domingo, 17 de septiembre de 2017

SOLEDADES CUÁNTICAS

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Anoushka Valencia Zoroza

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el dispensador dice: él no pudo contar sus infortunios, no le alcanzó la vida para ello y naufragó su tiempo sin que nadie lo tuviese en cuenta... se volvió un soldado desconocido de batallas jamás conocidas por alguien fuera de su persona... lo cual no le quita méritos a su coraje, a su silencio, a su voluntad, a su esfuerzo... los contextos cósmico-espirituales dan testimonio de aquello que los humanos no tienen en sus consideraciones... en ninguna tumba figura el curriculum vitae de aquel que habiendo sido, pereció sin estridencias, en pleno anonimato... lo cual no significa que la historia no perdure en la biblioteca del mundo de las ideas que contuvo dicho destino... dejándose constancia que los verdaderos héroes, los de todos sus días, no tienen estatua... se van sin aplausos... se van escurriéndose entre las bambalinas de su propia historia... erguidos... con la frente en alto y el silencio al alcance de la mano...
el aislamiento no lo abatió... sostuvo con hidalguía el quedarse con un pasado sin estela... viendo que el presente dudoso y cataclísmico ponía en duda el futuro que ni siquiera había avizorado... pero en su intimidad comprendió que la soledad es compañera de batallas donde las trincheras se ahogan en la propia alma... donde la bayoneta es el dolor que no se pronuncia... y se vuelve daga contra el recuerdo congelado en imágenes de las que no quedan testigos ni testimonios, porque de eso se trata la lucha por la causa ininteligible... ser uno mismo, a pesar de las circunstancias...
podría decirse que el abandono fue su eterno paralelo... navegó con él siendo señuelo y anzuelo... los que no comprendieron sus peleas lo fueron dejando solo, haciéndole saber que el humano rara vez permanece en la zozobra como tampoco lo hace en la tragedia ajena, porque el alma mezquina se solidariza de aquellos logros de los que se puede apropiar, pero huye cuando ve que la batalla puede perderse o está perdida... asumiendo que el lado equivocado de la historia queda con los derrotados, cuando en verdad, lo erróneo de los triunfos se desvela cuando las consecuencias se tornan inapelables ante los estrados de la historia que nadie escribe, porque lo hace por sí misma, poniendo en evidencia que los triunfos producen orgías miserables de almas engreídas, mientras que las derrotas generan enseñanzas donde el orgullo se consume mientras que la humildad se vuelve imprescindible...
la pobreza se fue volviendo consigna... a veces noche... a veces día... hambre de ocasión, que se silencia, por caso, mientras dormía... supo dejar atrás algunos bienes... consecuencia de sus esfuerzos, sus labores, sus sapiencias y sus ganas de ser de cara a un factible nuevo día... más tarde tomó consciencia que alguien le saqueaba el huerto que había sabido sembrar para que otros comieran de sus propias semillas... supo que estaba cercado por seres mezquinos que con cinismo le sonreían... supo que estaba rodeado por huestes romanas en su espíritu de Massada, sin escape y sin salida... conoció el verso sin prosa así como la mentira... conoció el poema hueco de la promesa utilizada como trampa para condenar su destino quitándole la vida... y supo con antelación suficiente que la traición urdida, alguna vez lo alcanzaría... 
había mar cuando el Sol ya se ponía...
había soledad y el silencio era consigna...
supo que nadar no lo salvaría... que hace falta un horizonte para despertar la voluntad del siguiente día...
vio entonces que la tumba de cada quien simplemente se olvida... porque los que respiran corren y se apuran intentando evitar que se les escurra el tiempo entre las fisuras de sus vidas...
se apartó en un viaje cósmico donde la ausencia es distancia imprecisa...
alguno habrá visto un destello que tal vez fue reflejo del espejismo que no se atiende porque se lo evita...
su luz se alejó riéndose de los otros en sus prisas...
fue luz, y ya nadie recuerda ni su nombre ni su historia, porque con él y sus esencias, se fue el karma que lo distinguía...
otros ahora pelean por causas que también están perdidas...
su ejemplo, no ha sido honrado, todavía...
alguna memoria se encontrará con un atisbo del haber sido, alguna vez, causalidad de un medio día... comenzará entonces la leyenda de todos y cada uno de aquellos que pelearon por sus causas, con la frente en alto, a sabiendas que las batallas, estaban perdidas. SEPTIEMBRE 17, 2017.-
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si no tienes molino, no hallarás causa para tu lucha, todavía...
los mitos no se apagan jamás... porque en ellos la historia reconoce a aquellos que lucharon con honor e hidalguía... aún a sabiendas que sus causas estaban perdidas.

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