el dispensador dice:
y de repente la luz se hace atisbo,
señal de reflejo sin espejo,
del alma y del espíritu,
y de pronto un abrazo te hace sentir distinto,
has cruzado un umbral,
que te trajo para verte emergiendo,
del surco, de la senda, del camino...
parece una danza,
un baile de silencios,
pentagramas vencidos,
no caduca el espacio,
cuando el Sol no ha despertado,
pesadillas de músicas que nadie ha oído...
escribe tu blanco y negro,
contraluces que has traído,
luego suma los colores,
que vistan lo que portas,
en tus íntimos sentidos.
DICIEMBRE 30, 2015.-
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