Ya no puedo vivir sin ti, Juan Ramón
WINSTON MANRIQUE SABOGAL Madrid 40
El conmovedor diario de la escultora Marga Gil, que se enamoró en secreto del poeta y Nobel español, se publica 83 años después de quitarse la vida
OPINIÓN
Y el amor se deshizo de su forma
JOSÉ ANTONIO EXPÓSITO Madrid
Les unía un mismo arrepentimiento artístico, una insatisfacción permanente por no lograr expresar lo que soñaban
Quién fue Marga Gil y por qué debería interesarte (más allá de su suicidio por Juan Ramón Jiménez)
Con 15 años esculpía como si llevara toda la vida consagrada a la piedra
Expertos aseguran que sus ilustraciones inspiraron 'El principito'
"Si pensaste al morir que ibas a ser bien recordada, no te equivocaste, Marga. Acaso te recordaremos pocos, pero nuestro recuerdo te será fiel y firme. No te olvidaremos, no te olvidaré nunca". Juan Ramón Jiménez.
Marga, la joven que el escritor recordó en un poema recogido en Españoles de tres mundos, se disparó un tiro en la sien a los 24 años. Justo después de entregarle una carpeta amarilla y decirle: "No lo leas ahora". Lo que se escondía entre esas tapas es el diario de esta precoz escultora e ilustradora. Una confesión de amor por Juan Ramón Jiménez que se acaba de publicar. Estas confesiones figuraban en un diario que desapareció en 1939, cuando tres asaltantes —Félix Ros, Carlos Martínez Barbeito y Carlos Sentís— robaron la casa de Juan Ramón Jiménez mientras estaba en el exilio.
Pero, ¿quién era esa mujer que con 13 años dibujaba con maestría barroca y a los 15 esculpía con la misma facilidad y técnica que un consagrado a la piedra durante años?
- Margarita Gil Roësset nació en Las Rozas, a las afueras de Madrid, en 1908, bajo amenaza de desahucio. Su madre Margot desoyó al médico y se empeñó en sacarla adelante. No solo alargó la vida de su segunda hija hasta que ya no pudo decidir su destino, también le inculcó la pasión por las artes. Ana Serrano, experta en su obra y comisaria de una exposición dedicada a Marga Gil en el Círculo de Bellas Artes en el año 2000, es además autora de un blog donde se disecciona de manera exhaustiva el legado de esta artista aunque en su afán destructor intentara acabar con cualquier atisbo de su patrimonio horas antes de suicidarse.
- Era una artista precoz: Con 13 años Marga ilustraba los cuentos de su hermana mayor Consuelo por orden de su madre y con la promesa de conseguir la merienda. Con estas tretas, Margot Roësset consiguió que sus hijas quedaran atrapadas en la escultura y la escritura. "Son ilustraciones fascinantes, como hechas a pluma con algo de color; parecían más grabados que dibujos, pero grabados de Doré o de Piranesi", escribió Ana Serrano en el catálogo que acompañaba a la muestra.
Toda la obra que queda de Marga Gil son 26 figuras, que en realidad son 16, porque 10 son réplicas. "Son como fantasmas, grandes, duras, fuertes, de granito, vanguardistas... un crítico varón diría que viriles", apuntó la experta. Sus padres, antes de poner cualquier adjetivo, decidieron llevar a su hija de 15 años al taller del maestro Victorio Macho, precursor de la escultura contemporánea española, para que terminara de encaminar esas manos. "Macho no quiso adulterar con tácticas de manual el sofisticado talento de una damita con ramalazos de genialidad sin amarre", escribió Antonio Lucas en un deliciosoperfil en El Mundo. Gil siempre fue autodidacta.
- ¿Inspiró a El principito?: En 1933 se publicó un libro de canciones con texto en francés y español de su hermana Consuelo, música de su cuñado José Mª Franco, y tres ilustraciones suyas. "Una de las cuales, 11 años anterior a las de El principito de Saint-Exupèry, es tan parecida a las de este cuento que todo el mundo que la ve se supone que le imitó. ¿Conoció Saint-Exupèry las ilustraciones de Marga? Es más que probable que sí", asegura Serrano en su blog.
- El amor prohibido: "... Qué sé yo por qué te quiero tanto ... vamos ... sí sé ... comprendo muy bien que se quiera así ... pero ... querría no quererte tanto ... aunque mi única razón de ser ... es esa... y también mi única razón de no ser ... ... En amor ... no cabe una intervención razonada... quieres o no quieres".
