rincón de playa,
acantilados majestuosos,
temibles alturas,
imagen inolvidable,
arenas escasas,
rocas revueltas...
nidos, aves, aves, nidos,
aguas revueltas,
energías tremendas...
te sientas en una roca,
te mojan las fuerzas de Neptuno,
anunciando que estás en su dominio,
que no eres nada ante sus capacidades,
admiras aquello que te enseña,
aprendes que siempre hay más detrás del horizonte,
existe un destino, un llamado...
dejas que el agua juegue con tu cuerpo,
te llegan caracolas con mensajes,
debes estar atento a los sonidos,
desentrañar las señales,
que te anuncian significados,
sólo para los buscadores genuinos,
sólo para los que respetan los sentidos,
los esenciales sentidos de las cosas,
por qué esto aquí y no allá,
por qué esto allá y no aquí,
te rindes ante la sabiduría intangible
de los equilibrios vivibles...
me gusta sentir la brisa salada en mis labios,
siento la sal seca en la frente,
se me arrugan las manos,
transitando la vida inclemente...
el mar me devuelve energía,
para ahogarme en el día,
del destino hirviente,
de lágrimas mezcladas con aguas silentes,
llevándose un poco de esencias ajenas
a ese mundo de invisibles sabios,
donde las armonías son otras,
las consonancias enredan cabellos,
las hermosuras distintas, embelesan los cuerpos...
me gusta admirar el océano desde la costa,
caminar la playa,
meditar cobijado por el murallado,
he perdido el destino, admirando el pasado,
veo la imagen de mi madre,
caminar por las olas descalza,
sin sus pies pero con su manto,
me he guardado finalmente en la montaña,
harto de escuchar mi llanto...
regreso en soledad a las profundidades,
Neptuno y su tridente esperan pacientes,
a un humano en busca de su manto,
perdiendo a mi madre me encontré con mi llanto,
me ahogué en suspiros de lamentos pasados,
no me enfrento a Dios, sólo pido su mano,
su comprensión y su impulso,
para entender esta vida, con el último aliento,
no me importa flotar, no me interesa el tiempo,
sólo transito la vida según lo indican mis sentimientos.
el dispensador: nadando en la nada. Enero 10, 2010.-
DEDICADO A: Federico que está aprendiendo a nadar en mares agitados, busca esencias dulces y burla a las enseñanzas amargas...
Barranca de los Lobos, Chapadmalal... cuna de visiones de Juanita.
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