ARQUITECTURA | Fotografía
En la ciudad fantasma
- Kevin Bauman retrata las casas vacías de Detroit, la ruina de la era industrial
Detroit es como un donut. Vacío por dentro, lleno por fuera. Muchos lectores españoles tuvieron una primera noticia del 'caso Detroit cuando apareció, hace una década, la novela 'Middelsex', de Jeffrey Eugenides, que contaba, entre otras cosas la decadencia de la ciudad a partir de los disturbios de los años 60. Después llegaron las fotografías de Jordi Bernadó, que retrató los restos de aquella huida: el gran teatro 'art decó' convertido en aparcamiento, los solares vacíos, las parcelas céntricas cultivadas por agricultores precarios. Y, ahora, llega el éxito más o menos viral de '100 abandoned houses' un proyecto fotgráfico de Kevin Bauman que retrata lo que anuncia su nombre: las casas abandonadas de la ciudad en la que nació y creció.
Bauman explica su trabajo a ELMUNDO.es a través de un correo electrónico: "Detroit fue la capital del automóvil de Estados Unidos, si no del mundo entero. La gente llegaba para trabajar en las líneas de montaje de los Big Three (General Motors, Ford y Chrysler) por buenos salarios. Lo malo es que esos buenos trabajos no requerían de mucha formación, por lo que, mientras que el resto del país se convertía en una economía de los servicios y la información, Detroit se quedó atrás. Después, cuando otros países empezaron a ser capaces de fabricar los mismos coches con costes más bajos, Detroit empezó a perder población, a tener niveles bajos de educación y tasas altas de delincuencia. La población cayó de los dos millones de habitantes a 700.000, así que muchas casa quedaron abandonadas".
"Muchos habitantes de la ciudad", continúa Bauman, "no quieren ni oír hablar de buscar un lugar mejor que Detroit para vivir. Pero la historia es diferente si se escucha a los que se han ido. La ciudad es muy grande geográficamente, 362 kilómetros cuadrados, y existen inmensas zonas vacías.También es verdad que mucha gente joven y creativa ve una oportunidad en la ciudad, porque pueden comprar casa por menos de 10.000 dólares. No es que la vida sea fácil, pero no hay muchas ciudades que permitan una vida bohemia y confortable con precios así. De hecho, la población en el centro de la ciudad ha subido... Mientras, están las clases trabajadoras industriales, que resisten como pueden en su mode de vida de clase media".
¿Y cómo se siente el propio Bauman ante esa ciudad fantasma? "Empecé con el proyecto como una manera de entender mejor Detroit. Desde que tengo memoria, Detroit no ha hecho otra cosa más que decepcionar. No podía entender ese proceso de degradación, mientras los suburbios tienen tanto dinero. La curiosidad me llevó a hacer las fotografías, aunque nunca pensé que pudieran conectar con tanta gente. Me gustan por lo que son: el documento de un periodo en la historia de Detroit. Me gustan una a una y como serie, y espero que a otros les ocurra lo mismo".
