EXPOSICIÓN | Polonia
El conmovedor arte de Auschwitz
Uno d elos dibujos expuestos en el Museo de Auschwitz. | AP- El museo del campo de concentración muestra los dibujos de sus internos
Creaban para sobrevivir. Y no hablamos de una supervivencia espiritual, como seres humanos con dignidad, en medio de un campo de concentración nazi, sino de evitar incluso, o al menos posponer, su propia muerte.
El Museo de Auschwitz muestra desde ayer fotografías de caricaturas, cuentos y otras obras realizadas por los prisioneros del campo de exterminio nazi de Polonia durante la Segunda Guerra Mundial. Algunas de ellas eran elaboradas en secreto, a escondidas de los crueles guardias. Otras servían para venderse fuera de los campos, como producción de trabajadores forzados, o para trapicheos del personal del campo, que procuraba mantener con vida a los prisioneros de los que sacaba un beneficio personal.
La exposición 'Arte prohibido' presenta un total 20 fotografías de pequeñas obras realizadas por los presos de Auschwitz, donde fueron asesinadas más de un millón de personas entre 1940 y 1945, así como algunas otras halladas en Buchenwald y Ravensbrueck. Su valor histórico y emocional es muy superior al artístico, aunque entre ellas hay dibujos muy bien valorados por expertos en arte. En cualquier caso, se trata de obras que ayudaron a los prisioneros a evadirse de la amenaza de muerte constante y llevan impresa una angustia oculta tras la apariencia de normalidad. Cada imagen está acompañada por un comentario histórico y material de archivo, así como por los datos biográficos que se han podido reunir sobre cada uno de sus autores.
"Detrás de cada uno de estos trabajos hay una historia conmovedora", explica una de las historiadoras del museo, Agnieszka Sieradzka. "Así, nuestra exposición no sólo es un encuentro con el arte sino también una importante lección de Historia". Los dibujos muestran la suerte de los reclusos, escenas de la vida cotidiana o retratos. Se incluyen también algunas partituras de pequeñas composiciones musicales y cuentos de hadas que algunos prisioneros escribieron para sus hijos que son "especialmente conmovedores", según el portavoz de Auschwitz, Pawel Sawicki.
La exposición permanecerá en Auschwitz durante dos semanas y después viajará a varias ciudades de Estados Unidos.
el dispensador dice: guardar memoria sin permanecer atado a los dramas del pasado, parece fácil, dista de serlo porque el ser humano deja de ser quien es ante las situaciones límites, para luego ser algo distinto, definitivamente distinto. Las imágenes no se van más, tampoco los hechos que quedan en suspenso en el aire, invisibles, pero respirables, por ende impregnándose en las almas de quienes son sensibles al sufrimiento innecesario, ese que impone la necedad del hombre sin que forme parte del destino divino. Más allá de las creencias, más allá de las visiones de la vida, más allá de los deseos, las necesidades, las ilusiones, el ser humano se caracteriza por la memoria de su esperanza, sus esperanzas, esas que lo impulsan hacia un mañana necesario distinto o igual al que sostiene en un determinado momento de su tiempo. El Siglo XX ha sido tóxico para el ser humano, para sus creencias, para sus esperanzas, no así para su memoria que se ha visto atrapada en distintos "momentos de golpes" que han despreciado la calidad humana derruyendo la condición humana, desmereciéndola. Ello ha dejado en evidencia que el peor de los demonios es aquel que anida en el hombre que carece de alma y niega su espíritu... El Siglo XX enseñó una renovada inquisición que demandó cientos de miles de destinos inocentes, anónimos, humildes, entregados sin más a lo que les propuso su circunstancia... pero las almas que ascienden en el dolor extremo, aquel que produce un pesar, un daño, una muerte que se sitúa más allá del destino escrito, desciende en busca del tiempo que le fue quitado... porque así debe ser... no hay razones del hombre superiores a las razones divinas de la creación, de sus ciclos y sus verbos causales, sus gracias y sus dones. Así ha sido siempre desde la hora cero de la creación... ya que todo, toda vida, todo árbol, todo cielo, toda gramilla, todo ser, guarda un motivo que el ser humano desconoce. El Siglo XXI expone nuevas desidias humanas y la naturaleza le recuerda al hombre su finitud, permanentemente, implacablemente... aquellos que dejaron sus vidas a manos de terceros y sus soberbias, aquellos que sobrevivieron a la locura de los genocidios de cualquier índole y factor, Dios les concede la oportunidad de ser gracia recobrando sus destinos a partir del momento justo en que fueron cortados... error de errores porque ningún hombre es propiedad de otro hombre... no lo han entendido los imperios, tampoco lo han hecho los iluminados corporativos y sectarios... nadie es dueño del destino del prójimo... por ende lo que hombre arrasa, deberá renacer renovado a efectos de atravesar su gracia y ser luz divina, destello de la esperanza truncada. La memoria individual se ata al mundo de las ideas, así como la memoria colectiva se ata a una consciencia cultural y pública que es consonante aún cuando no se pueda ver su entidad... es así que lo andado, lo vivido, bueno o malo, flota como hecho en el espacio y permanece de cara a los tiempos, porque ello da sentido a los ciclos, sus espirales y sus ADN´s... aún cuando cueste entenderlo, así es. La memoria es una fuente de creación, infinita, tanto como la esperanza que la nutre... Octubre 20, 2011.-
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