Ocho libros de esta semana
Javier Cercas, Gay Talese y Daphne du Maurier, entre los autores destacados
Hablar al presente Una de las cosas que aprendí fue a ser terca. Cada vez tengo más claro que esa es la esencia de la desobediencia civil no violenta: la terquedad más absoluta”. Así se manifestaba la escritora y activista Grace Paley (Nueva York, 1922-Vermont, 2007) en una entrevista que, junto a charlas y artículos, se recoge en La importancia de no entenderlo todo, un libro especial y necesario con prólogo de Elvira Lindo publicado oportuna y felizmente por Círculo de Tiza. Paley dijo sobre este compendio: “Esta no es una recopilación autobiográfica, pero trata sobre mi vida. Muchos de los artículos son políticos aunque aborden asuntos literarios, lo que considero natural y no deliberado”.
Grace Paley nació y creció en el Bronx, era hija de inmigrantes rusos y la menor de tres hermanos. Desde la niñez destilaba energía y determinación, algo que inquietaba a su madre, preocupada por sus expulsiones de la escuela. “Mi madre murió cuando yo apenas empezaba mi vida adulta y no pudo ver con claridad que yo no iba a naufragar”. Efectivamente, Paley nunca naufragó, su larga vida fue pura acción: escribía, denunciaba y se implicaba. Lo obvio nunca fue suficiente. Se preguntaba y discrepaba. Después, argumentación y acción. No quiso hacer novela, pues según ella “el arte es largo y la vida es corta”. Así que escribió estupendos relatos, plenos de ironía e impredecibles, habitados por personajes que parecen desnortados, a los que impregna de cariño, por los que no toma partido y a los que deja ir. Sus Cuentos completos están en Anagrama. Por MARÍA JOSÉ OBIOL CÍRCULO DE TIZAIr a noticia
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