Sofía Moro. La retratista de la memoria | Fotorrelato | Planeta Futuro | EL PAÍS
La retratista de la memoria
Sofía Moro se define a sí misma como fotógrafa documental. Su obra, seria, íntegra y social, se expone en Photoespaña 2014
Sofía Moro
El País Madrid 6 JUN 2014 - 20:32 CET
"Las 'buenas' fotografías son las que nos son útiles para contar una historia. Las fotografías de un reportaje deben formar un relato visual nítido y comprensible, que ordene y dote de sentido gráfico la realidad a la que la fotografía te enfrenta. Se trata de interpretar esta realidad con las herramientas que el fotógrafo conoce bien. La fotografía, pues, no es la realidad en sí, sino una interpretación visual única y personalísima de esa realidad". Graduada en California en los noventa, Sofía Moro (1966) viajó al principio de su carrera a Guatemala para fotografiar un proyecto hospitalario y allí conoció a un colega, José Manuel Navia, que la marcó en un encuentro que ella considera fundamental. Y así aparece escrito en toda nota de prensa que anuncia su trabajo, como el de ahora en la FNAC de Madrid, dentro de Photoespaña 2014. Moro ha compaginado su trabajo para medios como El País Semanal, Vanity Fair o Vogue, con proyectos más personales, como 'Ellos y nosotros', que deriva en un libro homónimo donde recoge las fotografías e historias de veteranos de la Guerra Civil Española. En 2008 y en colaboración con Amnistía Internacional publicó el proyecto 'Defensores'. Sus fotografías se han expuesto en FotoPres'99, en el Centro Cultural de España en México, en PHotoEspaña o en la Galería Fernando Pradilla de Madrid. La imagen es más que un trabajo, asegura: "Las fotografías siguientes fueron realizadas para reportajes publicados en 'El País Semanal' en la última década. Yo creo que cuentan bien la historia que pretendieron narrar entonces, con respeto y con claridad. Ordenan lo que entonces vi y lo cuentan a mi manera".
no sé... tal vez ya te lo dije,
no me gustan las fotografías,
porque congelan el alma,
mientras se escurre la vida,
haciendo que otros olviden,
aquello que los obliga,
a ser parte de lazos y afectos,
que en los espejos se cristalizan,
omitiendo que las imágenes se reflejan,
mientras se respiran los días...
no sé... tal vez ya te lo dije,
prefiero la memoria,
donde cada quien elige lo que olvida,
donde las memorias conservan,
aquello que hace a la circunstancia,
que se camina... mientras respiras...
sin omitir que después...
todo se impregna en el karma,
bajo la luz que el diafragma atesora,
mientras la lente lo registra,
sin cámara... sin retina...
no sé... tal vez ya te lo dije...
a veces las presencias exigen,
las ausencias de otros días...
por eso no me reflejo,
en el espejo de la vida...
prefiero saberme cuerpo,
mientras éste sólo respira...
mientras tanto ando solo,
despojado de las ausencias,
que otros por sus miserias,
cultivan mientras me incriminan...
no sé... tal vez ya te lo dije...
no me gustan las fotografías,
porque congelan a las gentes,
en recuerdos que se olvidan.
JUNIO 07, 2014.-
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