sábado, 7 de abril de 2012

LLEGADO ESTE PUNTO ETERNO



LECTURA
Gn 1, 1—2, 2
Lectura del libro del Génesis.
Al principio, Dios creó el cielo y la tierra. La tierra era algo informe y vacío, las tinieblas cubrían el abismo, y el soplo de Dios se cernía sobre las aguas. Entonces Dios dijo: “Que exista la luz”. Y la luz existió. Dios vio que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas; y llamó Día a la luz y Noche a las tinieblas. Así hubo una tarde y una mañana: éste fue el primer día. Dios dijo: “Que haya un firmamento en medio de las aguas, para que establezca una separación entre ellas”. Y así sucedió. Dios hizo el firmamento, y éste separó las aguas que están debajo de él, de las que están encima de él; y Dios llamó Cielo al firmamento. Así hubo una tarde y una mañana: éste fue el segundo día. Dios dijo: “Que se reúnan en un solo lugar las aguas que están bajo el cielo, y que aparezca el suelo firme”. Y así sucedió. Dios llamó Tierra al suelo firme y Mar al conjunto de las aguas. Y Dios vio que esto era bueno. Entonces dijo: “Que la tierra produzca vegetales, hierbas que den semilla, y árboles frutales que den sobre la tierra frutos de su misma especie con su semilla adentro”. Y así sucedió. La tierra hizo brotar vegetales, hierba que da semilla según su especie y árboles que dan fruto de su misma especie con su semilla adentro. Y Dios vio que esto era bueno. Así hubo una tarde y una mañana: éste fue el tercer día. Dios dijo: “Que haya astros en el firmamento del cielo para distinguir el día de la noche; que ellos señalen las fiestas, los días y los años, y que estén como lámparas en el firmamento del cielo para iluminar la tierra”. Y así sucedió. Dios hizo los dos grandes astros –el astro mayor para presidir el día y el menor para presidir la noche– y también hizo las estrellas. Y los puso en el firmamento del cielo para iluminar la tierra, para presidir el día y la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y Dios vio que esto era bueno. Así hubo una tarde y una mañana: éste fue el cuarto día. Dios dijo: “Que las aguas se llenen de una multitud de seres vivientes y que vuelen pájaros sobre la tierra, por el firmamento del cielo”. Dios creó los grandes monstruos marinos, las diversas clases de seres vivientes que llenan las aguas deslizándose en ellas y todas las especies de animales con alas. Y Dios vio que esto era bueno. Entonces los bendijo, diciendo: “Sean fecundos y multiplíquense; llenen las aguas de los mares y que las aves se multipliquen sobre la tierra”. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el quinto día. Dios dijo: “Que la tierra produzca toda clase de seres vivientes: ganado, reptiles y animales salvajes de toda especie”. Y así sucedió. Dios hizo las diversas clases de animales del campo, las diversas clases de ganado y todos los reptiles de la tierra, cualquiera sea su especie. Y Dios vio que esto era bueno. Dios dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y que le estén sometidos los peces del mar y las aves del cielo, el ganado, las fieras de la tierra, y todos los animales que se arrastran por el suelo”. Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer. Y los bendijo, diciéndoles: “Sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los vivientes que se mueven sobre la tierra”. Y continuó diciendo: “Yo les doy todas las plantas que producen semilla sobre la tierra, y todos los árboles que dan frutos con semilla: ellos les servirán de alimento. Y a todas la fieras de la tierra, a todos los pájaros del cielo y a todos los vivientes que se arrastran por el suelo, les doy como alimento el pasto verde”. Y así sucedió. Dios miró todo lo que había hecho, y vio que era muy bueno. Así hubo una tarde y una mañana: éste fue el sexto día. Así fueron terminados el cielo y la tierra, y todos los seres que hay en ellos. El séptimo día, Dios concluyó la obra que había hecho, y cesó de hacer la obra que había emprendido.



EVANGELIO
Mc 16, 1-8
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Pasado el sábado, María Magdalena, María, la madre de Santiago, y Salomé compraron perfumes para ungir el cuerpo de Jesús. A la madrugada del primer día de la semana, cuando salía el sol, fueron al sepulcro. Y decían entre ellas: “¿Quién nos correrá la piedra de la entrada del sepulcro?”. Pero al mirar, vieron que la piedra había sido corrida; era una piedra muy grande. Al entrar al sepulcro, vieron a un joven sentado a la derecha, vestido con una túnica blanca. Ellas quedaron sorprendidas, pero él les dijo: “No teman. Ustedes buscan a Jesús de Nazaret, el Crucificado. Ha resucitado, no está aquí. Miren el lugar donde lo habían puesto. Vayan ahora a decir a sus discípulos y a Pedro que él irá antes que ustedes a Galilea; allí lo verán, como él se lo había dicho”. Ellas salieron corriendo del sepulcro, porque estaban temblando y fuera de sí. Y no dijeron nada a nadie, porque tenían miedo.


el dispensador dice:
llegado este punto eterno,
cuando se evoca el momento,
suele aparecer un viento,
trayendo raras fragancias,
si no hay flores en la estancia,
o si las hay a la distancia,
descubrirás que hay presencias,
que acompañan tus gracias...


