viernes, 8 de enero de 2010

constelación del Cisne...


Evangelio: Lucas 5,12-16
"En seguida le dejó la lepra"


Una vez, estando Jesús en un pueblo, se presentó un hombre lleno de lepra; al ver a Jesús cayó rostro a tierra y le suplicó: "Señor, si quieres puedes limpiarme." Y Jesús extendió la mano y lo tocó diciendo: "Quiero, queda limpio." Y en seguida le dejó la lepra. Jesús le recomendó que no lo dijera a nadie, y añadió: "Ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés para que les conste."

Se hablaba de él cada vez más, y acudía mucha gente a oírle y a que los curara de sus enfermedades. Pero él solía retirarse a despoblado para orar.

el dispensador dice:
piensa, piensa, piensa,

en qué momento la brisa deja ser leve,
para transformarse en torbellino...

en qué momento el viento se arremolina,
para convertirse en huracán...

en qué momento el sueño suave,
se transforma en pesadilla...

en qué momento el fresco atinado,
se convierte en frío abismal...

en qué momento el calor placentero,
se desboca hasta convertirse en quemadura...

en qué momento el sabor deleitoso,
se transforma en veneno...

en qué instante la fragancia intensa,
ahoga el sentido y se convierte en tóxico...

en qué momento el murmullo musical,
aumenta sus decibeles haciéndose insoportable...

en qué momento el amor,
deja de ser mirada para anidar en la conveniencia...

en que momento la mano abierta,
deja de ser tal para convertirse en un puño cerrado...

en qué momento la mirada humilde,
pierde su condición para tomar ventaja...

en qué momento el alimento,
deja de nutrir para contaminar tu sangre...

en momento el alma de niño,
pierde la inocencia para convertirse en depredador...

en qué momento la suavidad se convierte en violencia destructiva...

piensa, piensa, piensa,

el agua que se desprecia,
el aire que se desprecia,
la fragancia que se desprecia,
el alimento que se desprecia,
la mano que se desprecia,
el alma que se desprecia,
el don que se desprecia,
la gracia que se desprecia,
aquello que se miente,
finalmente te regresa...

no sabrás cómo ni tampoco cuándo,
pero enfermará tus sentidos,
invadiendo tu tiempo,
equivalente a los que hayas herido...

sólo la FE cura el alma,
abre tu espíritu a lo genuino,
sé sabio para reconocer las diferencias que te propone la vida...
no sea que tu mismo,
perdiendo tu tiempo,
seas el que se haga cargo de aquella herida...

el dispensador: cisnes y almas de terciopelo. Enero 08, 2010.-
DEDICADO A: los espíritus de la constelación del Cisne
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