el dispensador dice: hubo un tiempo en el que los prójimos sostenían una mutua consideración, donde el "otro" era considerado un "semejante" equivalente, necesario para trasponer los cursos de la vida, para construir los puentes de los destinos, para despejar los caminos que conducen hacia el imperio de los ciclos, el estar, y el no estar, el recordar y ser recordado, el pensar y el ser pensado, el ilusionarse y hasta el ser ilusionado, el ser parte de una esperanza para luego construirla a medias o menos que medias... hubo un tiempo en que los desconocidos eran recibidos en las moradas y atendidos como "invitados" de la casa, en el paso por sus sendas conducentes hacia desconocidos mañanas... hubo un tiempo, también, en el que el hombre comenzó a ser usado y utilizado por otros hombres sin escrúpulos... hombres vacíos que siempre existieron, en menor cuantía, sin valores, sin espíritu, sin respeto por los otros, vacíos de ojos y de alma, de auras oscuros, de sentimientos escasos y disfrazados... hombres que hoy abundan protegidos por un modelo económico depredador y perverso que hace "ruinas" de las vidas de los otros, anónimos, desconocidos, humildes, desprotegidos socialmente, idefensos ante las circunstancias de una rara realidad que fabrica pobres y esclavos para el simple beneficio de los bancos (quebrados fraudulentamente). Según mi concepción, los humildes son muchos, los anónimos son muchos más, los desconocidos e indefensos son miles de millones... según mi propia concepción, los perversos son escasos, pocos, pero guardan el poder del desprecio y del atropello común a los infiernos que consumen sus almas... no abundan en número, sí en poder y en diseminación, protegidos por un sistema que está dispuesto a instalar el infierno en la Tierra a cualquier precio... una Tierra que se vende en las series del NatGeo como "sin humanos", o bien "después de los humanos"... humanos que están atropellados por las circunstancias que no llegan a dimensionar lo dramático del mensaje que se intenta imponer desde lo subliminal... vender, en última instancia, una Tierra desolada, de humanos extinguida, sin sentidos, sin sentimientos y peor aún, sin esencias. Las hipotecas de las viviendas abandonadas, inservibles para todo el conjunto social, dejan en evidencia que la humanidad se halla deshumanizada de sus valores intrínsecos... se habla de solidaridad pero se la burla, se habla de misericordia pero se la niega con el codo, se habla de compasión pero se desprecia el clamor del prójimo, se habla de economías que no distribuyen el bien social ya que, antes bien, se lo quitan hasta secarlo. ¿A quién le sirve?... seguramente a "alguien" que se escabulle entre las bambalinas de las frustraciones de los "muchos" atrapados en sus propias inocencias, inocencias que reviven noches trágicas de pasados bárbaros, donde la soberbia de un Rey desesperado podía consumir miles de vidas de recién nacidos potencialmente reyes de sus mañanas necesarios... Hoy, en este mundo deshumanizado, el genocidio a escala global cursa cada día sin movilizar más que palabras vacías... discursos que no resuelven nada y lo justifican todo, sin atenuantes... Las víctimas crecen mientras los victimarios se regocijan en los sacrificios de los otros, donde sus víctimas quedan "vivas" pero destruídas... detrás se escucha la barbarie ejercida por los pueblos que sometían a sus niños a sacrificios humanos al sólo efecto de "mejorar las cosechas". Cosechar almas no es un tema menor, para hacerlo antes hay que sembrarlas y la creación ha hecho un trabajo maravilloso, que hoy se desdeña en la expresión de los demonios sueltos entre los humanos, usándolos a su antojo, cambiándole destinos por caramelos, dignidades por espejitos de colores, dones por miserias, talentos por ventajas... Mientras los humanos frustrados deambulan en busca de sus destinos perdidos, de sus ilusiones extraviadas y de sus esperanzas atrapadas, las casas se van vaciando de sentimientos de confraternidad y amistad, necesarias e indispensables para la vida de cada quién. Las casas vacías, contienen vapores de zozobras que no se ven, pero están flotando en busca de las almas que las crearon... muy distinto a las culturas ancestrales donde las evidencias permanecen a la espera de ser redescubiertas por seres sensibles, comprensivos de los contextos en los que se transitó y se convive de cara a la eternidad imperdible. El mundo humano está en ruinas aún cuando estas parezcan ser grandes ciudades, plenas de bullicio contaminado por hidrocarburos mal quemados, iluminadas a expensas de las oscuridades ajenas, demandantes de aguas que se van nutriendo de desechos bacterianos mutantes que no son más que un reflejo de lo ocurre en el seno de las propias almas de los inconscientes. Las casas están solas mientras son expresión aberrante de los desprecios comunes a las vanidades... permanecen habitadas por palabras que ya no encuentran nido para ser destinadas... fueron pronunciadas en el vacío de la frustración en ciernes... y ello, condena a sus futuros y eventuales moradores. Si siembras vacíos, recogerás vacíos... sin atenuantes. Si mientes el amor que declamas, recogerás odios y desprecios... Si mientes la justicia humana, recogerás la discriminación de los olvidados y la otra, la de los omitidos... Si mientes la sabiduría del Señor, serás inapelablemente atropellado por la creación que te reclamará su derecho de ser más allá de tu espíritu... no puedes confudir genio con creación, como tampoco puedes confundir inteligencia con sabiduría... la ventaja sobre el prójimo es un acto de desprecio, sólo eso... la competencia no habilita al crecimiento de las capacidades, antes bien cultiva las mentiras suficientes como para denigrar la condición humana del otro... y aunque no lo parezca, ello no contribuye a "mejorar" a la raza humana, antes de ello la consume hasta convertirla en una utopía de sí misma... finalmente, el que siembra ruinas en los otros, termina siendo devorado por su propia ruina. Ello también es un precepto de la creación. Marzo 01, 2012.-
Bauman explica su trabajo a ELMUNDO.es a través de un correo electrónico: "Detroit fue la capital del automóvil de Estados Unidos, si no del mundo entero. La gente llegaba para trabajar en las líneas de montaje de los Big Three (General Motors, Ford y Chrysler) por buenos salarios. Lo malo es que esos buenos trabajos no requerían de mucha formación, por lo que, mientras que el resto del país se convertía en una economía de los servicios y la información, Detroit se quedó atrás. Después, cuando otros países empezaron a ser capaces de fabricar los mismos coches con costes más bajos, Detroit empezó a perder población, a tener niveles bajos de educación y tasas altas de delincuencia. La población cayó de los dos millones de habitantes a 700.000, así que muchas casa quedaron abandonadas".
