viernes, 16 de marzo de 2012

CON LAS MANOS PINTADAS || ¿En qué puedo ayudarlo? - La Gaceta

¿En qué puedo ayudarlo? - La Gaceta

¿En qué puedo ayudarlo?

Por José Azar - PARA LA GACETA - TUCUMÁN

Propongo a los lectores un breve paseo teórico para que esta nota no se confunda con un "Cómo desconfiar de las llamadas autoayudas", lo que sería caer en lo mismo de aquellos que se creen y se venden como los que poseen la universal solución para las dificultades y dolores que aquejan al hombre.

El ser humano por la prematuración con que nace necesita de los cuidados, de la ayuda, de un primer Otro, un Otro primordial llamado madre y de la función de aquel que ocupa el lugar de padre. Así nos constituimos como sujetos. Acorde a como este Otro nos mira y habla, miramos y somos mirados, hablamos y somos hablados por los otros semejantes que poco a poco van reemplazando a los padres. Solo en la relación con otros aprendemos el duro oficio de vivir. Otro, otros, que no son sin cuerpos, no sin su presencia, no son libros ni programas de televisión. Freud decía en relación al psicoanálisis que no podría oficiarse "in absentia ni en efigie". Ni con alguien ausente ni como una esfinge se forma un sujeto, ni con alguien ausente ni con una mera imagen se puede hablar de aquello que de la vida angustia. La ayuda es siempre un llamado a otro que auxilie ante aquello que no se puede solo

Vivimos, además, una época donde la fugacidad de los vínculos no deja marcas, que impulsa a gozar a cualquier precio, dejando de lado el amor y el deseo, la cercana e íntima relación con el otro. Una época en que la palabra perdió su valor de pacto de confianza, y si la palabra no tiene valor ni confianza en el otro y por lo tanto tampoco en sí mismo, solo queda la desolación de la tristeza con sus múltiples disfraces. Padecemos de tristeza del alma los habitantes actuales de este mundo -los antidepresivos son unos de los medicamentos de mayor venta en el mundo-, lo que nos hace proclives a las "soluciones auto": llámese alcohol, drogas, en las que me atrevo incluir las "ayudas" de la automedicación, el ilusionarse que se tiene amigos acorde al número de contactos vía internet, y todas las otras autosatisfacciones que como todo lo auto que deja de lado al otro termina siendo auto-destructiva. Aplacar momentáneamente el dolor, del cuerpo, del alma, con soluciones o respuestas que en el mejor de los casos sirvió al que escribió el libro, sin ocuparse de aquello que generó el dolor solo conduce a lo peor. Lo "auto" es uno de los mejores caminos para quedar atrapado en las mortíferas redes del narcisismo-soledad, en el canto de sirenas de la propuesta que alguien sabe cómo ser feliz, o no tener miedo o seducir al temido otro sexo. No hay soluciones últimas ni universales, no existe un manual para la vida ni como ser feliz o tener amigos.

La mejor bienvenida

Evidente síntoma del desamparo de una época son las búsquedas de soluciones que paradójicamente no son nada de auto, por sí mismo, sino las proporcionadas por aquel que se ubica como poseedor de "La verdad".

El por sí mismo de lo auto no es sin el otro. De un otro que a semejanza del Otro de los orígenes ayuda a que en el cobijo de su escucha, las palabras, que siempre de la verdad del que habla dicen, puedan construir un camino, el propio, para transitar creativamente por la vida. Para que por sí mismo -que, insisto, no es sin el otro- pueda ayudarse. El dolor necesita compañía, tiende a eternizarse el sufrimiento en soledad.

¿En qué puedo ayudarlo? Es , a mi entender, la mejor bienvenida que puede dar un cura, pastor, rabino, médico, psicólogo, psicoanalista, un amigo, o todo aquel que se preste, con su real presencia, como soporte del que siente que no puede en ese momento de su vida ayudarse.

