domingo, 29 de abril de 2012

ORACIONES PERDIDAS & ESCALERAS DERRUIDAS || Cartografía de los monasterios de España | Cultura | elmundo.es

Cartografía de los monasterios de España | Cultura | elmundo.es

GALICIA | Una colección recoge los principales cenobios del país

Cartografía de los monasterios de España

Vista general del monasterio de San Xoán de Caaveiro. A Capela. A Coruña (Foto: José M. Salgado)

  • 'Monasterios y conventos' ha editado ya seis volúmentes dedicados a Galicia
  • En él han trabajado más de 50 especialistas a lo largo de 5 años
  • La colección recoge tanto los grandes como los pequeños cenobios
  • San Fructuoso expandió el catolicismo en el VII gracias a los monasterios
"Es un lugar hermoso para visitar y sentir la soledad monacal necesaria para la reflexión, como hizo San Rosendo en tiempos pasados, y también para disfrutar de un espléndido paraíso natural, uno de los últimos bosques atlánticos costeros, una de las últimas fragas de Galicia". Así, describe la obra 'Monasterios y Conventos' al cenobio de San Juan de Caveiro, en el corazón del parque natural de las Fragas do Eume. Un espacio mítico que, sin embargo, hoy es negro y pardo tras un pavoroso incendio sufrido a principios de mes.

Pero, afortunadamente, no todos los monasterios, ni sus sagrados espacios, han seguido la misma suerte. Precisamente, estos días se presentaba en Santiago de Compostela una colección de volúmenes sobre los conventos y monasterios españoles. Una obra con espectaculares fotografías y planos de las edificaciones que detalla, pormenorizadamente, los monastrios situados en cada municipio, aludiendo a su origen histórico, describiendo la construcción y recomendando algunos lugares imprescindibles para visitar próximos a su ubicación.

Una colección que abarcará todo el territorio español y del que ya han visto la luz seis volúmenes, todos ellos referidos a Galicia. "Un trabajo minucioso y muy lento", asegura Francisco Rodríguez Iglesias, presidente de Hércules de Ediciones, la editorial de toda la obra. Y es que para la presentación de estos seis libros han hecho falta seis años de investigaciones y estudios y la colaboración de 50 expertos de diversos campos. "Por delante aún queda mucho trabajo", añade.

'Monasterios y conventos' pretende ser un completo compendio de la mayor parte de los cenobios que existen en España, principalmente, de aquellos que aún se conservan en pie. Y es que, solamente en Galicia, se ha contabilizado la existencia de hasta 630 edificios religiosos de estas características desde la Edad Media.


Claustro procesional del convento de Nosa Señora da Antiga (Monforte de Lemos, Lugo) Foto: Martín Laurencena. Hércules de Ediciones


Más de 150 solamente en GaliciaActualmente, sin embargo, son entre 150 y 170 los que se mantienen en pie. "Cuando se habla de monasterios no hay que pensar, solamente, en aquellos grandes edificios, como el de San Martiño Pinario, en Santiago -es el segundo edificio más grande de España-, sino de otros muchos conventos pequeños que han sido fundamentales para el desarrollo de una determinada zona", apunta el profesor titular de Historia Medieval de la Universidade de Santiago (USC), y uno de los coordinadores de esta obra.


Por eso, la colección recoge, además de los cenobios de San Martiño Pinario, en Santiago de Compostela; Santa Mariña de Augas Santas, en el ayuntamiento orensano de Allariz o el de San Juan de Caaveiro, en el coruñés de A Capela, uno de los más conocidos de Galicia, otros como el de San Sebatián do Pico Sacro, en Boqueixón (A Coruña) o San Pedro de Rocas, en Esgos, y Santa María de Montederramo, en Montederramo, ambos en Ourense.





Vista del claustro del monasterio de Santa Clara. Allariz, Ourense (Foto: Concello de Allariz)

Sepulcros en el interior de San Pedro de Rocas. Esgos. Ourense. (Foto: Martín Laurencena)

Los inicios con San Fructuoso

Fue San Fructuoso, en el siglo VII, quien expandió el catolicismo a través del monacato, aunque ya había algún eremitorio desde el inicio del Cristianimos. Sin embargo, fueron los siglos XI al XIII los de mayor esplendor monacal. Sería con la entrada de los benedictinos de Cluny cuando este tipo de construcciones sufre una verdadera eclosión y se extienden por toda la península.


Después, irían adaptándose en función de la orden a la que pertenecían, ya fueran del císter, agustinos, dominicos o jerónimos, entre otros. También el Camino de Santiago sería una gran fuente de cenobios que iban naciendo a lo largo de sus diferentes vías con la misión de dar apoyo a los peregrinos que las recorrían para llegar al sepulcro del Apóstol.