"Muchos habitantes de la ciudad", continúa Bauman, "no quieren ni oír hablar de buscar un lugar mejor que Detroit para vivir. Pero la historia es diferente si se escucha a los que se han ido. La ciudad es muy grande geográficamente, 362 kilómetros cuadrados, y existen inmensas zonas vacías.También es verdad que mucha gente joven y creativa ve una oportunidad en la ciudad, porque pueden comprar casa por menos de 10.000 dólares. No es que la vida sea fácil, pero no hay muchas ciudades que permitan una vida bohemia y confortable con precios así. De hecho, la población en el centro de la ciudad ha subido... Mientras, están las clases trabajadoras industriales, que resisten como pueden en su mode de vida de clase media".
¿Y cómo se siente el propio Bauman ante esa ciudad fantasma? "Empecé con el proyecto como una manera de entender mejor Detroit. Desde que tengo memoria, Detroit no ha hecho otra cosa más que decepcionar. No podía entender ese proceso de degradación, mientras los suburbios tienen tanto dinero. La curiosidad me llevó a hacer las fotografías, aunque nunca pensé que pudieran conectar con tanta gente. Me gustan por lo que son: el documento de un periodo en la historia de Detroit. Me gustan una a una y como serie, y espero que a otros les ocurra lo mismo".
el dispensador dice: hubo un tiempo en el que los prójimos sostenían una mutua consideración, donde el "otro" era considerado un "semejante" equivalente, necesario para trasponer los cursos de la vida, para construir los puentes de los destinos, para despejar los caminos que conducen hacia el imperio de los ciclos, el estar, y el no estar, el recordar y ser recordado, el pensar y el ser pensado, el ilusionarse y hasta el ser ilusionado, el ser parte de una esperanza para luego construirla a medias o menos que medias... hubo un tiempo en que los desconocidos eran recibidos en las moradas y atendidos como "invitados" de la casa, en el paso por sus sendas conducentes hacia desconocidos mañanas... hubo un tiempo, también, en el que el hombre comenzó a ser usado y utilizado por otros hombres sin escrúpulos... hombres vacíos que siempre existieron, en menor cuantía, sin valores, sin espíritu, sin respeto por los otros, vacíos de ojos y de alma, de auras oscuros, de sentimientos escasos y disfrazados... hombres que hoy abundan protegidos por un modelo económico depredador y perverso que hace "ruinas" de las vidas de los otros, anónimos, desconocidos, humildes, desprotegidos socialmente, idefensos ante las circunstancias de una rara realidad que fabrica pobres y esclavos para el simple beneficio de los bancos (quebrados fraudulentamente). Según mi concepción, los humildes son muchos, los anónimos son muchos más, los desconocidos e indefensos son miles de millones... según mi propia concepción, los perversos son escasos, pocos, pero guardan el poder del desprecio y del atropello común a los infiernos que consumen sus almas... no abundan en número, sí en poder y en diseminación, protegidos por un sistema que está dispuesto a instalar el infierno en la Tierra a cualquier precio... una Tierra que se vende en las series del NatGeo como "sin humanos", o bien "después de los humanos"... humanos que están atropellados por las circunstancias que no llegan a dimensionar lo dramático del mensaje que se intenta imponer desde lo subliminal... vender, en última instancia, una Tierra desolada, de humanos extinguida, sin sentidos, sin sentimientos y peor aún, sin esencias. Las hipotecas de las viviendas abandonadas, inservibles para todo el conjunto social, dejan en evidencia que la humanidad se halla deshumanizada de sus valores intrínsecos... se habla de solidaridad pero se la burla, se habla de misericordia