el dispensador dice:
te diré que me emociona estar a sus puertas,
te diré que percibo voces que incitan,
te diré que hubo hombres que se propusieron,
brindar futuro a herederos sin nombre...
no pidieron nada a cambio,
no fueron oportunistas,
tampoco traicionaron sus convicciones,
por ello más allá de sus razones,
supieron hacer patria sin títulos ni honores...
a veces me pregunto que habrán sentido sus almas,
viajes eternos a través de enormes distancias,
postas de caballos cruzadoras de palabras,
silencios pensantes preparando la patria...
no son pintura ni arte,
no son retrato de raras imágenes,
eran espíritus vivos,
buscando su patria grande...
se oyen sus voces en noches sin luna,
Tucumán es de la patria un rayo de luz en la cuna,
ya no están los hombres,
apenas quedan sus nombres,
se debe hacer honor haciendo lo propio con las convicciones...
a veces duele la historia negada,
tanto como lo hace la otra burlada,
ella se construye con aciertos y errores,
no es de los pueblos cobijarse en temores...
aquellos hombres no tuvieron tiempo para falsos discursos,
hicieron senda construyendo sus cursos,
no había caminos sólo decisión y rumbos,
no hacían daño a nadie ni andaban a los tumbos,
supieron fundar patria bajo el sentido cierto,
que se puede crear aún en los desiertos,
que no hay distancia que se imponga a lo lejos,
que no hay cercanía cuando el pueblo está bajo cercos...
te diré que siento mi ARGENTINA amada,
la llevo en mi alma y no en palabras sin nada,
intento decirte que la voluntad es callada,
alcanza el esfuerzo para alimentar a la patria...
no hacen falta trincheras, fuertes, ni nada,
no es la batalla la que hace a la estocada,
los lanceros se han ido, fronteras descalzas,
cuando no cuidas tu suelo,
eres tu el que se escalda...
regresa argentino y cultiva tu patria,
Tucumán queda lejos si le das tu espalda,
hacer honor al legado no cuesta nada,
sólo la vida por gracia divina heredada.
JULIO 09, 2012.-
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