miércoles, 3 de noviembre de 2010

EL VERBO


CERN
Colisión de partículas en el LHC

Ciencia
La «máquina de Dios» recreará el primer microsegundo del Universo
Provocará un mini Big Bang al máximo nivel de energía y con temperaturas un millón de veces más calientes que el centro del Sol

j. de jorge / madrid
Día 03/11/2010 - 19.50h

Sucederá durante el próximo año y, si se consigue, supondrá un paso gigantesco en el campo de la Física y en el conocimiento de la formación del Universo. Científicos británicos que trabajan en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), ubicado en Suiza, provocarán increíble un mini Big Bang. Ya lo han hecho otras veces, pero en esta ocasión sucederá al más alto nivel de energía posible, lo que les permitirá observar el comportamiento de las partículas fundamentales que existían en los primeros microsegundos del Big Bang, la gran explosión que originó el Cosmos hace unos 13.700 millones de años. Para llegar a este punto, acelerarán y romperán los núcleos de las partículas, generando una especie de «bolas de fuego» subatómicas increíblemente calientes y densas, según ha informado la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN).

Según ha explicado el doctor de la Universidad de Birmingham David Evans, los científicos crearán en la «máquina de Dios» «las temperaturas y densidades más altas jamás producidas en un experimento de mini Big Bangs». «Aunque estas pequeñas bolas de fuego sólo existe durante un momento fugaz -menos de una billonésima parte de una billonésima de segundo- las temperaturas alcanzarán más de diez billones de grados, un millón de veces más caliente que el centro del Sol».

«Esto nos permitirá hacer y estudiar una pequeña porción de lo que el Universo fue por una millonésima de segundo después del Big Bang», ha añadido Evans. A esas elevadas temperaturas, incluso los protones y los neutrones, que constituyen los núcleos de los átomos, se derriten dando por resultado una densa sopa de quarks y gluones (una partícula elemental portadora de una interacción nuclear fuerte). Según informa el CERN, con este experimento, los expertos físicos esperan aprender más sobre una de las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza, que es la que une los núcleos de los átomos y que también es responsable del 98% de su masa.

«Ninguna amenaza»

«Todos tenemos muchas ganas de ver estas primeras colisiones que se crearán en un entorno seguro y controlado. Si todo va bien, se podrían ver algunos nuevos descubrimientos antes de que finalice el próximo año», ha apuntado el científico. El estudio, financiado por el Science and Technology Facilities Council (STFC), es, según ha señalado el CERN, «un gran logro para la ciencia y la ingeniería». Ante los temores -infundados incluso según algunos jueces- de que estos experimentos en el LHC puedan provocar algún tipo de catástrofe planetaria, el CERN ha insistido en que «no representa ninguna amenaza», ya que este tipo de reacciones de partículas ocurren con regularidad en todo el Universo, en particular en la alta atmósfera de la Tierra.

CERN - the European Organization for Nuclear Research
CERN - the European Organization for Nuclear Research


Science and Technology Facilities Council (STFC)
Welcome to the STFC


el dispensador dice: en el espacio pudo haber reinado el silencio, imperio de sinfonías no escritas, de oídos no abiertos, de pentagramas no diseñados, de notas erradas y errantes... pudo... pero alguien, ser de las eternidades inexpresadas, decidió escucharse a sí mismo, y así pronunció aquella palabra que diferenció la luz de las tinieblas, lo transcendente de lo intrascendente, y estableció escalones, invisibles, escalas para ascender a los cielos para diferenciarlos de los suelos por crearse. Luego de la luz y las tinieblas fue motor del movimiento, el que fue creado para dar finitud a los tiempos, generando un orden de radiaciones y energías, fuerzas y vibraciones que permiten que el verbo perdure, siga latiendo, emitiendo ecos hacia la nada del todo y viceversa, desde el todo hacia la nada. Si ello no hubiese ocurrido, nada existiría aún hoy. No está en la potestad del hombre recrear sucesos originales, los que más allá de las tecnologías, de las ciencias y de las sapiencias, contienen momentos que al igual que el manzano del conocimiento, ubicado en el centro de las praderas del paraíso, no deben ser acometidos por motivo alguno, simplemente porque guardan el sentido original de las cosas, y también sus esencias. Allí no hay ciencias sino la tribulación consecuente al verbo... la pronunciación del origen del todo, así como los verbos que condujeron su consecuencia. Donde confluye el sentido último de la cosmogonía y el misticismo no debe entrar el hombre. Es una puerta que al abrirse produce ondas, ecos, interferencias sobre los sentidos originales... del mismo modo que lo hace la energía nuclear tal la manipula el ser humano, confluencia de ignorancias y soberbias, que abre ventanas dimensionales de las que no se tiene idea alguna, pero que definitivamente molestan a los espíritus que no deben pasar por la Tierra, ni tampoco conocer el ámbito de los conflictos del hombre en sus tiempos respirables. Dicha ventana además de abrir un portal, produce algo semejante a un embudo y éste devora lo que hay sólo para compensar la dimensión contigua y sus vacíos, actuando al modo de vasos comunicantes... Lo sabían nuestros ancestros... las consecuencias que no se ven, aquellas que no se vean, serán las portadoras del nuevo tiempo, un lapso donde lo efímero será parte del espíritu. El hombre guarda la capacidad de la palabra, no del "verbo", y la diferencia, además de terminante puede ser exterminante... la razón del hombre no es la lógica que conduce el universo que nos incluye... Noviembre 03, 2010.-

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