El matemático al que los dioses susurraban fórmulas imposibles
Una película relata la vida de Srinivasa Ramanujan, un matemático indio autodidacta que revolucionó esta ciencia a principios de siglo
Dev Patel en el papel de Ramanujan
En 1913, el matemático G. H. Hardy recibió una carta con un contenido increíble. El autor era un joven indio, Srinivasa Ramanujan, capaz de producir fórmulas inverosímiles pese a no haber recibido una educación formal en matemáticas puras. Aunque al principio respondió con escepticismo, Hardy acabó llevando a Ramanujan desde Madrás, en el sur de la India, al Trinity College de Cambridge (Reino Unido) para tratar de desentrañar el secreto de aquel genio autodidacta.
Aquel fue, según diría después Hardy, el único suceso romántico de su vida. Su encuentro sirvió para mostrar al mundo trabajos como las fórmulas que permitían calcular a gran velocidad los infinitos decimales del número pi. Hoy, un siglo más tarde, el legado de la breve vida de Ramanujan sigue influyendo en matemáticas, física o computación.
La historia de ese encuentro es la que se cuenta ahora en El Hombre que conocía el infinito, una película que se estrenará el 13 de mayo y que protagonizan Jeremy Irons (Hardy) y Dev Patel (Ramanujan). Desde sus orígenes, se relata este encuentro improbable, entre un indio religioso, casado con una niña de 10 años y practicante de una religión que no le dejaba cruzar el mar, con un racionalista ateo miembro de la élite intelectual eurocentrista de la época.
“No creo en la sabiduría inmemorial de Oriente, pero creo en ti”, le dice en un momento Hardy a Ramaujan. El indio sentía que un ser superior, su diosa, le susurraba las fórmulas que resolvían problemas imposibles. Hardy, fascinado por su talento natural, trataba de que él mismo reconstruyese el camino por el que alguien sin su inspiración pudiese llegar a las mismas conclusiones.
“No creo en la sabiduría inmemorial de Oriente, pero creo en ti”, le dice Hardy a Ramaujan
Además de los retos científicos, la película muestra el rechazo al que tuvo que enfrentarse Ramanujan en Inglaterra. Solo el empeño de Hardy, y el apoyo de unos pocos miembros del claustro del Trinity como J. E. Littlewood, le permitieron ser reconocido en un mundo que aún justificaba el colonialismo en la existencia de razas inferiores como las del matemático indio.
El ejemplo de Ramanujan puede utilizarse para apoyar la hipótesis de que el lenguaje matemático es algo inscrito en el cerebro de todos los seres humanos. Como Mozart hacía con la música, Ramanujan tenía la capacidad de hacer brotar de su interior fórmulas que sirven para explicar la naturaleza. Millones de años de evolución habrían creado las estructuras neuronales que sirven para entender el mundo y, en el caso de Ramanujan, permiten describirlo con las ecuaciones más sofisticadas.
El brillo del matemático indio fue breve. Sus resultados y el apoyo de Hardy le llevaron a la Royal Society y a ser miembro del claustro del Trinity College, pero no disfrutaría mucho de esos honores. En 1920, con 32 años y solo siete después de la carta que le llevó a Inglaterra, una tuberculosis que algunos atribuyen en parte a su trabajo extenuante acabó con su vida.
- se comunicó contigo?...
- ¿cuándo?
- hoy...
- sí... todos los días está presente... cuando no camina a mi lado, me habla a través de la consciencia, y cuando no me da señales suficientes de su presencia... además, mi ángel no guarda ausencias, y siempre me indica cuándo debo quedarme y cuándo debo irme...
- ¿tan así?...
- tan así... así es que estoy agradecido a Dios y a su ángel, y desde luego, a mi consciencia... siempre me dicen cuándo debo sacudirme el polvo de mis zapatos y también cuando debo andar descalzo...
- ¿tan así?...
- tan así... porque ante todo, aprendí a no negarlos... así es que allí reside mi FE y el no ir en contra de mis convicciones...
- pero no tienes ni dinero ni bienes...
- tengo afectos y eso es suficiente... he tomado distancia de las personas que envenenan el alma o de las otras que intoxican el espíritu, o de aquellas que contaminan el aire que respiran... no se puede cargar con las mentiras ajenas, tampoco con las culpas con te endosan... cada consciencia pertenece a su alma... la consciencia no se comparte... el destino tampoco... puede existir el sentido de la compañía, pero para ello no hay espacio ni para los desfiladeros ni tampoco para las mentiras... cada abismo guarda su día...
- has recibido ecuaciones divinas?...
- tengo fórmulas que son todas químicas...
- y la numerología?...
- para mí son letras que hacen de mi alma una alegría, así como otros lo descubren en los colores y otros en los pentagramas... los números son geometrías en mi alma...
- pero Dios, te habla?...
- desde siempre, porque conservo intacta la memoria de mi karma... cuando sé es luz, no portas espalda... la sombra se diluye mientras se alarga... la huella se borra encaminándose al próximo karma... no alcanzo cimas, sólo trepo laderas de mi alma...
- por qué los humanos no entienden los elementales de la paz y de las calmas...?
- porque andan apurados buscando los destinos atrapados en sus ramas...
- pero las urgencias no diseñan las desgracias?...
- sí... pero el teatro de la vida se interpreta según la voluntad y la inercia de la que no se escapa... cada quien oye lo que quiere escuchar y ve lo que quiere ver... de allí que la realidad no coincida con los bordes de cada abismo...
- ¿qué has hecho de tus ecuaciones?...
- las he ido despejando... a veces me ha faltado una "x"... otras veces me ha sobrado una "y"... pero finalmente les he ido encontrando el resultado, casi siempre distinto a lo que había estimado...
- ¿lo has aceptado?...
- ¿cómo no hacerlo?... lo divino no se puede echar a un lado... más cuando sabes que Dios está a tu lado... y si el indica que debes irte, simplemente debes cerrar la puerta y andar hacia el poniente señalado...
- nunca naciente?...
- todo es relativo según dónde estés parado... la perspectiva lo es todo, por eso la voz de la consciencia salva las inocencias y al desprevenido caminando... la visión humana tiene el problema del espectro y de los lados... los excedidos y los superados...
- entonces ¿crees en los números?...
- el universo visible es un complejo numérico... los invisibles también...
- ¿y los elementos?...
- esos existen sólo adscriptos al tiempo... cuando todo es luz... el número sostiene su imperio...
- ¿y cómo es que eres alma de las letras?...
- porque el silencio envuelve mis sueños y los números son mi senda... pero soy lento para las cuentas, prefiero ser quipu a ser runa sin piedra. MAYO 07, 2016.-
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