© LA GACETA

José Azar - Psicoanalista, miembro del Grupo Psicoanálisis de Tucumán

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el dispensador dice:
te he visto con las manos pintadas,
rayuelas nunca rayadas,
en veredas desmarcadas,
inocencias carenciadas,
saltando entre cuadros sin almas,
intentando llegar al verso,
perdiéndote entre palabras,
de extrañas letras sin calmas,
donde la paz está cercana,
a otras locuras cercadas,
sin entidad en los mañanas,
aquella mano solicitada,
supo ser negada,
entre burlas solidarias,
donde lo que se entregaba,
pretendía apoderarse del alma,
de pobrezas fabricadas,
inducidas por demandas,
de desprecios y patrañas,
prudentemente acomodadas,
para que el espíritu pierda ganas,
ganándole las espaldas,
a los cielos burlados,
por perversidades disimuladas,
en seres que viven dibujando,
mentiras en sus manos pintadas...


podrá decirse quizás,
que dichas manos atraen miradas,
podrá pensarse quizás,
que dichas manos prometen ayudas,
pero en las esquinas hay burlas,
que desmadran destinos y apuros,
transformando urgencias en dibujos,
espejismos sin tapujos,
donde las gentes se desorientan,
cuando los golpea los susurros,
de los vacíos arrullos,
de aves atrapadas en capullos,
tejidos en raras sombras,
donde se ocultan sentimientos escasos,
proveedores de fracasos,
escondidos tras escudos sin marcos,
donde los colores hunden barcos,
presenciando el desarraigo,
de sufrimientos sin rango,
que se sumergen en el fango,
de ilusiones y magias tramposas,
consumen de agua de rosas,
estremeciendo los clamores,
de los que piden entre temores,
por sus esperanzas robadas,
llegan las almas cansadas,
de trajinar sus sendas despejadas,
de realidades trabajadas,
y de voluntades asaltadas...


El mundo, suyo, mío, de los otros, de todos, viene siguiendo los anuncios bíblicos que indican que la Tierra se llenará de apóstoles de la nada, de profetas sin profecías, de escrituras sin sagrarios, de ilusionistas de las frustraciones ajenas, de mercaderes de las dignidades ajenas, de raros personajes que, no guardando la condición de personas, se dedican a atrapar las voluntades y los esfuerzos ajenos deformándolos hasta secarlos... las sagradas escrituras, demuestran una vez más que no en vano han sido tenidas por "sagradas"... e incluso, aquellas otras sagradas escrituras desestimadas y hasta quemadas, dejan en evidencia plena que mucho sentido contenían las cuentas largas, y otro tanto las cuentas cortas, ubicadas allende las impericias de los escépticos y los inventores manipuladas de las realidades sociales del conjunto humano... se ven muchas entidades aparentemente humanas que conllevan sus manos pintadas para distraer las prudentes atenciones y disecar los corazones de las almas conquistadas. En dicho paisaje, se recita la palabra amor... y se la usa como espada de justificaciones y ablaciones... pero inmediatamente se comprueba que se trata de un "amor" sin sentidos ni sentimientos, un amor que sólo reclama y demanda para luego despreciar y burlar la llama... En dicho concierto desconcertante, se usa y abusa de la palabra amistad... empleándosela para avanzar sobre la propiedad privada del pensamiento y la reflexión íntimas, enquistándose a través de elucubraciones sectarias esencialmente "pobres" que consumen las almas de los desprevenidos tanto como de los débiles... y más allá, se habla de ayudas gestadas a través de letras muertas que roban los campos sin conducir a ninguna huerta. El mundo humano debe comprender que:
1. No hay solidaridad más allá del alma pura.
2. No hay compasión más allá del espíritu inocente.
3. No hay misericordia más allá del concierto de los humildes.
por ende...
No hay ayuda alguna detrás de la palabra muerta... sólo la mano extendida desde el silencio del otro, sin pedir nada a cambio, es ayuda genuina... sólo ésa.
Marzo 16, 2012.-





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