Narrador, ensayista, traductor, editor, músico.
Es PhD en literatura iberoamericana y teoría por la Northwestern University. Director de H enciclopedia y miembro del Comité editorial deinterruptor. Ha publicado, entre otros, las novelas Artigas Blues Band (1994), Troya Blanda (1996) y Semidiós (2001), los volúmenes de relatos Qué nos ponemos esta noche (1991) y Buenas noches, América (2004), los volúmenes de ensayo Retroescritura (1998) yMal y neomal. Rudimentos de geoidiocia (2007), y el estudio y selección Orientales: Uruguay a través de su poesía (1996 y 2010). Tradujo al castellano The Two Noble Kinsmen, de William Shakespeare & John Fletcher (2001 y 2012). Publicó la obra de narrativa Cielo ½ (2013).
Es PhD en literatura iberoamericana y teoría por la Northwestern University. Director de H enciclopedia y miembro del Comité editorial deinterruptor. Ha publicado, entre otros, las novelas Artigas Blues Band (1994), Troya Blanda (1996) y Semidiós (2001), los volúmenes de relatos Qué nos ponemos esta noche (1991) y Buenas noches, América (2004), los volúmenes de ensayo Retroescritura (1998) yMal y neomal. Rudimentos de geoidiocia (2007), y el estudio y selección Orientales: Uruguay a través de su poesía (1996 y 2010). Tradujo al castellano The Two Noble Kinsmen, de William Shakespeare & John Fletcher (2001 y 2012). Publicó la obra de narrativa Cielo ½ (2013).
En 2011 el libro Porno y posporno, del cual es coautor, recibió el premio de ensayo del Ministerio de Ecuación y Cultura. Durante años fue redactor en jefe de la Guía del Mundo: el mundo visto desde el sur, y editor de Social Watch. Relatos suyos han sido recogidos en diversas antologías, nacionales e iberoamericanas. Ha tenido prolongada colaboración con páginas culturales uruguayas, desde el semanario El popular, pasando por La República de Platón, dirigida por Sandino Núñez, la redacción de Culturas, suplemento cultural deEl Observador. Fue columnista de Insomnia, suplemento cultural de la revista Posdata. Desde 2003, compone música de rock y canta. Banda actual: Amir y los elefantes. Es colaborador de la publicación semanal Tiempo de crítica de la revista Caras y Caretas. Es docente de comunicaciones en la Universidad ORT. Es investigador de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII).
ENCOMIO DEL DIOS GERMEN
Póstumo y viral
Amir Hamed
1. Viral.
Desde que en 1898 H G Wells publicara La guerra de los mundos, hemos quedado encerrados en la imaginación del virus. El libro vio luz meses antes de que, en 1899, Martinus Beijerinck, aislara el primer virus conocido, el del mosaico del tabaco, y al momento, los virus aislados y descritos superan los 5.000. Sin embargo, detenerse en su cuantía es irrelevante; lo que cabe apreciar es que menos importantes son los virus que la imaginación del virus. Hoy, por ejemplo, el virus ha hecho cuerpo en los zombis, ayer hombres y mujeres que, porque algo invisible puebla el aire, se transforman en una carne semoviente y sin deseo, en una muchedumbre de virus bípedos, es decir que el zombi deviene su propio virus, que va contagiando a la humanidad hasta reducirla a cero. Ayer, los extraterrestres de Wells, superiores tecnológicamente a los terrícolas, sucumbían entonces a los microbios del resfrío, como demostrando que el vigor planetario consiste en su capacidad para producir y resistir virus.
Y ciertamente, la modernidad surgió a partir de virus, aquellos que los europeos transportaron a la Terra Incognitaque luego se bautizaría como América. Los pueblos americanos, como se sabe últimamente, sucumbieron, sí, pero menos que ante los cañones y armaduras de los europeos, ante sus pestes. Bernal Díaz del Castillo, en su Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España, dijo que lo que encontraron en Mexico-Tenochtitlan era reminiscente de las fábulas de caballerías (algo que llevaría a los escritores del boom latinoamericano a reivindicar las novelas de caballerías denunciadas por Cervantes), pero más dejó en claro que las armaduras de metal los cocinaban a fuego lento en el calor mesoamericano, y que los conquistadores abrazaron los calpullis, armaduras de algodón de los nativos, al tiempo que se les humedecían los cañones en los pantanos y quedaban inservibles. Sin embargo, los españoles habían venido armados con una notable cantidad de virus para los que los americanos, aislados por miles de años, no encontraban defensas, y fue así que la viruela, contagiada por el agua en la que los muy higiénicos mexicas se bañaban a diario, aniquiló las defensas de Mexico-Tenochtitlan. El episodio de la caída de la capital azteca es emblemático, porque sentó las bases para toda la conquista del territorio, y marcó, también, el asombroso exterminio de la población originaria de América, que en los primeros 130 años después de que Francisco del Puerto gritara “Tierra, tierra”, según se estima, se habría reducido un 95%.
