habiendo escuchado a los ángeles,
habiendo percibido las conductas humanas,
habiendo sido víctima de contradicciones e indiferencias,
habiendo sido víctima de burlas y ventajeadas,
decidí aislarme...
introducirme en el Moab del espíritu,
para justificar la entrega incondicional a la condición humana,
para demostrarme, una vez más, a mí mismo,
que aquello que se recibe al nacer...
es patrimonio que debe ser justificado ante Dios,
en su ejercicio tanto como en su calidad.
ahora transito feliz entre arenas y piedras,
veo riqueza en donde los demás no ven más que arenas y piedras,
escucho silencios donde los demás no se oyen siquiera a sí mismos,
veo aves del paraíso que me acompañan en el afán,
percibo perfumes donde no hay flores ni plantas,
me siento vestido en linos, aún estando desnudo...
he comprobado, nuevamente, que los afectos no deben traicionarse,
pero las convicciones íntimas, menos.
el dispensador: regresando por las sendas del Señor. Abril 27, 2009.-
DEDICADO A: los que caminan seguidos por soledades y silencios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario