sábado, 12 de junio de 2010

PEQUEÑAS COSAS


Evangelio: Lucas 2,41-51
"Conservaba todo esto en su corazón"

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua. Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedo en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres. Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca. A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba. Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: “Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.” Él les contestó: “¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?” Pero ellos no comprendieron lo que quería decir. Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba todo esto en su corazón.

el dispensador dice:
muchas veces, cuando te pierdes, te encuentras...

muchas veces, cuando te encuentras, estás perdido...

justificas la circunstancia en la casualidad...

sin embargo, no es casualidad sino causalidad divina...

ya que tu ángel asiste en todo aquello para lo que está habilitado...

participando activamente en aquello que te excede...

sea por omisión, distracción, o desconocimiento,...

pero más aún cuando todo es consecuencia de un acto de inocencia...

ésta nos envuelve para protegernos y nos concede una gracia...

la de ser quitados de los potenciales de la iniquidad...

la de ser protegidos de involuntarias incapacidades...

por ello, la próxima vez que te cruces con tu ángel, sin verlo... atiende la voz de tu consciencia...

el dispensador: fuentes de pequeñas cosas. Junio 12, 2010.-
DEDICADO A: las gracias.

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