Por una nueva comprensión del mundo
ENSAYO
CÓMO VIVIR EN TIEMPOS DE CRISIS
EDGARD MORIN Y PATRICK VIVERET
(Nueva Visión - Buenos Aires)
Contra lo que el título sugiere, no se trata de un manual de ayuda personal o social. Sólo las primeras 20 páginas están escritas por Morin. Y en ellas sostiene ideas previsibles sobre la complejidad de nuestro tiempo: su condición impredecible; la necesidad de actuar tomando en consideración los múltiples factores, sin que ello garantice el éxito de la acción pues esta siempre puede conducir a lo opuesto de lo esperado; que pese a ello hay que apostar a la esperanza; reemplazar los "programas de acción" por "estrategias" flexibles, etcétera. Aunque acaso nos encaminemos al abismo, asumiendo la complejidad tal vez podamos zafar de "una de las tragedias del pensamiento actual" que "radica en que nuestras universidades y nuestras grandes escuelas producen especialistas eminentes cuyo pensamiento está muy compartimentado" (página 13).
En la segunda parte de este breve libro, Viveret sostiene: "Nuestra situación podría resumirse como sigue. Los efectos de insostenibilidad evidentes en el modelo de la revolución conservadora anglosajona, articulado al tríptico 'desregulación, competencia, deslocalización', no detienen su fuerza toxicómana, compensadora, de modo que, cuando las cosas parecen arreglarse un poco, los comportamientos que provocaron la crisis misma vuelven a surgir" (página 44).
Un considerable tinte ideológico conservan estas páginas que reclaman por una comprensión diferente del mundo actual. Por ejemplo, para Viveret "existía una extraordinaria comunidad de visión entre Bin Laden y George Bush" (página 65).
Una suerte de progresismo esperanzado hace soñar a sus autores en "un encuentro crítico de la humanidad con ella misma que le permita trabajar en lo esencial" (página 37).
¿Qué diablos significa esto y cómo lograrlo?
© LA GACETA
JORGE ESTRELLA
el dispensador dice: existe un pensamiento tóxico, así como existe otro que contamina, subyacente a otro que manipula la consciencia colectiva, ese algo intangible que nadie logra ver, pero que existe por detrás de cada grupo, tribu, sociedad, o cultura como unidad de pensamiento... algo que se cobija tras semejantes valores, mejores sintonías. También existe un pensamiento nutriente, así como existe uno nutritivo... el nutriente proporciona ángulos reflexivos, mientras que el nutritivo alimenta las geometrías del pensamiento proactivo... el mundo humano necesita una comprensión progresiva... de menor a mayor... qué necesita la célula social, luego qué necesita la tribu, más allá que necesita el grupo social para ser tal, tomar entidad y asumir perfil. Para ello hace falta alimentar a todos y cada uno de los miembros, algunos sumarán, otros restarán, otros arrojarán un resultado "cero". Y el mundo humano necesita repensarse a sí mismo... ciertamente lo necesita, para evitar extinguirse, o bien para salvar la Tierra como nave espacial única e indivisible, portadora de la consciencia humana tal la conocemos... necesita repensarse como sociedad... sometida a falaces economías sometedoras de voluntades y esclavizadora de esfuerzos, o buscadora de equidades y de derechos humanos genuinos. Actualmente, la humanidad sobrevive bajo las pautas vigentes como ecos perdurables del antiguo imperio romano... todo es incierto y perverso... y habilita a pensar que se encamina hacia un final semejante, esto es la caída del imperio, algo que se desintegra sin que los romanos se den cuenta, sin que lo asuman, sin que atinen a impedirlo, lo cual demuestra la fragilidad del pensamiento cómodo... ése que no nutre, ése que no alimenta. Queda en evidencia que el pensamiento actual está intoxicado (¿envenenado?), entre el mediatismo que nubla la vista personal tanto como la social, y el otro mediatismo que fabrica urgencias para dominar a través de pobrezas, las marginaciones y sus otras indigencias. Esa intoxicación también se ejerce desde el mundo corporativo editorial, para nada diferente al mundo corporativo periodístico, ambos ejercen la manipulación del pensamiento a través del envenenamiento del pensamiento colectivo. Esta intoxicación no es distinta a la que cursó durante el fin del imperio romano (o de cualquier otro), algo que se traduce cuando los intérpretes que no se han esforzado en la tarea de la construcción, pasan a creerse inmortales por derecho de herencia (del trabajo de los otros)... cuando te la crees... fuiste. La simultaneidad del pensamiento globalizado está poniendo en evidencia que el mundo humano ha dejado de comprenderse, de entenderse, y por ende de pensarse... porque asume un ideario digerido, donde lo que se recita, se condice con raras manipulaciones que intentan deformar las visiones y tergiversar los fines. Sí, el mundo humano que transitamos por estas horas se ha vuelto insostenible... alcanzando tal condición porque ha dejado de cuestionarse a sí mismo, dando por bueno aquello que dista de serlo... las muestras son muchas, todas tediosas. Para quebrar el estatus es necesario y hasta prudente regresar a la búsqueda de las fuentes genuinas de la humanidad "cierta", esa que prioriza la condición humana y que se sustenta en la calidad humana... una vez en ellas (fuentes) se hace necesario beber de las esencias... regresarles el valor que contienen, intrínsecamente. Si ello sucede, la humanidad será salva... si eso no ocurre, la humanidad se verá esclavizada a sí misma... donde unos pocos, condicionarán bajo sus propias miserias humanas, los destinos de los muchos (prójimos). Esta crisis global, impulsa una nueva humanidad a partir de un pensamiento despegado de las formas perversas del ideario cúbico, donde las ideas rebotan contra los lados, sin poder tomar el cuerpo adecuado para ser libres. Agosto 02, 2012.-
CÓMO VIVIR EN TIEMPOS DE CRISIS
EDGARD MORIN Y PATRICK VIVERET
(Nueva Visión - Buenos Aires)
Contra lo que el título sugiere, no se trata de un manual de ayuda personal o social. Sólo las primeras 20 páginas están escritas por Morin. Y en ellas sostiene ideas previsibles sobre la complejidad de nuestro tiempo: su condición impredecible; la necesidad de actuar tomando en consideración los múltiples factores, sin que ello garantice el éxito de la acción pues esta siempre puede conducir a lo opuesto de lo esperado; que pese a ello hay que apostar a la esperanza; reemplazar los "programas de acción" por "estrategias" flexibles, etcétera. Aunque acaso nos encaminemos al abismo, asumiendo la complejidad tal vez podamos zafar de "una de las tragedias del pensamiento actual" que "radica en que nuestras universidades y nuestras grandes escuelas producen especialistas eminentes cuyo pensamiento está muy compartimentado" (página 13).
