viernes, 22 de septiembre de 2017

RENDIRSE JAMÁS || Historias a las que siempre conviene volver | Blog Tendenciosas | EL PAÍS

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Historias a las que siempre conviene volver

Dos reediciones (un cómic y un reportaje) traen a la mesa de novedades historias propias y comunes que han sobrevivido al paso del tiempo

Ilustración de Fernando Vicente

Ilustración de Fernando Vicente





Las buenas obras, las buenas de verdad, merecen siempre una segunda oportunidad. Se publican ahora en España dos reediciones (un cómic, una crónica), cuyo valor les ha permitido sobrevivir al paso del tiempo, que en el mundo editorial se traduce como escapar de la rueda que condena a los libros al olvido tras abandonar la mesa de novedades.
Historias a las que siempre conviene volver
En primer lugar empezamos por Seth (en realidad, Gregory Gallant), autor de cómic canadiense que apostó en los noventa por la autoficción y su propia biografía como formas de llevar el cómic a un terreno más maduro y adulto y poder expresar otro tipo de emociones a las que el medio nos tenía acostumbrados: el amor por los tiempos pasados, sus dudas sobre el papel del dibujante en el mundo actual o la capacidad del cómic como medio narrativo para expresar la vida.
La vida es buena si no te rindes, su obra maestra, narra la búsqueda de Kalo, un dibujante de The New Yorker ficticio, (aunque algunos creyeran real), con el que el pripio Seth se obsesiona. Una búsqueda que en realidad no es más que un McGuffin hitchcockiano que funciona para que el autor plasme en la página sus pensamientos y entrañas.
El libro apareció por primera vez, de modo serializado, entre 1993 y 1996 y cuya versión completa dio a Seth un puesto preminente en el mundo del cómic. Ahora Salamandra Graphic la trae de vuelta al mercado en una edición cuidada y accesible. Una maravilla muy recomendable.
Historias a las que siempre conviene volver
“He leído con el máximo interés el libro de John Reed, y lo recomiendo a los trabajadores del mundo. Es un libro que me gustaría ver publicado por millones de ejemplares, traducido a todas las lenguas”. No es un crítico el que dice estas palabras, sino un tal Vladímir Ilich Uliánov, más conocido como Lenin.
Diez días que sacudieron al mundo (eso traduce Íñigo Jáuregui, aunque en algunas traducciones el título es Diez días que estremecieron al mundo, o Diez días que conmovieron al mundo, en cualquier caso, Ten Days that Shook the World), fue el libro que en 1919 el periodista estadounidense John Reed (el mejor cronista de la revolución rusa, en palabras de Vázquez Montalbán), publicó narrando los acontecimientos de la soviética Revolución de Octubre. Un trabajo polifónico que abarca testimonios de protagonistas de todos los estratos, de la calle a los despachos pasando por el ejército, y que recoge el pulso y el devenir de esos días que tan gran impacto causaron en el devenir no ya de Rusia, sino de todo el mundo en el siglo XX.
Reed, que ya acompañó a Pancho Villa en su propia revolución, narra aquí, desde Petrogrado, el ascenso al poder de Lenin y los suyos en poco más de una semana. Un libro que estrena una nueva forma de narrar y que va formando (junto a otros libros como el Hiroshima de John Hersey) la sopa primigenia de la que después saldría el llamado Nuevo Periodismo.
Nórdica, en colaboración con Capitán Swing, reedita ahora el texto en el centenario de la Revolución Rusa, en una estupenda edición generosamente ilustrada por el gran Fernado Vicente.
Dos revisiones, o revisitaciones, de textos imprescindibles, a los que conviene echar un ojo. Para conocer nuestra historia, y para conocernos a nosotros mismos, que viene siendo lo mismo.
Historias a las que siempre conviene volver

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