La modernidad, que ponía al hombre como agente de la historia en Maquiavelo, como sujeto que hace del mundo representación (Descartes), había empezado en 1492, cuando una civilización del virus hizo de los pueblos de América sus aliens, su no-gente: no hubo, como con Alejandro Magno o con Roma, un imperio que incluyera al conquistado en una nueva civilización: se dijera que la gigantesca fosa atlántica, por un lado, y la aniquilación viral, hicieron imposible traer de América cultura, desembarcando en Europa solo sus minerales y cultivos, oro y plata, también cobre, chocolate, tabaco, papas. Se podría pensar que, ya por entonces, conquistar América era una empresa semejante a hacerse hoy con Marte. Imponer colonias, viralizar el territorio, cargarlo no solo de gentes sino además de vacas y caballos, de cerdos y ovejas, y también de gérmenes que transformarían para siempre el sistema no solo humano sino también la entera fauna y flora americanas. La imposición que hicieron los colonos de sus animales, granos y frutos (cítricos, manzanas, arroz, café) y de sus enfermedades fue denominada por Alfred Crosby, en 1986, imperialismo ecológico. Los europeos, en sus barcos, emplazaron en América su biota, y esta biota aniquiló la existente.
En este sentido, cabe entender que la novela de Wells no era sino la transposición, en clave inversa, de una guerra futura en la que los terrícolas, confiados en su superioridad viral, podrán barrer con los nativos de otros planetas, por más que estos puedan llegar a estar tecnológicamente más avanzados. Más recientemente (1997), Jared Diamond, en Armas, gérmenes y acero. Breve historia de la humanidad en los últimos 13.000 años, ha venido a explicar este imperialismo, sin llamarlo así, por la mayor capacidad de los “euroasiáticos”, según los denomina, para producir virus, algo que en su origen estaría signado por su capacidad para domesticar animales y absorber sus virus. Los americanos, por ejemplo, y según señala Diamond, solo habrían domesticado camélidos, como la llama, la vicuña y la alpaca (y eso, por otra parte, no hace sino recordar que, según algunos, habría que encontrar los orígenes de la sífilis, que arrasó prontamente Europa mientras Pinzón mandaba sus barcos de regreso con productos de las primeras colonias ultramarinas, en la cópula de europeos con llamas y vicuñas).
2. Rizoma.
Durero (Albrecht Dürer) declaró que jamás había visto maravilla tan grande como las dos grandes ruedas, de oro una, de plata la otra, que Moctezuma envió, a través de Hernán Cortés, al emperador Carlos V, y con esto logró que las exhibieran durante dos meses antes de que las fundieran. Europa, civilización viral, nada quiso saber de este por así decirlo, “mal americano” (como llamaron tempranamente a la sífilis). Acaso, a su manera, los europeos no estuvieran preparados, por entonces, para recibir ningún virus americano, por lo que lo más aconsejable era, profilácticamente, pasarlo a moneda conocida, es decir, a lingotes, y desposeer el regalo de la alteridad (el americano) de toda impronta cultural, sea cosmológica o ritual. Como señaló en su momento Tszvetan Todorov, por más que a Durero lo hayan asombrado las ruedas, éstas no influyeron en lo más mínimo en su pintura: antes y después, fue un neto pintor renacentista.
Tal vez el más perfecto acto de asimilación cultural denegatorio de este contacto sea la proclama de los franceses quienes, para el siglo XVIII, insistían que Francia se extendía hasta aquel punto del planeta hasta el que llegaran las papas fritas. La consagración pictórica de este aserto, que sería remate para todo lo que no pintó Durero, acaso hubiera que encontrarlo en las pinturas de Van Gogh, atentas a las papas, que descansan en cesto, aparentemente inocentes (a fin de cuentas, la crisis de la papa irlandesa había traído la subsiguiente llamarada revolucionaria de 1848) y parte fundamental de la dieta campesina (ver su “ Papas en un cesto” y “Los comedores de papas”).
