martes, 7 de agosto de 2012

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2-Caminar sobre el agua

Por: | 07 de agosto de 2012
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Imágenes del libro Montaña Blanca cedidas por la editorial Puro Chile

¿Existe un paisaje cuando no se puede ver? ¿Cuando no se puede tocar? ¿Cuando no se puede alcanzar? La paisajista chilena Teresa Moller construyó un sendero de piedra para que una franja del litoral formada por roqueríos, un brazo de la cordillera, el océano y una densa quebrada de vegetación existiera.
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FOTOS: Estudio del Paisaje Teresa Moller y Asociados
Entre las localidades costeras de Zapallar y Papudo, Moller (Santiago, 1958) sembró un camino de piedras, plataformas pétreas y monolitos para construir un camino de un kilómetro y medio capaz de convivir con la vegetación nativa de molles, helechos “y un añoso peral de tronco retorcido”. “El trayecto se recorre lento”, advierte, “uno delante del otro”. Y cuando los banistas se encuentran con alguien que camina en dirección opuesta, uno de ellos debe apartarse de la senda y pisar la roca salvaje para cederle el paso. Ese discurrir lento por el paisaje lo pide la obra de Moller. Sus paisajes artificiales se casan con los naturales mezclando elementos constructivos, lugar, suelo y artesanía. Tablados de madera o plataformas pétreas, en sus trabajos lo construido parece brotar de lo natural. Se asimila y termina por formar una nueva topografía, suma de capas, de materiales, de cuidados, de trazos regulares e irregulares. El paisajismo de Moller es un paisajismo táctil, se diría que labrado a mano, realizado para transitar por la naturaleza, pero también para salvaguardarla. Es una arquitectura sutil pero drástica pensada para disfrutar con los cinco sentidos.
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el dispensador dice:
al pasar andando por la vida,
aprendes a caminar sobre lo que olvidas,
hay recuerdos que portan heridas,
penas, tristezas y algunas risas,
pero ningún sueño se hace trizas,
mientras pasas andando por la vida...

puedes flotar sumergido en el tiempo,
pero no puedes ver tus propios sentimientos,
es de sentidos afinar con los vientos,
es de lágrimas expresar lo que siento,
siento a las piedras conversar sobre lechos,
todo es breve cuando es largo el trecho...

es bueno levitar en momentos de sueños,
suenan compases de pentagramas sureños,
no escucho la música que vibró en ellos,
seguro fue anuncio de extremos empeños,
no porto recado ni mochila alguna,
ando liviano y perdido de cunas...

suelo mirar distante buscando horizonte,
suelo buscar asimetrías dentro de los bosques,
todo es prolijo en la naturaleza,
te induce a pensar que el orden se reza,
dejo los ojos y hasta diviso el alma,
mañana no llega, la esperanza se calma...

¿qué si he aprendido a caminar sobre el agua? ,
he envejecido siguiendo mi karma,
extendí mi mano en cada alba,
siento ángeles corriendo a mi espalda,
ya nada me agita y percibo la nada,
caminando sobre el agua llegaré a mi mañana...

ven, sígueme, puedo guiarte,
los portales conducen hacia dónde llevarte,
pensarás que es letra de algún libro ajeno,
es un jeroglífico que anuncia lo bueno,
cuando cruzas el umbral hay luz del supremo,
andar sobre el agua conduce a lo eterno.
AGOSTO 07, 2012.-

epílogo:
Mis andares suceden desprendidos de un tiempo,
sólo acarreo sabores de recuerdos,
veo una señal en el lado opuesto,
ven, sígueme, el pasado ya es nuestro.







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