viernes, 19 de noviembre de 2010

INMENSIDAD

Publicado (Paisaje) por garcía-gálvez el 26-03-2007 / http://www.jggweb.com/2007/03/26/inmensidad-2/

LECTURA
Apoc 10, 8-11
Lectura del libro del Apocalipsis.


Yo, Juan, oí la voz que me habló nuevamente desde el cielo, diciéndome: "Ve a tomar el pequeño libro que tiene abierto en la mano el Ángel que está de pie sobre el mar y sobre la tierra". Yo corrí hacia el Ángel y le rogué que me diera el pequeño libro, y él me respondió: "Toma y cómelo; será amargo para tu estómago, pero en tu boca será dulce como la miel". Yo tomé el pequeño libro de la mano del Ángel y lo comí: en mi boca era dulce como la miel, pero cuando terminé de comerlo, se volvió amargo en mi estómago. Entonces se me dijo: "Es necesario que profetices nuevamente acerca de una multitud de pueblos, de naciones, de lenguas y de reyes".


EVANGELIO
Lc 19, 45-48
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.


Jesús, al entrar al Templo, se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: "Está escrito: 'Mi casa será una casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones'". Y diariamente enseñaba en el Templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los más importantes del pueblo buscaban la forma de matarlo. Pero no sabían cómo hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus palabras.




El dispensador dice:
se puede estar solo aún estando acompañado,
se puede estar ausente aún estando presente,
se puede guardar silencio aún hablando,
se puede ver prescindiendo de los ojos,
se puede estar ciego aún mirando,
se puede oir prescindiendo de los sentidos,
se puede estar sordo aún oyendo,
se puede sentir sin necesidad de un cuerpo,
se puede ser insensible aún sintiendo,
se puede estar perdido aún siguiendo un camino,
se puede dejar huella aún no haciendo nada,
se puede percibir la música sin presencia de orquesta,
se puede ver el tiempo si reconoces la ventana,
se puede detectar el espacio descubriendo el horizonte,
se puede alcanzar el arco iris con solo pensarlo
se puede perder todo aún ganando...

no puedes tener un destino si no has recibido la gracia,
no puedes transitar un tiempo si no te ha sido concedido,
no puedes tener un cuerpo sin haber pasado por el libro de la vida,
no puedes acceder a una madre y su matriz sin pasar por el árbol de la vida,
no puedes llegar aquí sin el baño de madre,
no puedes explicar lo que recuerdas porque los que te reciben no saben,
no puedes traer más que la consciencia y un ángel de la guarda,
no puedes decir que los ves porque nadie te creerá,
no puedes abstraerte de tu respiración,
no puedes escaparte de tu cuerpo,
no puedes usar un espacio ajeno,
no puedes compartir tus ojos,
no puedes compartir tus oídos,
no puedes sentir por otra piel...

puedes descubrir que tienes fe en las señales,
puedes entender los mensajes celestiales,
puedes recibir la revelación de tu tiempo,
puedes hallar tu esencia vital,
puedes comprender el sentido de tus dones,
puedes asumir el cometido de tus talentos,
puedes orar por una gracia,
puedes agradecer por el legado,
puedes bendecir con el pensamiento,
puedes amar en silencio,
puedes clamar por la justicia de los hombres,
puedes abrirte a la luz que te ha enviado,
puedes encontrar tu propio santuario,
puedes abrir tu mano por compasión,
puedes brindar tu espíritu por misericordia,
puedes crecer dentro de ti...

debes ser testigo de tu momento,
debes dar testimonio de ti mismo,
debes someterte a tus palabras,
debes rendirte a tus pensamientos,
debes representarte en voluntad,
debes enseñarte en capacidad,
debes resignarte a tu esfuerzo,
debes construir tus afanes,
debes ser fiel a tu idea de ti mismo,
debes justificar la razón de tu tiempo,
debes asistir a tus fuentes,
debes revelar tus propios dones,
debes cultivar tus talentos,
debes hacer honor a la gracia...

al percibir la inmensidad,
abandoné la soledad,
descubriendo que la distancia,
confluye en aquella estancia,
aquel campo no está errado,
cuando se libera de alambrados,
y hacia allí me dirijo,
por bendiciones se dijo,
del otro lado me llaman,
ecos de las lomadas,
ondas de sentimientos,
todo parece cerca,
cuando la vista no regresa,
cuando el pasado no acosa,
cuando el horizonte envuelve,
descubres que el alma hierve,
sentimientos encontrados,
no hay vida sin pasado,
no hay mañanas anticipados,
no hay ayeres olvidados,
no hay destinos burlados,
la esencia está en el día,
tu ventana te ilumina,
lo que no haces por ti mismo,
dejará estampa en el itsmo,
estela de propia huella,
si no reside la sonrisa,
serás abandonado a tus piedras,
lo que no se revela en tu tiempo,
te dejará sin aliento,
cuando llegas a la balanza,
no habrá excusa que valga,
si has sido fe de tu gracia,
si has sido fiel a ti mismo,
tu huella será como estrella,
la inspiración que hayas dejado,
será oasis de otros legados,
y así debe ser la historia,
quien se pierde de si mismo,
conocerá los precipicios,
pero quien se haya encontrado,
tendrá su paraíso...
el dispensador: inmensidad. Noviembre 18, 2010.-
DEDICADO A: los que saben de distancias...




da testimonio de tu santuario, aquello que se compra y se vende denigra la esencia y le quita valor a la estirpe, da gracias por aquella que se haya concedido, deja un rosario en el árbol y éste será de tu fe buen testigo, llamando a otros a imitarlo, lo que se hace con sentimiento puro te libera de lo amargo, nunca pruebes miel por encargo ya que si no amas a las flores, si desprecias a la abeja, aún cuando a dulce sepa se revelará como pesares añejas de vaya a saber que tiempo y no querrás descubrir dicha caja, la esperanza que no lleva marca no pertenece a ninguna comarca y si pretendes apoderarte de ella, de usarla, de venderla, destaparás trozos de penas que no te dejarán conocerla, pero sí asumirán tu tiempo para vencer sus propias tinieblas y ello no se detiene cuando proviene de lanzas eternas, que unos enterraron omitiendo luces de sus pasados, pretendiendo ocultar ilusiones de otros dueños robados, destinos atropellados, alientos abandonados de ayeres derramados... toma apenas la mochila de tu tiempo, camina, el mañana aún no ha llegado y la esperanza, la propia, todavía no es pasado. Aquello que no hayas vendido no necesitarás comprarlo... confía en la inmensidad, allí hallarás la piedad...

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