El segundo gran movimiento francés sobre la papa, es decir, de apropiación cultural de la papa, movimiento que habría que entender antiviral, llegó en 1972, en El Antiedipo. Capitalismo y esquizofrenia, de Deleuze y Guattari, quienes esgrimen el rizoma como imagen de pensamiento, como un modelo descriptivo y epistemológico en red, que oponen al jerárquico del árbol.
La Historia, dirán allí y luego en Mil mesetas (1980), es un modelo basado en el árbol, que establece un tronco común, del que se desprenden ramas, y de estas ramas, otras, como el árbol que uno planta en su casa, en la plaza pública, etc. Pero el rizoma establece una relación que no es de raíz sino reticular, nomádica: a la Historia, que es arbórea, contraponían el nomadismo de la red, los tallos subterráneos con retoños múltiples, que crecen de forma horizontal y cuyos nudos emiten raíces y brotes.
Nudos (nodos), brotes que son terminales de una interconexión ilimitada. Hasta hace no mucho, el rizoma, que vendría a ser respuesta a una hecatombe viral, asunción europea de un cataclismo americano, resolución cognitiva, algo retardada, a la primera de la guerra de los mundos, había sido la imagen privilegiada para dar cuenta del funcionamiento en red que nos ha impuesto la informática y eso que, ahora, un tanto apresuradamente, llamamos sociedad de la comunicación y de la información. En la imagen del rizoma, Guattari y Deleuze llamaban a hacer máquina, a coextenderse en prótesis, y preferentemente en prótesis deseantes, sin padre, sin Edipo y sin árboles de raíz común, a abandonarse al flujo del capital.
Hoy, sin embargo, lo rizomático ha sido relegado por loviral. Lo que se lleva es viralizarse, aunque no se sepa para qué. En el rizoma somos máquinas deseantes, en devenires tal vez amorales, pero lo cierto es que en la imaginación del virus impera el mal. Somos zombis, heterodirigidos, impulsados a una inmolación sin deseo; no cesamos como organismo, pero mutamos, matamos lo que éramos para devenir otra cosa, salvo que no en cosa deseante sino en zombi.
El virus, algo que de alguna forma ya sabían esos mesoamericanos que veían, en los europeos, demonios, es el mal; más devastador cuanto más impalpable, cuanto más ínfimo. Unos teóricos más bien recientes, los difusionistas, suelen esgrimir el siguiente episodio: una hormiga trepa insistente en una hoja de pasto y cae, trepa y cae, y lo hace porque, dentro de ella, se aloja un parásito cerebral que necesita ir a dar al estómago de una vaca o de una oveja. Es decir que en el pasto no hay nada para la hormiga pero sí para el parásito (dricoelium dendriticum), y el esforzado insecto va a la muerte para beneficio exclusivo (como en elAlien de Riddey scott) de su inquilino. Si lo rizomático responde a un tejido subterráneo y nutricio, lo viral, por su parte, no es sino un empuje parasitario, que necesita convertir a sus usuarios ya no en máquina sino en una carne anafrodisíaca e inarticulada, una carne que alimenta imágenes de pensamiento heterónomas, provenientes, o de una matriz superior y ajena, o de los impalpables demonios del aire.
3. Meme.
Según los difusionistas, los memes son la unidad deinformación cultural transmisible de un individuo a otro, de una mente a otra y de una generación a la siguiente. El neologismo fue acuñado en 1976 por Richard Dawkins en su libro El gen egoísta (The Selfish Gene), buscando emparentarlo fonéticamente con “gene”, y subrayar su similitud con otros dos términos, “memoria” y “mímesis”. Los memes, claro está, son virales, una suerte de “cadena de ADN con actitud”, según otro difusionista, Daniel Dennett. Algunos, los europeos, o los neo-europeos, para llamarlos como llama Crosby a los que sobrevivieron a la exportación de biota, generan memes, ideas virales que otros toleran mal, porque no conocen anticuerpos, como por ejemplo es mal tolerada por el Islam la pornografía. Los memes son ideas que se contagian, que se viralizan, y que pueden acabar con organismos mal preparados; son virus, organismos parasitarios, que liquidan al huésped indefenso.