Estas líneas pertenecen a uno de los pasajes que días antes de que aparecieran los diarios de Marga Gil, El Cultural, suplemento especializado de El Mundo, publicó del libro editado por la Fundación Lara. La pasión de la escultora por el escritor se desató en un recital de ópera en 1932. Él tenía 51 años y estaba casado con Zenobia Camprubí a quién Gil había regalado un cuento cuando era una niña en condición de admiradora de la traductora de Tagore. Desde aquel día Marga Gil tuvo que lidiar con los arrestos de un amor no correspondido y los embistes de una mente superdotada. "Dormía poco, abandonaba el comer. Café, té, vida abreviada. No le importaba seguramente vivir. Una estoica", escribió Juan Ramón Jiménez en un análisis desafortunado de la situación de una mentel genial que ya no respondía a la creatividad artística con la medida de los cánones.
El escritor Benjamín Prado versionó en un poema este final trágico con la mirada más precisa del espectador, contraria al del protagonista. Extraemos estos versos:
Estamos en el año 1932 y Marga se enamora de Juan Ramón Jiménez. Es una chica oscura. Hay un túnel que une su corazón y el ruido de los bosques. Un día entra en la casa. Un día escribe ya nada me separa de ti, salvo la muerte. Luego, todo se termina. Casi podemos verlo: 28 de julio; el cielo es muy azul; puede que unas palomas se escapen del jardín al oírse el disparo.
- La tumba de Marga Gil: "En Las Rozas (en el chalet de su tío Eugenio de esta localidad es donde murió), en el cementerio antiguo, no se sabe dónde, pues una bomba de nuestra última guerra cayó allí y destruyó únicamente su lápida, como si el azar quisiera ayudarla a borrar todo vestigio de ella misma, reposa junto a sus padres Marga Gil Roësset, que dejó de vivir por su propio deseo el 28 de julio de 1932", escribió Ana Serrano.
no, no lo leas ahora, tengo presente la imagen de Alfonsina Storni metiéndose mar adentro para sucumbir a su propio desaliento, y no entiendo el suicidio, aún cuando comprendo la razón que impulsa a cruzar el cerco, a evitar vivir con tanta carga, con tanto peso, que no se puede explicar, pero que condiciona la necesidad de seguir respirando, de continuar viviendo... por eso, no lo leas ahora, te lo recomiendo... está raro el mundo... está extraño el ser humano, demasiado violento, como si algo se le hubiese desconectado entre sentidos y sentimientos, y no hay quien repare su plaqueta ni tampoco su disco rígido, y esto se está tornando en un grave desconcierto, donde todos hablan sin que nadie se escuche... donde todos recitan miles de palabras que no dicen nada porque no se corresponden con sus sentidos ni tampoco con sus sentimientos, y en realidad, no se puede justificar el viento... simplemente sopla, es brisa, relato, cuento, distancia hasta un horizonte donde no se encuentran los sueños...
necesito de las flores, sean rosas, orquídeas, jazmines, flores... tenerlas cerca es como sentir vibrar a Dios al lado mío... me pasa también con ciertos árboles... en especial con los pinos... y no puede explicarlo ni tampoco me lo explico... he aprendido a escuchar el viento silbando entre sus hojas agujas, y me siento comprendido, casi un elegido... de allí que ame las casuarinas, sus sombras y sus entretejidos... pero no acaba allí, he aprendido a hablar con los árboles, con las plantas, con sus brotes, con sus raíces, hasta con las espinas de los cactus y los cardones... me atraviesan sin dejarme herido...
necesito de las piedras... lo descubrí en el Sahara... y lo ratifiqué en el Tíbet y más tarde en la India... las entiendo, sé de qué hablan cuando se refieren a sus abrigos, y cómo debes plantarlas para salvar aquel árbol que es como tu testigo, así lo sabían los antiguos, los del Sahara y los de otros parajes pétreos distinguidos... la piedra conecta el tiempo que no se ve... con la luz que da testimonio de lo que será uniéndolo con lo que ha sido... y lo veo todo, desde siempre, porque jamás perdí mi memoria del karma, y de allí que me sienta un elegido reconocido por un ángel que he conocido, por una consciencia que me tiene convencido de que las convicciones son el único ángulo de una misma geometría que puede salvar tu alma, ante ajenos desatinos...
no, no lo leas ahora, puede que te duela lo que te digo, o bien, puede que no comprendas el foco del sentido...
