Principios estéticos de la pintura tradicional china (I)
La pintura tradicional china cuenta con una serie de constantes estéticas que le confieren un carácter particular y lo dotan de una personalidad diferenciada.
Siglo XX, “Verde exuberancia” (detalle), Chiang Chao-sen.
Artículo deOmar Tegaldo
En su modalidad tradicional, la pintura china ha venido desarrollándose sin solución de continuidad desde hace más de dos mil años. Desde nuestra mentalidad, asociada a los significativos cambios de estilo en la historia del arte europeo, resulta difícil imaginarse que China pueda presentar constantes estéticas a lo largo del tiempo en una producción tan extensa y numerosa, dotándola de identidad en todo su derrotero.
A modo de común denominador, estas constantes estéticas le confieren un carácter particular y la dotan de características específicas que la diferencian, en mayor o menor medida, de las manifestaciones artísticas provenientes de otras culturas.
Más allá de las diferentes variables estilísticas generadas durante las sucesivas dinastías, fruto del gusto y la valoración estética propia de cada época, China ha sabido conservar un sustrato esencial en la tradición de su pintura que la torna inconfundible e imperecedera a lo largo del tiempo.
Si indagamos en la identificación de los componentes estéticos que actúan como constantes, veremos que no se trata de uno o dos factores aislados sino que, por el contrario, se trata de varios elementos concurrentes a un mismo tiempo en la elaboración de la imagen.
De hecho, una de las características más singulares de la pintura tradicional china es que los recursos plásticos usados por el artista no se aplican en función de una lectura unívoca de la imagen, sino que se centran en la capacidad de sugerencia que aporta esa imagen, buscando deliberadamente un sutil equilibrio entre la figuración y la abstracción, entre lo real y lo poético, entre lo que se ve y lo que se sugiere.
Para ello, el artista debe reunir de manera plástica y convincente una variedad de recursos plásticos que en lugar de fragmentarse se integren y se complementen en la riqueza estética de la imagen.
En la pintura china aquella variedad se reconoce en la presencia concordante de los siguientes recursos:
- Valoración superlativa de la vitalidad: genera un arte pleno de vivacidad.
- Valoración superlativa y gestual del trazo: genera la vitalidad del trazo y su importancia en el diseño.
- Versatilidad del trazo: genera expresividad y riqueza gráfica
- Integración plástica de la pintura, la poesía y la caligrafía: genera la confluencia de las tres artes en una única imagen.
- Cultivo de los estilos “de detalle” y “de mancha”: genera variedad plástica.
- Preferencia por la composición asimétrica: genera dinamismo.
- Importancia de los espacios vacíos: genera levedad en el diseño.
- Capacidad de sugerencia de los espacios vacíos: genera espacios sugestivos e inconmensurables.
- Cultivo de la pintura de imaginación: genera creatividad.
- Idealismo: genera una visión platónica de los motivos pintados.
- Nivel moderado de abstracción: genera un arte figurativo no naturalista.
- Ausencia de sombra proyectada: genera levedad en los motivos pintados.
- Ausencia de reflejos: genera una visión abstracta de los motivos pintados.
- Libertad en el claroscuro: genera un manejo abstracto del diseño.
- Preferencia por las formas planas con sugerencia de volumen: genera un tratamiento moderado del volumen.
- Uso de la perspectiva caballera frontal: genera sugerencia de profundidad. Uso de múltiples puntos de vista (foco móvil) en una escena panorámica: genera un recorrido virtual por la escena pintada.
- Ausencia de señales de esfuerzo en los personajes de las escenas: genera relajación.
- Ausencia de señales de violencia en los personajes de las escenas: genera serenidad.
- Ausencia de desnudez en las personas: genera un tratamiento pudoroso de la figura humana.
- Empleo de técnicas y materiales muy específicos: genera originalidad en la factura y en el diseño de la imagen.
- Variedad de formatos (rollo vertical y horizontal): genera diversidad en la forma de contemplar las obras.
Más en esta serie:
Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.Número 2. Volumen II. Septiembre de 2010.Ver / descargar el número completo en PDF
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