llegado este punto eterno,
curiosidad te ha traído,
pudo tratarse de olvido,
aquello que te ha movido,
a llegarte hasta esta casa,
debes saber que lo que se abraza,
no es una mera piedra rasa,
es el espíritu que te enlaza,
cuando recibes la gracia...


llegado este punto eterno,
donde referencias las pascuas,
ten en cuenta los misterios,
que llegan hasta tu casa,
si en el dintel no hay marca,
si nada te lo señala,
respira profundo y exhala,
se te ha perdido la gracia...


llegado este punto eterno,
donde el doblez se hace lento,
no hay gloria en mostrarse atento,
se necesita talento,
para ser inocencia en el viento,
y ser humilde ante las brasas,
es de soberbios juntar las grasas,
y es de vanidades los huesos,
y si por la vida pasas,
asaltando bienes ajenos,
asistirás a los truenos,
y te mostrarán los destellos,
que has ido dejando atrás...


llegado este punto eterno,
donde lo que se quiebra es el tiempo,
prudente es que detengas,
a observar la estela de tu aliento,
si no has cedido el asiento,
si el afecto has usado,
si los pies de tu prójimo no has lavado,
si ante el otro no te has persignado,
si la resignación no ha te ha signado,
debes saber entonces,
que tu oportunidad habrá pasado,
y que aquello que has dejado,
volverás a justificarlo...


llegado este punto eterno,
donde la sonrisa es legado,
no hay estirpes ni linajes,
no hay comarcas ni paisajes,
que aporten herencia a tu propio paisaje,
el alma que has construido,
atropellando al cruzado,
regresa a revisar el espacio,
incumplido y hasta borrado,
la huella que se ha estampado,
la sombra que ha acompañado,
serán testigos de cargo,
en el momento de las substancias,
allí hay sólo elegancias,
que no pueden mentir pasados...


llegado este punto eterno,
"haporeto" se ha mencionado,
el término viene del pasado,
por los esenios registrado,
pero nadie recuerda su significado,
algunos han querido olvidarlo,
el Mar Muerto está lejano,
de días de himnos y sus recados,
las grutas se han abandonado,
hubo inmolaciones sonando,
muchas escrituras se han quemado,
negando sus existencias,
no saben que las ideas,
siempre permanecen flotando,
regresando en sus circunstancias,
"haporeto" es de comuniones,
de bautismos y de gracias...


llegado este punto eterno,
cuando ya no quedan palabras,
las oraciones te suben,
siempre que el sentimiento escala,
mira hoy tu pentagrama,
mañana se borrarán los anagramas,
que se grabaron en tu alma,
la historia no lleva nombres,
de los que se robaron las calmas,
regresa a mirar tu paso,
tal vez olvidaste el significado de "alma"...


llegado este punto eterno,
donde de cruces se habla,
debes tener presente,
que lo que resucita es el alma,
que imbuida de espíritu puro,
converge como asiento de palma,
si no hay inocencia en la rama,
no será humilde la trama,
y llegado entonces el punto,
será la última pascua...


llegado este punto eterno,
aquí se doblan estancias,
no vuelvas sobre tu espalda,
lo que te sigue es espada,
trilogía de las gracias,
el don es sólo legado,
y el talento es significado,
aquello que se hubo burlado,
ahogado y disimulado,
pudo ser un salvavidas,
justo el necesitado...


llegado este punto eterno,
donde el tiempo se evapora,
sólo a Dios es a quien se adora,
los demás apenas son santos,
que por oportunidad de otros llantos,
supieron haber pasado,
a secar lágrimas a los salvados,
hacen sacrificios legando,
voluntades sin fisuras,
valen sólo los altares,
donde no hay mármol ni curas,
las iglesias son reductos,
donde se acumulan los pesares,
el espíritu convoca inocencias,
para enaltecer lo que enlaces...


llegado este punto eterno,
no hay sagrario ni convento,
que justifique lo oportuno,
atiende solamente tu ayuno,
el momento llega en su turno,
para atender al taciturno,
que extravió en su pasado,
ya no te quedes esperando,
camina por tu sembrado,
observa de las semillas,
aquello que ha resultado,
ya no importan los fracasos,
sino las bendiciones en el huerto,
lo que se dice de los muertos,
es sólo ecos de los prados...


y llegado este punto eterno,
último de estos tiempos,
guarda tus sentimientos,
de falsedades y urgencias,
los apuros sólo entreveran,
negando lo que se venera,
pero ante el cielo no se niega,
la huella de tu espera,
allí las campanas suenan,
aunque nadie las convoque,
en las paredes no hay revoques,
cuando las almas se elevan...
Abril 07, 2012.-


haporeto, término esenio que designaba a la santísima trinidad o a la convergencia de la santa trilogía... término antiquísimo acuñado por los indos para definir la confluencia de la gracia de la vida, de la consubstanciación del espíritu con el alma y del tiempo para recorrer un lapso respirable... todos fundamentos del punto eterno donde el espíritu no es cuerpo, y existe como entidad verdadera desde, por y hacia la eternidad.




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