martes, 10 de junio de 2014

SIRACUSA (Συρακοῦσαι) ► La tentación de Siracusa | Actualidad | EL PAÍS

La tentación de Siracusa | Actualidad | EL PAÍS



DESPIERTA Y LEE

La tentación de Siracusa



Cuando Martin Heidegger renunció al rectorado de la universidad de Friburgo y regresó a su tarea docente, escarmentado pero no arrepentido de su colaboración con los nazis, un colega le preguntó con ironía: “¿Qué tal tu viaje a Siracusa?”. Aludía al intento de Platón de convertir a Dionisio, tirano de Siracusa, en un rey-filósofo, aventura fracasada que casi le cuesta la vida. Los intelectuales de todos los tiempos siempre han tenido la tentación de meterse en política, consiguiendo muchas veces que fuese la política la que se metiera con ellos. Algunos les han reprochado este afán, como Julien Benda en La trahison des clercs (aunque él mismo no se privó de ejercerlo también), otros en cambio no han cesado de exigirles ese compromiso… para luego afeárselo si no elegían su bando preferido. Una excelente crónica de episodios a lo largo de la historia de la relación entre intelectuales y poder político se encuentra en el libro de César Antonio Molina La caza de los intelectuales(Destino). El autor visitó también Siracusa (fue ministro de Cultura, quizá junto a Jorge Semprún el más generosamente culto de todos) y tiene recuerdos agridulces de esa excursión, de modo que sabe de lo que habla…
Sobre el tema escribió con su penetración habitual Tony Judt, centrándose en los ejemplos franceses, desde Voltaire y Zola los intelectuales par excellence. En Pasado imperfecto (Taurus) se ocupa del periodo entre 1944 y 1956, cuando la definición de cada cual se establecía según su postura ante el comunismo y la Unión Soviética. EnEl peso de la responsabilidad (Taurus) estudia sólo tres figuras emblemáticas —Léon Blum, Albert Camus y Raymond Aron— que fueron ejemplares intelectual y moralmente, cada cual con sus fragilidades o inconsecuencias, a los que conviene lo que Bertrand Russell dijo de Thomas Paine: “Muchos hombres son detestados por sus vicios; él lo fue por sus virtudes”. Ninguno de ellos compartió ese dogma digamosguillotinante (según Judt proviene de la Revolución Francesa) tan extendido, que “todo cambio real se produce y sólo se puede producir de resultas de una ruptura única y tajante. Todo lo que no llegue a ser esa ruptura resulta inadecuado y por tanto fraudulento”. Es una actitud antipolítica, porque la política es esa actividad en la se negocian las diferencias sin la expectativa final de abolirlas alguna vez definitivamente. Los tres autores mencionados fueron denostados políticamente por intentar ser políticos real e intelectualmente.
Ayer se llamaba “mediáticos” a los intelectuales que escribían en la prensa o salían a veces en televisión. Hoy, lo más parecido a un intelectual mediático es probablemente Belén Esteban (aunque ahora haya surgido de las pantallas algún otro Príncipe del Pueblo para hacerle competencia). A algunos se les censura haberse vendido al poder, entendiendo por tal el gobierno o los oligarcas. ¡Ingenuos! El verdadero poder al que hoy ceden los intelectuales es otro, bien descrito por Alan Fienkielkraut: “En los tiempos democráticos, todas las autoridades se hacen sospechosas, salvo la autoridad de la opinión. No hay ningún poder que la sociedad no recuse, excepto precisamente el poder social” (L’identité malhereuse, Stock). Este es el poder irresistible y ante él conozco gente ilustre que responde como aquel político venal descrito por Flaubert, que “pagaría por venderse”.

Hoy, lo más parecido a un intelectual mediático es probablemente Belén Esteban







el dispensador anota al margen ► Siracusa (Συρακοῦσαι) fue la ciudad griega más importante de Sicilia, en la costa oriental de la isla entre Catania y el caboPachynus.

Inicios[editar]

Fue la segunda colonia griega establecida en la isla después de Naxos. Fue una colonia corintia fundada por Arquías, hijo deEvágetes, de la familia de los baquiadas, originario de Corinto, que se tuvo que expatriar. La fundación fue el año 734 a. C. y se inició en la isla de Ortigia (Ortygia). La llamaron Sirako ("pantano"). Existe otra teoría que afirma que el nombre no es de procedencia griega sino fenicia, cuya traducción aproximada sería "roca de las gaviotas".
La ciudad fue consagrada a Artemisa (uno de sus sobrenombres era Ortigia) y tomó el nombre de una laguna o marisma que se llamaba Syraco (nombre indígena), en los alrededores.
Fue la ciudad donde nació y murió Arquímedes, ingeniero y matemático. Arquímedes era hijo del astrónomo siracusano Fidias.1
Pronto adquirió prosperidad y fundó colonias: Acres (Acrae) en el 664 a. C.Casmenes (Casmenae) el 644 a. C., y Camarina en el 599 a. C. Esta última fue destruida sólo 46 años después de su fundación.
Tucídides dice que el 648 a. C. fue expulsado de la ciudad un grupo conocido como los milétidas (myletidae) que se exiliaron y fundaron Hímera. También Aristóteles habla de disputas internas, pero no se puede establecer a qué época pertenecen.

Los tiranos de Siracusa[editar]

En su período de máximo esplendor, Siracusa fue dominada por una serie de tiranos, interrumpida por períodos mínimos de gobierno democrático y oligárquico, hasta que en 212 a. C. fue conquistada por los romanos tras un célebre asedio, con lo cual se convirtió en la sede del poder romano en Sicilia.



el dispensador dice:
hay un lobo en cada alma,
así como hay una paloma que no encuentra calma...
Siracusa enseña los ángulos de la humanidad,
en un extremo los humanismos,
en el opuesto los cinismos,
las envidias que denigran el "sí mismo",
para apoderarse de los esfuerzos del otro,
atropellando las voluntades ajenas,
hasta consumirlas en penas...

la tragedia griega prevalece sobre la comedia...

no hay paz a medias...

no hay consciencia a medias...

no hay filosofías a medias...

no hay humanismos a medias...

no hay éticas a medias...

donde imperan las "medias", reinan las miserias...

el lado oscuro de las sombras...

el lado oscuro que desmerece las huellas hasta borrarlas...

si eres tirano de ti mismo y tus "otros"... no puedes hablar de "consciencia"... no hay espacio para humanismos ni tampoco para éticas, porque ellas se vean agredidas y quebradas en cada acto de tiranía sobre la propia alma y sobre las ajenas, estableciendo el imperio de las paradojas... un árbol sintético que no tiene hojas...

cada vez que diriges tu espíritu a Siracusa,
te niegas a ti mismo,
sumando una contradicción,
que niega la palabra,
traicionada por una segunda intención...

¿dónde está tu corazón?,
¿dónde queda tu razón?,
si no cultivas ambos...
el humanismo es una excusa,
donde engañando a tu amor,
justificas tu sin razón...
anidando la paradoja,
en el espíritu de tu propia justificación.
JUNIO 10, 2014.-

cuanto más te niegas a ti mismo,
menos humano eres.




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