jueves, 3 de junio de 2010

¿QUIÉN GOLPEA A TU PUERTA?


Evangelio: Marcos 12, 28-34
"El principal mandamiento"

En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: -«¿Qué mandamiento es el primero de todos?» Respondió Jesús: -«El primero es: "Escucha, Israel, el Señor, Nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser. " El segundo es éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." No hay mandamiento mayor que éstos.» El escriba replicó: -«Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.» Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: -«No estás lejos del reino de Dios.» Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

el dispensador dice:
mandamientos olvidados,
consignas omitidas,
palabras diseminadas,
sentimientos acomodados...

obligaciones repartidas,
responsabilidades distribuidas,
culpables elegidos,
penas establecidas...

guiños para unos,
sonrisas para otros,
burlas para muchos,
oportunas cazas de brujas,
distraer las atenciones,
conferir penas a los débiles...

manos cerradas, almas prensadas,
ojos vacíos, oídos bloqueados,
voluntades exigentes,
discriminaciones al dente,
favoritismos calientes,
desprecios hacia las gentes...

personas que aman y buscan a Dios,
en su senda cada día,
esclavizados por la yerra,
sometidos por la desidia,
ven escapar la vida de entre sus dedos vacíos,
clamando por misericordia, piedad y compasión,
no logran abrir el corazón de los pocos poderosos,
que insisten con sus modos,
inconductas si las hay,
de hablar de los valores,
destrozándolos en su accionar...

va llegando la hora,
en que llamarán a las puertas,
descubriendo quién despierta,
dispuesto y con su mano abierta,
distinguiendo a los vacíos,
que no atendiendo el río,
se asoman a la ventana,
para burlarse del frío,
que padecen los de afuera...

descubrirás que muchos son las maneras de llamar,
buscarán las puertas golpear,
para lo cual no hacen falta llamadores,
apenas silenciadores de los ruidos contiguos,
pueden alertar desde antiguo,
quiénes se precian por ambiguos,
y cuáles otros son genuinos.
el dispensador: suena el llamador. Junio 03, 2010.-
DEDICADO A: los de mano abierta.

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