ECOS y SILENCIOS, en el pentagrama de MARGA FUENTES
ECOS y SILENCIOS
Ayer veía el mundo como un jardín,
gramilla verde, flores por doquier,
rosas, claveles, colores, sinfonía de ellos,
aves de paraíso bebiendo néctares,
sonrisas, afectos, miradas, cercanías...
Creciendo, el jardín ya no está,
pero uno insiste, lo busca,
deseo revivir el sosiego,
salir de la batalla por el sobrevivir,
pisar descalzo el suelo verde,
descansar la vista en los colores,
aletargar los oídos en el canto de los pájaros...
Pero te vas, indefectiblemente lo haces,
te alejas del paraíso,
apenas para vivir,
embarullarte en tareas tediosas,
otras agradables, responsabilidades, compromisos...
te sumerges en la vida,
creyendo que con ello
sintonizas con los tiempos adultos...
Lejos del jardín,
tus ojos siguen viendo lo mismo,
pero ya no eres niño,
vas perdiendo esa singular sensibilidad,
y te vas fosilizando, sin quererlo,
endureciéndote para afrontar el viento.
Los amaneceres se disfrutan, sí,
pero duran poco...
Los atardeceres se disfrutan, sí,
pero duran poco...
¿qué es más profundo?,
aquel cielo tachonado,
guirnaldas colgando sobre tu alma...
ese Sol magnificente,
iluminando tus horas en las sombras...
La vida es semejante a una red,
te vas enrollando sin darte cuenta,
y si cometes el desatino de regresar la mirada,
descubres que el jardín ya no está,
sensación de vacío,
desfiladeros de sombras,
sediento corres buscando un oasis,
fuente divina a tus pies...
con arrugas en las manos,
con dolores en los pies,
vas asumiendo el tiempo,
como una escalera que nos va alejando,
de aquellas percepciones
que simplemente conforman los recuerdos,
los sueños, ilusiones, esperanzas,
creaciones, sensaciones de aquel que alguna vez fue un niño...
De repente sientes el invierno,
agobian los veranos,
las primaveras ya no son aquellas,
pero los otoños, abril!, hojas crujientes,
nada más viviente, rojos intensos,
un acer condescendiente mece sus hojas,
dejando un manto para que te descalces...
Pocas cosas te conforman,
miras al cielo,
si es noche en cada estrella,
hay un espíritu que te ilumina,
por el sueño te guía,
no desesperes, la vida es una ilusión,
nada de esto existe verdaderamente,
apenas son los extraños juegos de la mente,
esos que te distraen un tiempo,
hasta que asumes que la vida,
esta vida,
es apenas un pedazo de tiempo...
el dispensador: de viajes y viajeros. Enero 04, 2009.-
DEDICADO A: MARGA FUENTES... "arráncame la vida de un tirón, el corazón ya lo he entregado...".
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