viernes, 17 de junio de 2016

TRANQUERA ABIERTA


Azcuénaga (San Andrés de Giles)
Pueblos Buenos Aires



el dispensador dice:
alguien dejó abierta la tranquera,
para que pasen las almas,
el molino está quieto,
de tan quieto ya no habla,
he visto pasar fantasmas,
portando picos y palas,
hay demasiado silencio,
en la soledad de la invernada...

me ha dolido el olvido,
cuando Dios me dio la espalda,
sentí venir el otoño,
cuando pegó la primera helada,
de tanto andar en batalla,
se ha herrumbrado la espada,
se ha ido secando la sangre,
pero mucho más el alma...

supe llegarme al casco de la estancia,
disfrazado de pena sin alma,
me quedé absorto mirando,
cómo el olvido te gana,
todo va quedando arrumbado,
como pasado en bajada,
cuando se te pierde la historia,
también se te borra la lápida...

he encontrado la cerrada la puerta,
con candado y madera cruzada,
también he visto con espanto,
a la venta clausurada,
donde no escapan los de adentro,
los de afuera padecen la congelada,
cuando los pies no se sienten,
seguro que pisas escarcha...


te digo que está todo abandonada,
ni siquiera suena la campana,
brilla la soledad,
cuando se siembran espaldas,
nadie quiere escuchar la historia,
de las oraciones acalladas,
sólo quedan flotando las penas,
de los espíritus y sus dramas,
las biblias están carcomidas,
por las polillas hambreadas...

nadie ha vuelto desde entonces,
para abrir las ventanas...
el invierno nos ha pegado,
con el olvido de las heladas,
sólo quedan tranqueras abiertas,
para que pasen los fantasmas.
JUNIO 17, 2016.-

cuando se derrumba el tiempo,
no alcanza ni la mirada.

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