pero se la niega con el codo, se habla de compasión pero se desprecia el clamor del prójimo, se habla de economías que no distribuyen el bien social ya que, antes bien, se lo quitan hasta secarlo. ¿A quién le sirve?... seguramente a "alguien" que se escabulle entre las bambalinas de las frustraciones de los "muchos" atrapados en sus propias inocencias, inocencias que reviven noches trágicas de pasados bárbaros, donde la soberbia de un Rey desesperado podía consumir miles de vidas de recién nacidos potencialmente reyes de sus mañanas necesarios... Hoy, en este mundo deshumanizado, el genocidio a escala global cursa cada día sin movilizar más que palabras vacías... discursos que no resuelven nada y lo justifican todo, sin atenuantes... Las víctimas crecen mientras los victimarios se regocijan en los sacrificios de los otros, donde sus víctimas quedan "vivas" pero destruídas... detrás se escucha la barbarie ejercida por los pueblos que sometían a sus niños a sacrificios humanos al sólo efecto de "mejorar las cosechas". Cosechar almas no es un tema menor, para hacerlo antes hay que sembrarlas y la creación ha hecho un trabajo maravilloso, que hoy se desdeña en la expresión de los demonios sueltos entre los humanos, usándolos a su antojo, cambiándole destinos por caramelos, dignidades por espejitos de colores, dones por miserias, talentos por ventajas... Mientras los humanos frustrados deambulan en busca de sus destinos perdidos, de sus ilusiones extraviadas y de sus esperanzas atrapadas, las casas se van vaciando de sentimientos de confraternidad y amistad, necesarias e indispensables para la vida de cada quién. Las casas vacías, contienen vapores de zozobras que no se ven, pero están flotando en busca de las almas que las crearon... muy distinto a las culturas ancestrales donde las evidencias permanecen a la espera de ser redescubiertas por seres sensibles, comprensivos de los contextos en los que se transitó y se convive de cara a la eternidad imperdible. El mundo humano está en ruinas aún cuando estas parezcan ser grandes ciudades, plenas de bullicio contaminado por hidrocarburos mal quemados, iluminadas a expensas de las oscuridades ajenas, demandantes de aguas que se van nutriendo de desechos bacterianos mutantes que no son más que un reflejo de lo ocurre en el seno de las propias almas de los inconscientes. Las casas están solas mientras son expresión aberrante de los desprecios comunes a las vanidades... permanecen habitadas por palabras que ya no encuentran nido para ser destinadas... fueron pronunciadas en el vacío de la frustración en ciernes... y ello, condena a sus futuros y eventuales moradores. Si siembras vacíos, recogerás vacíos... sin atenuantes. Si mientes el amor que declamas, recogerás odios y desprecios... Si mientes la justicia humana, recogerás la discriminación de los olvidados y la otra, la de los omitidos... Si mientes la sabiduría del Señor, serás inapelablemente atropellado por la creación que te reclamará su derecho de ser más allá de tu espíritu... no puedes confudir genio con creación, como tampoco puedes confundir inteligencia con sabiduría... la ventaja sobre el prójimo es un acto de desprecio, sólo eso... la competencia no habilita al crecimiento de las capacidades, antes bien cultiva las mentiras suficientes como para denigrar la condición humana del otro... y aunque no lo parezca, ello no contribuye a "mejorar" a la raza humana, antes de ello la consume hasta convertirla en una utopía de sí misma... finalmente, el que siembra ruinas en los otros, termina siendo devorado por su propia ruina. Ello también es un precepto de la creación. Marzo 01, 2012.-
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