Falleció Alberto Lysy, cofundador de la Camerata Bariloche
Reconocido a nivel internacional, el destacado violinista falleció el jueves a los 74 años. En Suiza y a los 74 años murió el jueves el destacado músico argentino Alberto Lysy, de reconocida trayectoria internacional y cofundador de la Camerata Bariloche.
Con la Camerata recorrió el mundo representando a la Argentina y en 1971 dejó este conjunto para fundar, junto a otros artistas argentinos y extranjeros, la Camerata Lysy, agrupación con la que ha recogido sus más grandes éxitos.
Nacido en Buenos Aires, a la edad de cinco años comenzó sus estudios de violín bajo la dirección de su padre, para continuarlos más tarde con el maestro Ljerko Spiller. A los diecisiete años, tras haber ganado importantes premios nacionales, partió rumbo a Europa.
En 1955 fue laureado en el Concurso Internacional Reina Elisabeth de Bruselas, siendo la primera vez que un artista argentino obtenía ese galardón. Allí conoció a Yehudi Menuhin, miembro del jurado junto con David Oistrakh, Zino Francescatti y otros grandes violinistas. Menubin se Convirtió en su maestro y mentor en el mundo musical europeo, y desde entonces el nombre de Alberto Lysy comenzó a ser ampliamente considerado en diversos países.
Lysy ha participó en los principales festivales europeos junto con músicos de la talla de Benjamin Britten, Peter Pears, Pablo Casals, Gaspar Cassadó, el propio Menuhin y Nadia Boulanger. Como solista tocó bajo la dirección de Pierre Boulez, Colin Davis, Adrian Boult e Igor Markevitch, y con orquestas como la Filarmónica de Nueva York, la Sinfónica Nacional de Washington, la Sinfónica de Londres, la Filarmónica de Londres, la RAI de Roma y la Filarmónica de Ámsterdam. Actuó en el Concertgebouw de Ámsterdam, el Queen Elizabeth Hall de Londres y el Victoria Hall de Ginebra, habiendo realizado extensas giras por los Estados Unidos, la ex Unión Soviética, China, Japón, el extremo Oriente y Copenhague.
Ha recibido a lo largo de su carrera el reconocimiento de numerosos monarcas, gobiernos y sociedades musicales.
(Datos biográficos:
www.ciweb.com.ar)
el dispensador dice: heredé de mi madre el amor por lo clásico... Tchaicovsky, Bach, Haendel, Strauss, Chopin, Vivaldi, Mozart, Beethoven y tantos otros circulan por mis venas, compartiendo mis silencios tanto como mis vivencias. Atesoré de ella muchas cosas pero finalmente aprendí que sólo se guardan las esencias, esas que se anudan al alma dándote consciencia. La Camerata Bariloche solía (también lo hace aún), como dije, acompañar mis silencios, profundos viajes a otras dimensiones donde dejo a mi espíritu para que se renueve y se preserve de los malos vientos. Suelo sumergirme en sinfonías, oberturas y otros genios, para refrescar el alma y soñar despierto. Todos los silencios guardan razón y de allí se extrae mi amor por el pentagrama que nutre el alma. No me saturo en ello, porque las notas flotan entre mis neuronas y hacen sinapsis sinfónicas, busco enlazar los recuerdos de otras notas que no pierdo. A veces se me van por un tiempo para regresar como un descubrimiento de algún giro no reparado antes. Pero los humanos pasamos mientras que el genio de la música permanece. Estoy seguro que en el mundo de las ideas, se regocijan con el significado de la música, venga del instrumento que sea... me guardo para otra vida mi asignatura pendiente de ahogarme en un piano, tal lo hacía madre. Enero 02, 2010.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario