quiere saber de ella.
Al terminar, se coloca el plato encima de la taza cubriéndola, mientras se gira tres veces hacia la izquierda, después el adivinador podrá interpretar las manchas sobre la taza o bien, las figuras formadas en los espacios blancos.
Pero todo tiene un orden, el fondo de la taza habla del pasado, las paredes del presente y el borde del futuro, aunque sólo se puede adivinar un periodo de tiempo máximo de 45 días.
También dependiendo de la forma es la adivinación, si aparece una letra probablemente se trate a la primera letra del nombre de una persona determinante en tu vida, dependiendo del lugar de la taza donde se ubique significará si es del pasado, presente o tendrá influencia directa en tu futuro.
Si te aparece una flecha significa que puedes hacer preguntas que se contesten con si o no, dependiendo de en qué sentido se encuentra será la respuesta.
Otra forma de predicción es vertiendo las sobras de la cafetera u olla donde se preparó en un paño blanco, hasta dejar escurrir toda el agua, esto serviría para una primera interpretación.
La Voz del Árabe (LVÁ) – CULTURA – Cd. de México, junio 6 del 2019
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