Cualquiera podría decir que este inquilinato del parásito, que busca que otro, autoinmolándose, lo alimente, no dista muchode la venerable crítica de la alienación iniciada por Hegel, seguida por Marx y luego continuada, en el siglo XX, por la escuela de Frankfurt. Y quien lo diga, dirá bien. Porque, a fin de cuentas, por qué debo enajenarme en otro, trabajar para otro, cuando debería vivir para mí. Claro que no es de descartar la defensa de lo viral como estrategia de supervivencia por la cual uno esté convirtiéndose en su propio parásito, en una suerte de parásito póstumo. Como se recuerda, en su momento, los esclavos llevados a Haití tras el exterminio indígena del Caribe, rebelados en ese mismo siglo de las papas fritas contra el amo francés, se atrincheraban bajo tierra, para de allí emerger y poner en fuga a las tropas de Europa. El zombi, en ese sentido, vendría a ser emblema del enajenamiento emancipatorio, algo así como un virus de la libertad genéticamente manipulado, que como resultado ha dado algunas cosas: primero, un país que nació póstumo, Haití, y ahora esta cacareada Sociedad de la Información Viral.
En este sentido, viralizarme es repetir la operación cultural por la cual, hace medio milenio, millones de indios fueron inmolados al Dios Germen, y por la que luego unos africanos trasplantados al Caribe se dieron por muertos para proclamar un país que, a saber por sus estadísticas y relato, nació póstumo. Esto vendría a ser lo que digo cuando digo viral.
el dispensador dice: como siempre te digo, y te repito hasta el cansancio, luego de la historia escrita por los "oficialismos" antiguos y nuevos, aparece otra historia... distinta... profunda... reflexiva... que amontona un montón de gentes perdidas entre los intereses de los tiempos... la mayoría de ellas extraviadas intencionalmente por la "historia oficial", esa misma que no se ajusta a ninguna verdad, y sí lo hace a demasiadas mentiras...
la historia de América originaria es diametralmente opuesta a la que aparece en los libros... pero claro está, rige la otra, la distinta, la oficial...
la realidad indica que la conquista contó lo que quiso, y todo lo que quiso aparece en los archivos de Indias... respondiendo a los inoportunos intereses vaticanos, sus inquisiciones, sus escrituras reinventadas, sus conveniencias multinacionales, es decir... todo aquello que recita a Dios pero al mismo tiempo lo niega, usándolo para provecho propio de las miserias humanas escondidas bajo las sotanas, negras, marrones, blancas, azules, o de cualquier tono acorde a las mezquindades que hacen de la solidaridad una condena... para los otros...
América fue arrasada desde el 1492 en adelante... pero la depredación no cesa... y hay varios motivos para ello...
demasiada cultura diversa, o si te gusta más, demasiada diversidad cultural, genuina, legítima... muchas lenguas agotadas y olvidadas intencionalmente... muchos dialectos que no han sobrevivido... mucha papa... mucho maíz... mucho chocolate... mucho alimento para las fibras de los cuerpos... y mucho alimento para los espíritus... algo demasiado peligroso para las conveniencias multinacionales, siempre dispuestas a apropiarse de lo que NO les pertenece por derecho alguno, excepto aquel fabricado por los medievalismos europeos desesperados por poseer lo de los otros, emulando a los criterios reinales... siempre condiciosos de lo ajeno... siempre dispuestos a robar títulos y honores, para luego fabricarse historias épicas a medida de sus miserias humanas... ya que los reyes son humanos y no dejan de serlo a lo largo de sus destinos... siendo que lo mismo le sucede a los dictadores, a los imperialistas, a los demócratas que esconden mezquindades aberrantes, a las derechas y a las izquierdas, y nuevos etcéteras que nutren el desconcierto del Siglo XX, aumentado hacia el siglo XXI...
América resiste, a decir verdad no sé cómo lo hace, pero resiste... sobreviviendo a siglos de depredaciones dinosaurescas, comunes a las angurrias imperiales de los medievalismos enloquecidos... desde luego, para ello se gestó oportunamente, en los inicios de la conquista, un genocidio monumental del que casi no hay registros más allá de las memorias de las razas, parcialidades, linajes y estirpes... no obstante ello, los muertos flotan aún en el aire de sus destinos truncos, reclamando sus tiempos y sus gracias... algo que al imperio no le importa, porque se fue acostumbrando a comer por demás...