hay distancias que curso pero que no camino... sé cómo viajar por el espacio sin siquiera haberme ido... sé cómo estar en otro lugar sin siquiera haberme movido... no es cosa de humanos, porque ellos necesitan siempre de un testigo, de una foto o de un abrigo... los espíritus tienen alas, al igual que las hadas y otros elementales desconocidos... de allí que en el 2012, tal como lo predijeron los mayas-quichés caducaron los conciertos que daban espacio matemático a los zodíacos... y desde entonces, los astros aguardan en silencio el momento concedido...
he traído mi afecto y sembrado mis afectos... el amor me ha movido, porque el ser humano no termina de entender que no sé es nada sin el otro, pero algo que respira lo mantiene confundido... el amor no es reclamo... el amor no es mentira... el amor no es traición... como tampoco propiedad... porque devenimos del espíritu, y el alma tiene sus propia consciencia así como su propio testigo... puedes compartir la vida, pero no la experiencia que tomas de lo que has vivido, ya que ello depende de los dones de tu gracia, así como del talento que te ha bendecido, y si no honras lo concedido... tus palabras serán pesadas versus tus intenciones... y allí tu ángel de la guarda será tu testigo, y no podrás negar lo evidente, porque todo queda grabado en la eternidad de cada destino... por eso, no lo leas ahora, no sea que te apabulle y te sientas sorprendido, de algo que no podrás huir, aún cuando te sientas incomprendido...
he descubierto que nadie es más que su prójimo, y no debes prestar atención cuando te miran y te desprecian por encima de sus hombros... debes seguir tu senda, porque es importante ser anónimo, desconocido y sin trono... justamente porque lo sencillo es lo que salva y da sentido al ovillo... y cuando lo simple se torna complejo, hay que cerrar la puerta e irse lo más lejos posible...
no, no leas ahora este mensaje, porque aprendí a valorar las puertas que aparecieron en mi paisaje, y he permanecido en ellas tanto como ha durado el sentimiento de pertenencia, pero descubrí que cuando algo te desconcierta, percibes que lo que te colmaba ya no te llena, que hay algo que desafina y hay un poco más que no te suena, es mejor cerrar la puerta, e irse sin dejar huella... evitando explicaciones innecesarias que hasta producen vergüenza, que no justifican nada, y que encima crean deudas que dejan acreencias eternas... entonces, mejor cerrar la puerta y seguir andando hacia el Sol cuando se acuesta...
como ves, no creo en el amor como pertenencia sino como sintonía de lo que se ubica más allá de las esferas...
tengo afinidad por la calidad humana en su condición humana... pero no tengo afinidad con el cinismo y la hipocresía como armas... siento que no tengo con qué enfrentarlas, y prefiero irme, dejando enterrada mi lanza y mis espadas, porque conozco los resultados de las heridas producidas para nada... así cómo pesan las culpas en cualquier espalda...
he visto qué sucede con las almas que proceden de un suicidio... al cruzar el umbral son recibidos por aquellos escribas que fueron quienes escribieron y concertaron el destino respectivo... los ciclos que se cortan, crean paradojas de una dimensión donde las ecuaciones matemáticas producen alteraciones de distinta envergadura... del mismo modo sucede con los odios sembrados, con las envidias, con las codicias, con las avaricias, ya que las alteraciones conducen a desfiladeros donde los guías no guardan prisa, donde conducen a los espíritus hacia abismos que condenan las esperanzas y dejan a los alientos sin capacidades para la risa...
no, no lo leas ahora... amar implica que no debe haber ni una sola mentira... y ha sucedido todo lo contrario... por eso, ya ando lejos... más aún, aún cuando el cuerpo está aquí... ya no estoy en este mundo... y no vale explicarlo, porque el sentido es sólo mío y de aquellos que me han acompañado en este tramo... he visto a mis madres... he visto a otros que prefiero no mencionarte, seres más que ángeles... que me han enseñado el regreso y también los umbrales...
tal te dije... estoy lejos de la Tierra... un lugar al que nunca he pertenecido...
las dimensiones contiguas contienen los paraísos que no son terrenales... y hacia ellos voy, porque conozco sus fuentes tanto como sus oasis. ENERO 29, 2015.-
ah!... este año, el 2015, se separará la luz del tiempo... tal sucede con el amor y el viento... tal ocurre con los cuerpos y los alientos... cuando escuches la música de las esferas, sabrás por qué hay libros que deben perderse y otros que no deben leerse... y por qué hay alquimias que no deben hacerse... el oro es sólo para el que lo entiende... su valor reside en todo aquello que el humano no acepta porque no entiende... lo que tiene precio... no tiene valor alguno, definitivamente... ¿no sé si me entiendes?. Recuérdalo para cuando regreses, ya que no estaré aquí para atenderte. Mis manos son luz, hasta donde puedan verse.
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