martes, 13 de julio de 2010

LA CUESTA



el dispensador:
habiendo avanzado los fríos,
instalado ya el invierno,
a veces todo se torna eterno,
imperecederas las nubes,
fortificadas las nieblas,
gélidos los aires,
pero también las miradas,
reflejando vacíos intensos,
llenos de palabras,
pero escasos de sentimientos,
propio de los infiernos...

y se hablan en los corrillos,
esgrimiendo orgullos por otras compasiones,
misericordias y otras manos,
también se dicen solidarios,
juntan ropas y otros trastos,
que conllevan algunas cargas,
desprecios impregnados,
se liberan de culpas,
compartiendo sus basuras...

se encaminan en oraciones,
para disimular tentaciones,
y se muestran compungidos,
tristes empedernidos,
para luego sin temor,
regresar a ser timón,
de tropelías y mentiras...

cada cual lleva su cruz,
cada cual atiende su juego,
mayormente de ilusiones,
se tiñe el mañana de fuego,
te hablarán de esperanzas,
de futuros inciertos,
de amores perdidos,
y de otros desencuentros,
huyendo de verdades,
que acosan aquellos pasados,
de esas gentes que se burlan,
de tu yo y de sus otros olvidados...

a esta altura del año,
mochila vacía, mente abierta,
vas comprendiendo de a poco,
por qué tanto les cuesta,
asumir que sin Dios,
omitiendo su presencia,
se hace casi imposible,
abordar semejante cuesta...

podrás mirarla de arriba,
podrás mirarla desde abajo,
todo parece lejos, distante, inalcanzable,
sin embargo te sonries,
pensando en tus adentros,
no hace falta tanto esfuerzo,
ni padecer, ni sufrimiento,
alcanza con caminar,
y deslizarse contra el viento,
de lo demás se ocupa Dios,
quien siempre ofrece su mano,
al espíritu en su tiempo...

y a estas alturas,
ingresado en las espesuras,
ahogado selva adentro,
sin brújula, con aliento,
tengo claro que hay que dejarse llevar,
andar sin destino cierto,
las brisas divinas son prudentes,
para conducirte en el desierto,
siempre que dejes tu estela,
ayudando otras almas,
abriendo mentes,
ofreciendo manos,
para librar de pesadumbres,
a los perdidos de sus tientos...

deberás saber entonces,
sin miedos, sin temores,
que alcanza con vivir el hoy,
sin esperar el mañana,
quizás venga, quizás no,
lo importante es qué hagas hoy,
para iluminar otras almas,
será mucho, será poco,
lo recibirás en tu paz,
gracia de todas las calmas.
el dispensador: de cuestas hacia arriba y cuestas hacia abajo. Julio 13, 2010.-
DEDICADO A: los que no preguntan, lo asumen y lo hacen.


"la distancia más lejana entre dos puntos, puede revelarse en tu alma"

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