no hay una traducción precisa para el término "achik" que proviene de la lengua quechua... se refiere a la luz suprema... algo superior que no se puede identificar, que existe más allá del SOL y sus luces, más allá de Dios y sus ángeles... para entonces, es prudente tener en cuenta que las lenguas americanas tenían una etimología social, de curso habitual, y otra etimología superior, mística, alejada de las rutinas, que habilitaba a los "sabios" de la tribu (cualquiera de ellas) a comunicarse con los Dioses, que eran muchos... tantos como cosas existen... y que siguen siendo tantos como entonces... ya que las cosas para ocuparse son muchas, además de los nacidos como humanos, una pizca entre tanta naturaleza...
así como la historia de Egipto no es la que te cuentan... así como la historia del imperio Persa no es como te la cuentan... del mismo modo, tal diría León Portilla, hay un reverso de la conquista... y te agrego: hay un reverso de la historia... un reverso demasiado tergiversado por las conveniencias de los pretendidos y erigidos "dueños del mundo"... esos que han pulverizado la historia humana, comenzando por las cuentas largas y las cuentas cortas...
ahora bien, más allá del "nada es como parece"... hoy aparecen otras intencionalidades dominatorias... antes los genocidios eran a "mano"... a espada... cuchillo... hasta que la conquista descubrió en todo el orbe no propio, que la sífilis servía para aniquilar poblaciones enteras... y dicho criterio para nada científico, se transformó en estrategia militar... tanto que de allí salieron raros virus mutados primero, clonados y complejos después... lo suficiente como para barrer con todas las molestias del pensamiento equitativo necesario para la raza humana como tal, algo que no es aceptado allá en el imperio, porque a pesar de todo... los blancos son blancos... los negros son negros... y los del medio están condenados por vaya a saber qué escritura sagrada a ser parias de sus propios destinos, descartables ante los deseos del imperio y sus demencias...
para ello, el arsenal de virus y bacterias creados en laboratorios militares y de los otros, se vienen sofisticando desde que los rusos descubrieron que podían convertir al hanta virus en un arma letal, partiendo de formas naturales halladas en la mismísima provincia de Buenos Aires... allá por los años treinta/cuarenta del siglo pasado... de allí en más... mucha gente inocente ha muerto en el mundo humano a manos de las manipulaciones genéticas, la última expresión reciente se verifica en Siria... un país incapaz de manipular tecnología viral... pero bajo intereses suficientes como para disponer de los odios sometidos a las conveniencias de los nichos imperiales...
aclaro que las bacterias y los virus manipulados sirven para exterminar culturas... algo semejante a lo que el glifosato hace con los humanos expuestos... te enferma lo suficiente... no poco... no demasiado... lo "suficiente" como para que ya "enfermo" no se pueda pensar... no se pueda leer... no se pueda aprender... no se pueda vivir... sometiéndose a las curaciones que no curan, sino que conservan la vida latente, asegurando los padecimientos... un mecanismo que el imperio ha sofisticado tanto que hasta parece natural... propio de los suelos, los aires y las aguas... lo cual evita que se hable de envenenamientos a escala global... esto es, nada distinto a lo que cursaba en ciertos campos de concentración allá por los cuarenta... sólo que ahora el modelo se ha expandido y mejorado notablemente, para mal, pero mejorado al fin y al cabo... dejando en claro que los nazis no eran los que se dicen que fueron... sino los intereses de los otros... aliados para y por el mal que los caracteriza a lo largo de la historia humana desde la Grecia para aquí, incluyendo las trampas del imperio romano, miserable per se...
hoy... virus y bacterias globalizados envuelven el planeta...
hoy... virus y bacterias acompañan a la plataforma espacial internacional, aduciendo estudios de resistencia de ambos... virus y bacterias... que han demostrado sobrevivir a cualquier cosa, al igual que los transgénicos... que son inmetabolizables a pesar de la microbiota intestinal... pero de eso no se habla... porque los intereses se ubican por sobre las humanidades de los mortales sin chances...
el otro día... andando por mis montañas amadas... allá por arriba de los tres mil metros... allá por Alfarcito... me crucé con un ángel portador del término "achik"... fue directo, tal suelen serlo... me dijo: "al mal se le terminó el contrato de tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo... se resisten a dejar el poder... pero están condenados por ellos mismos... así es que la luz se está acercando al planeta humano, para envolverlo y conservarlo así por mucho tiempo... así es que Aleluya por los que vayan a nacer bajo esa luz"... dado que estoy habituado a entenderme con ellos, sé que no se les puede preguntar nada... pero a decir verdad, regresé en paz conmigo mismo... así como el tiempo humano se ha doblado, la historia también... JUNIO 08, 2014.-
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