CUERDAS

concierto de Aranjuez,
fantasía de un gentil hombre,
cascada de estridencias armónicas,
nacen de instrumentos y guitarra,
parecen soltar voluntades,
en moléculas de notas musicales,
mezclándose con el aire,
burbujas trascienden espacios,
para imponerse lejos al buscador,
otro tanto al viajero,
despegándolos del alma que los ata al pensamiento...
parece no haber día,
parece no importar el tiempo,
te endulzan los oídos,
las notas del sentimiento...

Es Narciso Yepes, podría ser otro,
es necesario escucharse el espíritu,
para vibrar con sutilezas y sonidos,
giros delicados atropellan embelesados,
entrelazando aquello para lo cual no hay palabras,
debes entregar el alma,
para vivir el pensamiento,
entonces sabes que no hay expresiones,
más sublime que el concierto,
que sale de confluencias,
cataratas de notas y sentimientos...

quieres que no acabe nunca,
quieres ahogarte por siempre,
en esta mezcla extraña,
vasos comunicantes con dimensiones,
sintonía de sensaciones,
que van más allá de lo humano,
aún cuando se llame Rodrigo,
podría recibir cualquier nombre,
el genio expresa talentos,
para los que es necesario el hombre,
descubres un legado eterno,
que está allí esperando,
que interpretes sus contenidos,
para enriquecer tu paso...

la música parece no dejar estela,
no muestra ninguna huella,
todo queda en el aire,
flotando hasta las estrellas,
llevando las almas que viven las esencias,
quizás sirva de puente,
tal vez sea una cuerda,
que ate ese algo sin nombre,
poco reconocido que caracteriza a ciertos hombres,
unos le dicen sentimientos,
otros le llaman sensaciones,
no se parece a nada,
pero transforma las formaciones,
transportando convicciones,
hasta lugares remotos.
el dispensador: ciencia y sentido matemático de la música. Junio 07, 2010.-
DEDICADO A: los que viven en las cuerdas.