miércoles, 12 de octubre de 2011

CRISTAL


el dispensador dice:
repentinamente,
la imagen vino a mi mente,
de cristales se trataba,
el cristal de roca estaba,
oculto de las miradas,
entre barros y plantas,
helechos y verdes en bandas,
parecía estar esperando mañanas,
en realidad era otra su expresión,
de silencios su canción,
los cristales esperaban,
un alma que acompañara,
el sentimiento de la piedra,
a veces permanecen entre hiedras,
escondiéndose de posesiones raras,
hay humanos que han pasado,
robándose los legados,
de piedras silenciosas,
no han atendido sus quejas,
por artilugios de viejas,
han entregado su esencia,
permanecen sobre repisas,
que venden poderes de prisas,
han perdido sus suelos,
lugares propios de abuelos,
donde residían ancestros,
hoy sólo se ven cestos,
llenos de pobrezas ajenas,
las gentes andan depredando,
aquello que les convenga,
para vender ilusiones,
humanos sin corazones,
es lo único que se aprecia,
mientras la tormenta arrecia,
los espíritus andan ocultos,
salvándose de los insultos,
que nacen de las pobrezas,
desprecios que arrasan tanto,
como las discriminaciones al canto,
ya no es cuestión de negros o blancos,
lo que se desprecia es el llanto,
de aquellas almas vacías,
que han perdido sus días,
robando esperanzas tras esquinas,
escondidos en las sombras,
no todo son alfombras,
donde se ocultan despojos,
el mundo está repleto de rojos,
raras entidades con tridentes y colas,
felices entre extrañas llamas,
lo que se queman son almas,
perdidas y sin sus calmas,
que han pronunciado palabras,
que han herido esencias de palmas,
quitando las esperanzas,
a ajenas voluntades,
quebrando sueños cultivados,
con ansiedad e incertidumbres,
el fuego está haciendo herrumbres,
de esos seres humanos,
que creen que el infierno es texto,
de un loco y extraño legado,
sin darse cuenta temprano,
que aquello que no has sembrado,
más allá te será facturado,
y no habrá queja que salve,
al espíritu que se ha quebrado,
la piedra que has hurtado,
que no se ha atendido ni escuchado,
ha sido el ángulo que se te ha cobrado,
por haber quitado a otros el sentido de sus pasados...

los cristales están presentes,
observando a las gentes,
en sus rutinas y quehaceres,
los afanes que no quieres,
los que no asumes y consumes,
son los que conducen al infierno,
lugar de llamas y eterno,
donde residen las mentiras,
los olvidos y las ausencias,
las trampas y las impaciencias,
los oportunismos y las cadencias,
los disimulos y más desprecios,
las burlas y hasta los necios,
lo que no es fruto sin precio,
se aprecia en los espejos,
donde se reflejan circunstancias,
de las penas en sus estancias,
lastimar a las otras almas,
no suma beneficio alguno,
de la Tierra no te llevas nada,
sólo lo que has sembrado,
aquello que no pudo ser ocultado,
a los cristales que no han sido vistos,
pero que observando han estado,
a espíritus no respetados.

el cristal yaciente,
se hace de espíritus consonantes,
va virando ciertos óxidos,
que tomando del aire,
espejo de raras fuentes,
que captan las auras hirientes,
de seres que venden sus almas,
a conveniencias sin calmas,
para ganar ningún espacio,
creyendo que el sufrimiento del otro,
se vende como sentimiento,
de lamentos y compasiones,
sin apreciar que hay canciones,
de las que no emanan corazones,
que no tienen notas ni soles,
son propiedades de diablos,
que no saben de razones,
tampoco de circunstancias,
el mundo está dividido,
por varias dimensiones,
alguna es imperio de ángeles blancos,
otra es común a los barros,
lo que hierven son los destinos,
de oportunismos y aprovechados,
las ventajas que no has tomado,
aquellas que has respetado,
algunas que se han sorteado,
perdido y hasta olvidado,
justo serán las mismas,
las mismas que pudieron haberte salvado.
Octubre 12, 2011.-
 
te ví aquel mediodía raro,
en aquel mi Brasil amado,
pedras Pedro se llamaba,
allá en la ciudad de Sao Paulo,
no sé cual fue su llamado,
pero el cristal me ha encantado,
fuiste mi guía callado,
en aquellas horas de asombro,
en algún lugar dejé mi hombro,
por lágrimas propias empapado,
pero aquí me quedo sin enfado,
no guardo aflicción alguna,
estoy andando sin penas,
llevando la frente alta,
mis ojos al descubierto,
he transitado desiertos,
lugares que he amado,
allí justo he hallado,
lo que había dentro de lo enseñado,
la esencia que no has mirado,
será la que te habrá cegado,
inhabilitando los horizontes,
de aquel lejado pasado.
Los óxidos que he acumulado,
son los que han indicado,
el deterioro de las auras,
almas que viven sin calma,
se consumen en extrañas tramas,
el árbol que no tiene ramas,
no expresa frutos ni es hogar de ranas,
las hojas que no se han leído,
las flores que no se han dicho,
del espíritu se han marchitado,
la gracia que no se ha reconocido,
suena a género descosido,
ahora todo es pasado,
no hay mañana en el infierno,
se habla de tiempos evaporados,
¿sabes lo que significa?...
descubrir que nada ha sido tapado,
que todo yace en su lapso,
nadie se ha escapado,
de los dones que ha negado.
Octubre 12, 2011.-

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