lunes, 24 de marzo de 2014

PIEDRA DE ÁNGEL ▲ La cabeza de un coloso de Memnón vuelve a su sitio - ABC.es

La cabeza de un coloso de Memnón vuelve a su sitio - ABC.es



La cabeza de un coloso de Memnón vuelve a su sitio

Día 24/03/2014 - 10.30h
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La figura había sido dañada por un 

seísmo hace unos 3.200 años. Los trabajos para su 

restauración han durado una década



La cabeza de un coloso de Memnón vuelve a su sitio

EFE




Un terremoto le hizo perder literalmente la cabeza a uno de los colosos de Memnón, en el sur de Egipto, y acaba de recuperarla por obra de unequipo internacional de arqueólogos. Con el contorno bien definido de uno de sus lados y la huella de la erosión marcada en el otro, esa cabeza de dieciséis toneladas fue presentada hoy descansando sobre los hombros de la gigantesca estatua, como no lo había hecho desde hacía unos 3.200 años.
Tras diez años de trabajo, «colocar la cabeza ha sido como poner la guinda al pastel», sostiene a Efe el arqueólogo español Miguel Ángel López, que ya levantó el grueso del cuerpo en 2012 y se ha encargado de lo que llama la mayor reconstrucción colosal del mundo.
Según explica, se han utilizado un sistema de poleas y unos andamios de madera para ir subiendo, con la fuerza de más de veinte hombres, la parte superior de la figura pese a las presiones que ejercía.
De cuerpo completo, ese gigante de cuarcita se halla en el segundo pilono de los tres que forman el templo fúnebre de Amenhotep III(Amenofis III, en griego), cerca de la ciudad de Luxor.
Representa a ese faraón de la XVIII dinastía, que consolidó la supremacía egipcia en Babilonia y Asiria desde la antigua Tebas entre los años 1390 y 1352 a.C.
Sentado en un trono con la reina Tiye junto a su pierna derecha, supera las 300 toneladas y mide 11,5 metros de altura. Unas dimensiones con las que compite otra estatua de ese mismo faraón recientemente levantada por el mismo equipo, dirigido por la armenia Hourig Sourouzian, y considerada la reconstrucción más alta de ese tipo.
En una parte más alejada, esta estilizada figura se erige con el pie adelantado, mide más de trece metros y pesa casi 120 toneladas. «Tenía la base muy erosionada y tuvimos que reforzarla para que volviera a sujetar ese peso», comenta López.
Tras la recolocación en su lugar original de estas piezas y otras de menor tamaño, faltan otras muchas por recuperar en el mayor templo del mundo, de unos 700 metros de largo y compuesto de tres patios, un peristilo, una sala hipóstila y un santuario.
Entre las joyas que yacen ahí está una estatua de alabastro y 1,70 metros de altura que representa a Iset, una de las hijas de Amenhotep III, «única por el material y la calidad artística, así como por ser la primera vez que se la descubre con un coloso de su padre en este sitio», asegura a Efe la directora del proyecto, iniciado en 1998.
Sourouzian se muestra «encantada» por la restauración de este inmenso «puzle», mientras trata de imaginar cómo sería retroceder en el tiempo y ver las estatuas colosales integradas entre edificios administrativos, religiosos y comerciales, entre otros.
Aunque gran parte de las figuras fueron utilizadas en otros templos, la armenia insiste en reconstruir «todo lo que se pueda en nuestras cabezas, mentes y papeles».
La idea es, además, transformar esta parte del valle del río Nilo en un«gran museo al aire libre» y cambiar la fisonomía del paisaje para el disfrute de los visitantes, considera el jefe de Egiptología del Ministerio egipcio de Antigüedades, Ali Al Asfar, presente en la inauguración.
Eso supone intentar remediar los efectos de aquel fatídico seísmo que hizo colapsar la mayoría de las grandes figuras del templo, las cuales quedaron desmembradas y dispersas bajo una superficie de agua y barro.
Solo se libraron del desastre los dos colosos de Memnón de la entrada principal, cuyo nombre lo pusieron los griegos en alusión a un monarca etíope que luchó en la guerra de Troya.
Ambas figuras, desgastadas y agrietadas, también van a ser sometidas acontinuas operaciones para reparar sus partes dañadas en la próxima campaña, en la que sus responsables prometen seguir restaurando todo lo «imaginable».

el dispensador dice:
cantabas al amanecer,
cantabas al atardecer,
hablabas en los extremos,
bajo cielos despejados,
bajo nubes con truenos,
guiando a los humanos,
pisando nuevos suelos...

luego te fuiste callando,
y tu voz se fue perdiendo,
sin ecos en los desiertos,
sin convocar a los muertos,
sin evocar a los despiertos,
y todo se ha ido diluyendo,
y ya de ti no hay memoria,
se han extraviado tus glorias,
tanto como se han aquietado las norias,
hoy el Nilo es un recuerdo,
donde sobran los turistas,
pero donde no se navega la historia...

ya nadie sabe de tu puerta,
ya nadie sabe de tu santuario,
nadie conoce tu oráculo,
como nadie recuerda el pasado,
todo se ha ido escurriendo,
entre las arenas de los negados,
y hoy eres un monumento,
que permanece solo y callado,
esperando que regrese el tiempo,
de los portales abiertos,
y de los sabios cruzados,
que portan genios eternos,
comunes a aquellos que no se atan...
a ningún pasado.
MARZO 24, 2014.-

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