sí, acaríciame con tu alma...
dame afecto verdadero que pueda sentir,
ya que mis sentidos son muy superiores a los humanos,
al igual que mi desmerecida inteligencia.
velo por tu sueño,
te ofrezco la calidez de mi silencio,
te brindo la prodigiosidad de mi olfato...
mis dones y mis gracias no requieren de título universitario,
vienen conmigo y se brindan a quien me quiera de verdad...
sólo que para darme amor sincero, hace falta tener alma,
ni siquiera manos, mucho menos palabras.
no me abandones creyéndote más importante por ser humano,
no olvides que mis sentidos me permiten presentir el abandono,
dame tu alma, la acompañaré por siempre...
recuerda que en la pradera del señor, no hay ni sexos ni formas,
sólo espíritus...
el dispensador: brindando el alma, sin condiciones. Abril 29, 2009.-
DEDICADO A: mohicana, la despreciada... que no sabrá leer pero sí sabe de ventanas del espacio-tiempo.
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