ABISMOS

el dispensador dice:
andariego por el mundo,
entre piedras y otros yuyos,
va transitando el vagabundo,
entre sonrisas, desprecios y capullos...

distinguiendo calidad de auras,
clasifica los colores,
algunos brillan en la luz,
otros se ahogan en temores...

percibe que el aire va denso,
en un ambiente todo tenso,
donde los ojos no miran nada,
los pasos se tornan lentos...

nota que los sonidos,
cuando salen al espacio,
se opacan en sus latidos,
se acortan en contenidos,
y los oídos andan sordos,
los espíritus dormidos...

detecta que en los hogares,
aquellas densidades mediante,
las plantas padecen mustias,
las cargas de sus habitantes...

se discuten insensatos,
cuna de afectos olvidados,
valores deteriorados,
por los vientos desacomodados...

todo parece estar bien,
enderedor de la fuente,
pero cuando cambia la brisa,
hay vapores de muerte...

nadie respeta nada,
todo aparece desordenado,
aquello que ayer era luz,
hoy se muestra apagado...

aparecen las gentes entonces,
pasándose eternas facturas,
extinguiendo la ternura,
se exaltan las locuras...

por ello se piense prudente,
andando entre piedras y yuyos,
es mejor tomar distancia del barullo,
alejarse del desconcierto,
perderse entre montañas,
hacerse lejanía en el desierto...

va quedando poca letra,
para atender las razones,
la oscuridad anda suelta,
atrapando corazones,
aquellos que no lo entienden,
aún los que se burlan,
van andando derecho,
hacia la esencia de purgas...

las almas están confundidas,
entre visiones apagadas,
cuando no quieres comprender,
te van consumiendo las llamas...



se ha llenado mundo,
de cantidades de falsos profetas,
todos prometen el cielo,
apenas si estafan el alma,
ninguno de ellos brinda nada,
a los espíritus caídos,
los compran por los ojos,
luego les tapan los oídos...

se ha abierto el abismo,
el demonio anda suelto,
ha largado a sus huestes,
para diseminar las pestes,
mientras los humanos no entienden,
las diferencias con lo inerte...

y se terminan los tiempos,
de depredar voluntades,
los esfuerzos son diezmados,
imponiéndoles pesares.
el dispensador: tiempo de abismos abiertos. Agosto 05, 2010.-
DEDICADO A: los que han decidido abandonar el pasado y ascender a la montaña.


"si muerdes la manzana, del árbol del paraíso, descubrirás que sin pasado, te quedarás sin mañana, arrastrando tu vientre sobre el piso".