viernes, 10 de agosto de 2012

EL REVERSO DE LA HISTORIA "OFICIAL" || Petra, la ciudad perdida del desierto » La Aventura de la Historia, revista de divulgación elaborada por expertos y catedráticos de prestigio

Petra, la ciudad perdida del desierto » La Aventura de la Historia, revista de divulgación elaborada por expertos y catedráticos de prestigio

Petra, la ciudad perdida del desierto 10 agosto 2012
Redescubierta en 1812 por el arqueoólogo suizo Johann Ludwig Burckhardt, su 200 aniversario nos brinda la ocasión de analizar las peripecias del hallazgo y los nuevos descubrimientos arqueológicos de la ciudad de los Nabateos.

Hace 200 años emergía del desierto una ciudad legendaria que se ha convertido en uno de los iconos arqueológicos más celebrados de todos los tiempos junto al santuario de Machu Picchu, la acrópolis de Atenas, o las pirámides de Egipto entre otros. Su impresionante ubicación, entre los cañones del desierto, sumergida entre juegos de luz y sombras, acentúan sus tonos ocres y rojizos: una poderosa imagen que se ha utilizado como localización de varias películas, entre ellas, la más famosa, la tercera entrega de la saga del arqueólogo de Steven Spielberg, Indiana Jones.
Al margen de la ficción Petra, situada en Jordania, cuna de los Nabateos, es una ciudad acreedora de una originalísima arquitectura, posee una apasionante historia desde su época de esplendor hasta el redescubrimiento en 1812 por el suizo Johann Ludwig Burckhardt, después de ser paulatinamente abandonada a partir del siglo VIII, y lo que es aún más estimulante, sigue proporcionando nuevos hallazgos, ya que se sigue excavando en sus ruinas actualmente.

La Aventura de la Historia rinde tributo a tan magnífico material arqueológico con un artículo de la historiadora Carmen Blánquez, de la Universidad Complutense. En él analiza la emocionante crónica de Johann Ludwig Burckhardt, en la que relata cómo viajando por la actual Jordania “atravesó un recóndito lugar, un valle oculto por las montañas, donde había restos de edificios derrumbados y cientos de tumbas excavadas en la roca. ‘Parece muy probable que estas ruinas sean las de la antigua Petra’, escribió en su diario. No se equivocaba, había “descubierto” la capital del imperio de los Nabateos.
Petra, la ciudad perdida, relata las peripecias de Burckhardt, a menudo oscurecido por la sombra de otros ilustres arqueólogos como Heinrich Schliemann, -Troya- William Petrie -Naucratis-  o Hiram Bingham -Machu Picchu-, el creciente interés europeo por el orientalismo y su imbricación con la corriente romántica de la época, que tanto impulsó los hallazgos arqueológicos.

Además, nos sumerge en los nuevos e importantes hallazgos como el edificio del Gran Templo del Sol, cuyas inscripciones podrían dar lugar a una cronología distinta del Imperio de los Nabateos, así como las construcciones de siglos posteriores halladas entre sus ruinas, que corresponden a las etapas romana y bizantina. Un apasionante itinerario por los recovecos de la mítica ciudad de  Oriente Medio, en nuestro número de agosto que apreciarán sin duda nuestros lectores.


el dispensador dice: Petra pone al descubierto las manipulaciones de la historia... para luego establecer una "historia oficial", siempre distinta a la real, siempre justificada, adecuadamente mentida, apropiadamente acondicionada para que sea aceptada tal se la enseña. Nada más lejos de la verdad de los ancestros. Petra estaba allí antes que los egipcios-nubios fueran tales (no los de las pirámides que NO les pertenecen, sino de aquellos que las ocuparon, tal consta en los papiros prolijamente escondidos a las interpretaciones científicas)... y ya estaba olvidada en el tiempo de los indos-persas... tanto es así, que sus ocasionales ocupantes se deslumbraban ante tanta grandiosidad, supuestamente innecesaria, prolijamente tallada en la roca viva, de una sola pieza... no una arquitectura... sino toda la ciudadela, inmensa. A su re-descubrimiento, hace escasos doscientos años, se tejieron numerosas historias de índole medieval a efectos de justificar su existencia... cada una más atroz que la anterior... cada una más inverosímil que la otra...y más allá de cualquier patraña acomodada a las conveniencias de esa historia que fabrica hombres primitivos (sin tener en cuenta que tallaban la piedra con precisión milimétrica, ni siquiera alcanzable con el método de fusión del láser) por doquier, al sólo efecto de demostrar (falacia) que el oscurantismo del medievo eclesiástico fue el verdadero habilitante del renacentismo... omitiendo que la escuela ptolomeica fue el último eco de una ciencia más tarde destrozada por los fundamentalismos cristianos y sus intereses, bien lejanos a cualquier conocimiento genuino. Hoy, todo da igual... y nadie se ocuparía en retrucar semejante disparate arqueológico y/o antropológico... el mundo humano tiene ahora otros problemas, más trágicos y acuciantes... sobrevivir. AGOSTO 10, 2012.-

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