¿Vida en un agujero negro?
Un científico cree que, en teoría, en el interior de estos objetos puede ser posible la vida, e incluso que ésta evolucione hasta formar civilizaciones avanzadas
josé manuel nieves / madrid
Día 14/04/2011 - 10.49h
Archivo .Los agujeros negros podrían esconder, en teoría, grandes sorpresas en su interior
Parece una locura, pero hay quien cree que es posible. O por lo menos eso es lo que piensa el cosmólogo ruso Vyacheslav Dokuchaev, del Instituto de Investigación Nuclear en la Academia Rusa de Ciencias, que acaba de publicar un artículo en arXiv especulando con esa intrigante posibilidad. Según él, las condiciones únicas que se dan más allá del horizonte de sucesos (el punto de no retorno pasado el cual nada, ni siquiera la luz, puede escapar de su gravedad) de ciertos agujeros negros hacen posible, en teoría, la existencia de vida y que ésta evolucione hasta dar lugar a civilizaciones avanzadas.
Como los astrónomos saben muy bien, los agujeros negros son objetos cuya gravedad es tan fuerte que cualquier cosa que se les acerque será inmediatamente tragada para siempre. Sin embargo, los científicos también saben que en interior profundo de ciertos agujeros negros en rotación, más allá del horizonte de sucesos, el punto a partir del que espacio y tiempo se hacen uno, las cosas pueden, en cierto modo, volver a funcionar de un modo que podríamos llamar "normal".
En esos agujeros negros, en efecto, es posible que los fotones orbiten de forma estable alrededor de la singularidad central.
Y es precisamente la existencia de estos fotones "estables" lo que ha impulsado a Dokuchaev a pensar que también podrían existir allí otros objetos, y que algunos de ellos, por qué no, podrían incluso reunir las condiciones necesarias para albergar vida. Y si bien es cierto que esos "mundos" serían radicalmente diferentes de los que conocemos, debido a la presencia de enormes cantidades de luz (la de los fotones) atrapada junto a ellos en órbita alrededor de la singularidad, por no hablar de las mareas gravitatorias y el bombardeo de otras fuentes de energía, también lo es que resulta plausible imaginar allí alguna forma de materia viva y que haya conseguido prosperar.
Dokuchaev, cuyo campo es precisamente el estudio de la clase de objetos que pueden existir en el interior de ciertos agujeros negros (un tipo que se conoce como "cargados y en rotación"), admite que su idea puede parecer algo extravagante, aunque su ciencia no lo es en absoluto.
Planetas en órbita
Sus teorías parten de otras bien comprobadas que han demostrado que las partículas de luz (los fotones) pueden encontrarse, en esta clase de agujeros negros, en órbitas estables y periódicas alrededor de sus puntos centrales (singularidades). Y si eso es así, nada impide que objetos mucho mayores, incluso planetas, puedan estar haciendo lo mismo.
Por supuesto, e incluso si lo que Dokuchaev sugiere resulta ser cierto, es casi seguro que nunca tendremos ocasión de comprobarlo, ya que ni nosotros podremos cruzar nunca un horizonte de sucesos (sin quedar reducidos a partículas elementales), ni tampoco podrá hacerlo en sentido contrario ninguna señal emitida por alguna civilización que efectivamente estuviera viviendo dentro de uno de estos agujeros negros.
¿Vida en un agujero negro? - ABC.es
[1103.6140] Is there life inside black holes?
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el dispensador dice: el alma contiene potenciales que evocan la construcción de "algo", convocan al ideario y sintonizan un estado mínimo de "creación" y luego aquello que se pronuncia "crea", replicando un eco lejano del verbo original, el causal... el alma también contiene suficientes tinieblas que guardan otros potenciales que reflejan la destrucción de un "algo" o de un "alguien", prescindiendo de la consciencia y el ideario, haciendo lo propio con el ángel y su custodia, para que luego aquello que se pronuncia arrasa el aire sin que nadie lo perciba, llevándose consigo a almas no acondicionadas para semejante cataclismo de miserias. El universo está pleno de vidas, tanto en su espectro visible como mucho más allá de los vasos comunicantes, en todas sus dimensiones y paralelismos. El verbo causal es infinito y por tanto se aplica la sabiduría de los equilibrios donde la única potestad que rige es la del propio verbo causal y sus expresiones consecuentes... dicho verbo se transforma permanentemente para sostener las esencias y sus sentidos, en el aquí y en el allá, haciendo de su ejercicio un acto infinito de protección y proyección conservando el valor genuino del moebius... La presencia del verbo es gracia para la vida del ser humano y sus ciclos, pero también lo es para todo lo que existe, visible o no, percibible o no. De allí la importancia del silencio que une al espacio en un todo esférico que no tiene principio ni tampoco fin. Los agujeros negros llevan y traen, energías, corrientes, fuerzas, también espíritus... y sólo se abren para los momentos de sabiduría, justo donde convergen la humildad, la inocencia, y el mayor de los silencios, aquel que excede los pentagramas mismos de la creación... donde ése silencio es reflexión que destella en voluntad y esfuerzo, comulgando en una perspectiva que permite reverenciar el potencial creador y sus cinéticas consecuentes. El hombre está lejos de cualquier verdad, pero en estas horas que transcurren, ésta en sus formas se está acercando a la revelación de los ciclos a efectos de mostrar dónde reside su esencia y cuál es el sentido último de la misma... paso a paso el mundo humano se va acercando, sin saberlo, a su propio destino universal, el de 4-ESPÍRITU. Abril 14, 2011.-
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