Claustro del monasterio de San Vicente do Pino. Monforte de Lemos, Lugo (Foto: José M. Salgado)

Su presente

Hoy, la mayor parte de ellos ha perdido su función original, pero aún mantienen casi intacta la espiritualidad, el recogimiento y el silencio que se respiraba en su interior en siglos pasados. Otros, sin embargo, se han adaptado a la modernidad y se han convertido en paradores nacionales.


Existen muchos casos de monasterios y conventos cuya estructura arquitectónica original se ha perdido con el paso del tiempo, pero aún conservan la capilla o el templo que, en algunos casos, siguen en uso.




el dispensador dice:
monasterios vacíos, pactos incumplidos,
los sacerdotes se han ido,
huyendo tras sus olvidos,
sus oraciones han caído,
atrapadas entre burlas y tejidos,
aquello que fue prometido,
quebró la cruz del testigo,
entre confesiones y peligros,
hay un cáliz vacío,
los claustros guardan fríos,
propios de silencios impíos...


gestas de otros tiempos,
togas y desencuentros,
mentidas conveniencias,
filosofías sin ciencias,
donde se tejen apariencias,
de raras sabidurías,
aquello que se muestra como día,
apenas es un alma perdida,
que no enseña sus heridas,
acrecentando los estigmas,
propios de oraciones mentidas...


las oraciones se fueron perdiendo,
ahogadas en sin sentidos,
aquello que se ha repetido,
no necesariamente ha ascendido,
hasta los cielos por su abrigo,
cánticos se han recitado,
por meros ritos obligados,
dibujados y vislumbrados,
por inquisidores elucubrados,
mediante escrituras que han negado,
las esencias de aquellos no nombrados,
que atrás fueron dejados,
gracias a pasados inventados...


las paredes esconden entre piedras sin nombres,
reales intenciones ocultando sin razones,
si en la oración no hay corazones,
los pentagramas se vacían de canciones,
y ya sin armonías, carentes de sinfonías,
los hábitos no portan sensaciones,
tampoco sentido y mucho menos oraciones,
ello es patrimonio de espíritus,
fundamentalismos a borbotones, 
donde no suenan los ríos,
se secan hasta los sentidos,
de burladas pasiones...


entre ruidos, apuros y urgencias,
se han perdido las presencias,
de las almas y sus clemencias,
no hay alquimia sin ciencia,
ni órbitas sin paciencia,
los monasterios contienen recuerdos,
de otros tiempos, distintas gestas,
orar no representa fiesta,
hoy es una escalera desierta,
escrituras sagradas con letra muerta,
lo que se ha perdido es la puerta,
y las escaleras están derruidas...


el hombre no logra hacer foco,
transita su vida como un loco,
justificando su destino,
acumulando desatinos,
hasta desconociendo equilibrios,
aquello que fue concebido,
para fundamentar convergencias,
apenas son recurrencias,
de conductas sin sentido,
se dejan ganar por los olvidos,
y también por las conveniencias...


aún resuenan misas vacías,
repetidas hasta el cansancio,
por meras cuestiones de miserias,
también cayó Bizancio,
y hasta el arca se ha perdido,
entre extraños alaridos,
aquello que no fue atendido,
justa y oportunamente,
ha consumido las mentes,
de tanto que se ha mentido.


Hubo un espíritu filosófico cierto y genuino, buscador de cosmogonías coincidentes con los destinos... es mucho lo que se ha perdido al abandonar las esencias y los sentidos... la humanidad transita sin abrigos, pretendiendo que la oración es oportunismo, Dios no admite "peros" en ninguno de los espíritus... los ángeles son testigos de acumulados milenios de esfuerzos caídos, aquellos que se entregaron para obtener conveniencias, se quedaron sin intereses, y hasta carentes de clemencias. 


La dignidad es esencia de la condición humana imbuida de humanismo... sin ella, el ser humano, carece de convicciones y al hacerlo, tergiversa sus sensaciones empleando argumentos vacíos, quitando a otros sus abrigos y desabrigando corazones... aquello que se roba a los prójimos, arrasándoles sus esperanzas, sus ilusiones y rodeándolos de frustraciones, regresa inmediatamente a devorar a los victimarios, imponiendo un modelo de infierno donde no cabe la piedad, tampoco la misericordia y donde se esfuma cualquier atisbo de solidaridad.


Efectivamente los monasterios están vacíos...
se observan oraciones efímeras,
que no conducen a los cielos,
cuando los pies no pisan suelos,
quebrando circuitos etéreos,
lo que se pierden son consuelos,
y las prioridades son señuelos.
Abril 29, 2012.-





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