En la segunda parte de este breve libro, Viveret sostiene: "Nuestra situación podría resumirse como sigue. Los efectos de insostenibilidad evidentes en el modelo de la revolución conservadora anglosajona, articulado al tríptico 'desregulación, competencia, deslocalización', no detienen su fuerza toxicómana, compensadora, de modo que, cuando las cosas parecen arreglarse un poco, los comportamientos que provocaron la crisis misma vuelven a surgir" (página 44).
Un considerable tinte ideológico conservan estas páginas que reclaman por una comprensión diferente del mundo actual. Por ejemplo, para Viveret "existía una extraordinaria comunidad de visión entre Bin Laden y George Bush" (página 65).
Una suerte de progresismo esperanzado hace soñar a sus autores en "un encuentro crítico de la humanidad con ella misma que le permita trabajar en lo esencial" (página 37).
¿Qué diablos significa esto y cómo lograrlo?
© LA GACETA
JORGE ESTRELLA
el dispensador dice: existe un pensamiento tóxico, así como existe otro que contamina, subyacente a otro que manipula la consciencia colectiva, ese algo intangible que nadie logra ver, pero que existe por detrás de cada grupo, tribu, sociedad, o cultura como unidad de pensamiento... algo que se cobija tras semejantes valores, mejores sintonías. También existe un pensamiento nutriente, así como existe uno nutritivo... el nutriente proporciona ángulos reflexivos, mientras que el nutritivo alimenta las geometrías del pensamiento proactivo... el mundo humano necesita una comprensión progresiva... de menor a mayor... qué necesita la célula social, luego qué necesita la tribu, más allá que necesita el grupo social para ser tal, tomar entidad y asumir perfil. Para ello hace falta alimentar a todos y cada uno de los miembros, algunos sumarán, otros restarán, otros arrojarán un resultado "cero". Y el mundo humano necesita repensarse a sí mismo... ciertamente lo necesita, para evitar extinguirse, o bien para salvar la Tierra como nave espacial única e indivisible, portadora de la consciencia humana tal la conocemos... necesita repensarse como sociedad... sometida a falaces economías sometedoras de voluntades y esclavizadora de esfuerzos, o buscadora de equidades y de derechos humanos genuinos. Actualmente, la humanidad sobrevive bajo las pautas vigentes como ecos perdurables del antiguo imperio romano... todo es incierto y perverso... y habilita a pensar que se encamina hacia un final semejante, esto es la caída del imperio, algo que se desintegra sin que los romanos se den cuenta, sin que lo asuman, sin que atinen a impedirlo, lo cual demuestra la fragilidad del pensamiento cómodo... ése que no nutre, ése que no alimenta. Queda en evidencia que el pensamiento actual está intoxicado (¿envenenado?), entre el mediatismo que nubla la vista personal tanto como la social, y el otro mediatismo que fabrica urgencias para dominar a través de pobrezas, las marginaciones y sus otras indigencias. Esa intoxicación también se ejerce desde el mundo corporativo editorial, para nada diferente al mundo corporativo periodístico, ambos ejercen la manipulación del pensamiento a través del envenenamiento del pensamiento colectivo. Esta intoxicación no es distinta a la que cursó durante el fin del imperio romano (o de cualquier otro), algo que se traduce cuando los intérpretes que no se han esforzado en la tarea de la construcción, pasan a creerse inmortales por derecho de herencia (del trabajo de los otros)... cuando te la crees... fuiste. La simultaneidad del pensamiento globalizado está poniendo en evidencia que el mundo humano ha dejado de comprenderse, de entenderse, y por ende de pensarse... porque asume un ideario digerido, donde lo que se recita, se condice con raras manipulaciones que intentan deformar las visiones y tergiversar los fines. Sí, el mundo humano que transitamos por estas horas se ha vuelto insostenible... alcanzando tal condición porque ha dejado de cuestionarse a sí mismo, dando por bueno aquello que dista de serlo... las muestras son muchas, todas tediosas. Para quebrar el estatus es necesario y hasta prudente regresar a la búsqueda de las fuentes genuinas de la humanidad "cierta", esa que prioriza la condición humana y que se sustenta en la calidad humana... una vez en ellas (fuentes) se hace necesario beber de las esencias... regresarles el valor que contienen, intrínsecamente. Si ello sucede, la humanidad será salva... si eso no ocurre, la humanidad se verá esclavizada a sí misma... donde unos pocos, condicionarán bajo sus propias miserias humanas, los destinos de los muchos (prójimos). Esta crisis global, impulsa una nueva humanidad a partir de un pensamiento despegado de las formas perversas del ideario cúbico, donde las ideas rebotan contra los lados, sin poder tomar el cuerpo adecuado para ser libres. Agosto 02, 2012.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario