el dispensador dice: supe que era semilla... supe que podía ser flor... supe que podía ser fruto... supe que dependía de mi voluntad y sólo de ella... supe que dependía de mi esfuerzo y sólo de él... supe que no pertenecía más que a mí mismo... supe que el amor propio es lo único que inspira... supe que la vida era efímera... supe que ningún mañana se hereda... supe que ningún pasado se borra... supe que ningún presente se esquiva...
supe que era semilla... supe que podía ser flor... supe que podía ser fruto... supe que dependía de mi voluntad y sólo de ella... supe que dependía de mi esfuerzo y sólo de él... supe que no pertenecía más que a mí mismo... supe que el amor propio es lo único que inspira... supe que la vida era efímera... supe que ningún mañana se hereda... supe que ningún pasado se borra... supe que ningún presente se esquiva... supe que lo que se entrega no vuelve... supe que lo que se siembra debe alimentar a otros... supe que nada debe ser reclamado... supe que nadie debe ni puede ser culpado... porque cada consciencia lleva lo que le atañe... porque cada consciencia se nutre de aquello que la alimenta... porque cada consciencia responde a sus propia esferas, y si estas no suenan, aún viviendo, está muerta...
Carmen Conde Sedemiuqse Esquimedes
supe que no se explica lo que no se quiere entender... supe que no se argumenta lo que no se quiere escuchar... supe que no se muestra lo que no se quiere ver... supe que la soberbia sólo conduce a un camino donde el espíritu va a arder... supe que del cinismo no se debe beber... supe que de la hipocresía nada bueno puede emerger... supe que todo ello es cuestión de piel... supe que no quiero estar donde el amor no se puede ver...
supe que los ancestros todo lo ven... supe que los ángeles todo lo ven...
supe que no verlos no modifica el sentido del papel... supe que lo que no se escribe, nadie lo va a leer... supe que lo que no se dice, alguien lo va a suponer... supe que hay dedos hábiles para señalar culpables por fuera del propio riel...
tome mis ramas de olivo y me fui hacia él... he aprendido con el tiempo, a distinguir quién es quién... cuando la palabra hiere, no hay razón alguna para permanecer... aquello que no se escribe, nadie lo habrá de leer. ABRIL 09, 2017.-
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