‘It’: el terror en dos letras
La versión en cine de la novela de Stephen King incide en el miedo social
Madrid
Trailer de la película 'It'.
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Habría que cotejarlo, pero hasta en eso Stephen King fue un visionario: cada 27 años aproximadamente una ola de ultraconservadurismo asuela Estados Unidos”. La argentina Bárbara Muschietti sabe de lo que habla, porque ha producido la nueva versión de It, obra maestra del terror y a su vez otro incisivo retrato social de King, escritor que ha sabido trascender el género que le ha dado fama y millones de seguidores. Porque It fue escrita en la época de Reagan —se publicó en 1986— y narraba un drama que acontecía durante la Guerra fría. It, la película, se estrena —el próximo 8 de septiembre— durante los días en que un furioso tuitero reside en la Casa Blanca y se desarrolla durante el gobierno de Reagan. Más o menos, cada 27 años. Andy Muschietti (Buenos Aires, 1973), director del filme y hermano de la productora, con la que forma dúo creativo, achaca todo al escritor: “Tiene que ver con la lucidez de ciertos artistas que adquieren un compromiso constante con las situaciones sociopolíticas, como King, que hoy es un activista a través de Twitter y un hombre dotado de gran humor”.
Los juegos temporales señalan claramente la base política de la obra de un escritor de profundas raíces estadounidenses. “Hay tantos paralelismos que se pueden realizar de It con la actualidad, incluyendo el misil lanzado por Corea del Norte que ha sobrevolado Japón...”, cuenta Bárbara. El Derry en que se sitúa It,un pueblo ejemplo de la América de la costa Este, sirve como radiografía: “Los personajes de It son definitorios de lo que piensa King. ¿Quién se enfrenta al terror?”. Los niños que conforman el club de perdedores: un niño absorbido por una madre hipocondríaca, otro judío, un afroamericano que no va al colegio, el gafotas charlatán, una niña de la que abusa sexualmente su padre... “Cuando uno de esos críos, Bill, le insiste a sus amigos que lo que están viendo no es real, que el payaso asesino no existe, King está dividiendo en dos a los estadounidenses: los que ven y los que no ven... o no quieren ver. King siempre ha optado por la ficción , pero no duda en dejar mensajes”, asegura el cineasta, y a su lado su hermana apostilla: “En realidad, los que ven el terror [el ello del título] son miembros de minorías, están forzados a verlo, no les queda otra. Buen por raza, género o religión. Los losers,los perdedores en un pueblo aparentemente perfecto”. En la historia se subraya: cada 27 años desaparecen multitud de niños en Derry, y los adultos miran para otro lado. Solo los críos parecen verlo y sufrirlo.
Y lo que ven es a Pennywise, el payaso rey y rostro del terror. King también fue pionero en dar voz a miles de personas a quienes los payasos provocan escalofríos. Hace unos días, Pam Moody, presidenta de la Asociación Mundial de Payasos, se quejó en la revista The Hollywood Reporter de la imagen que da el cine —y en concreto este filme— de su profesión. A los Muschietti les provoca una sonrisa la diatriba. Que llega tarde, porque desde que en 1990 Tim Curry encarnara a Pennywise en la miniserie de televisión que adaptó a las pantallas por primera vez It, el audiovisual (y más aún desde que existe YouTube) se ha llenado de payasos criminales. El Pennywise de 2017 llegó de un proceso de selección absolutamente abierto. Tanto que incluso en un momento dado Tilda Swinton entró en la lista. Finalmente, el elegido fue Bill Skarsgård, hijo de Stellan y hermano pequeño de Alexander. “Estábamos abierto a todo”, recuerda Bárbara. “Llegaron actores veteranos y jóvenes, hombres y mujeres”. El intérprete sueco acabó elegido por su rostro algo aniñado. “Y porque se alejó por completo de la sucinta imitación a Tim Curry, error en el que cayeron muchos de sus compañeros, y nos ofreció algo nuevo”. A una semana del rodaje, el director le explicó que retocarían sus ojos en posproducción porque querían que se movieran de forma independiente. “Y me soltó: ‘No hace falta’. De repente, movió uno de los dos. Solo puede hacerlo una persona entre un millón, y justo nosotros habíamos contratado a una de ellas”.
El cineasta y su voz
Los Muschietti han encarado It con más presión interna que del estudio que les contrató. “Quería recuperar las impresiones que sentí cuando leí por primera vez la novela. Y eso era más importante que lo que pensara un ejecutivo o 18 millones de fans. Porque cada uno tiene sus opiniones, y más en un libro con tantos eventos y personajes. Como cineasta tienes que encontrar una visión, y cuanto más cercana esté a tu experiencia emocional, mejor. Si no, es un proceso artificial. Y de hecho ves muchas películas basadas en trabajos de King hechas sin amor”. El director empieza con la lista de filmes que sí nacieron de esa pasión: “Cuenta conmigo, Cadena perpetua... Y más. Dirigidos por creadores influidos por la manera de narrar del autor. También es cierto que King puede que sea el escritor más adaptado al cine de la historia”. Sobre los fans, un apunte: el primer tráiler de It tuvo en Internet 197 millones de visionados solo en sus primeras 24 horas, rompiendo el récord de 139 millones de Fast & Furious 8.
La pareja Muschietti, que residió en Barcelona durante unos años, debutó en el largo con Mamá (2013), otro filme de terror que trasciende el género con Jessica Chastain y Nikolaj Coster-Waldau como protagonistas. Desde entonces han estado en varios proyectos de los que han salido bien por desavenencias creativas, bien porque se hundían. El mismo It lo heredaron de Cary Fukunaga (True Detective), y Andy pidió retocar el guion para volver a incluir escenas de la novela, aunque en la pantalla solo aparecen las desventuras de los protagonistas en su época infantil. “Todo está relacionado en It. Porque el final de la infancia significa que dejas de sentir. Al menos, sientes de forma más intelectual a partir de ese momento. De crío la magia manda. Ese mundo desaparece con la adolescencia. Me interesaba mucho incidir en ese aspecto”, confirma Andy.
Así que al cortar en dos la novela y dejar de lado los acontecimientos de los protagonistas adultos, It —película— podría tener una segunda parte: “La intención está ahí, aunque todavía no hay un empujón”, clarifica Bárbara. Y si se rueda, se avanzará en la trama 27 años, hasta llegar a nuestros días. A la época Trump. “Sí, hay margen ahí para referencias menos sutiles a los acontecimientos actuales, del Gobierno de Trump. Porque es tan obsceno lo que está pasando...”, asegura el director. “A mí me gustaría seguir mezclando las dos líneas temporales, algo fundamental en el libro. En la primera no lo hemos hecho para no interferir en una historia tan bella como es la de la infancia”. Y Bárbara le apunta, verbalizando un deseo bastante generalizado: “Mira que si cuando filmamos ya no está Trump...”.
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