lunes, 11 de febrero de 2013

EN SÍ MISMO ▲ Alegorías del silencio vegetal - 08.02.2013 - lanacion.com  

Alegorías del silencio vegetal - 08.02.2013 - lanacion.com  




Viernes 08 de febrero de 2013 | Publicado en edición impresa
Final abierto

Alegorías del silencio vegetal

Por Verónica Chiaravalli  | LA NACION

La semana pasada esta columna estuvo dedicada a la presentación, en el Hay Festival de Cartagena, del extraordinario narrador napolitano Erri De Luca. Hoy, el espacio es para la escritora rumana Herta Müller, ganadora del Premio Nobel de Literatura en 2009. Aunque Müller vivió bajo el acoso del régimen de Nicolae Ceausescu, tiene mucho en común con De Luca. Ambos crecieron hablando en dialecto y adquirieron luego el idioma oficial de sus tierras; dejaron en la adolescencia su pueblo natal y llegaron a la vida adulta y urbana con una sabiduría agreste, fruto de la observación, la introspección y el contacto con la naturaleza. Así nos contó Herta Müller su vida, en Colombia:

  • "Mi niñera era el jardín. Yo era hija única. Mis padres trabajaban en el campo y yo me quedaba en el establo, cuidando a las vacas, que eran propiedad del Estado, lo cual significaba una enorme responsabilidad, porque si algo les pasaba mis padres podrían tener problemas. Pero yo a las vacas les resultaba indiferente. Y me daba cuenta de que estaba hecha de otra materia, que las plantas y los animales tenían sus vidas, pero en ellas no había lugar para mí. Entonces me dediqué a probar todas las plantas. Pensaba que si les hablaba y conocía su sabor ellas me aceptarían. Y me inventaba historias. Estaba convencida de que por las noches, cuando me iba a dormir, conversaban entre ellas, se iban a otros lugares."

  • "Los campesinos no hablan mucho. Necesitan un lenguaje para trabajar, pero no hablan de sí mismos. Cuando llegué a la ciudad, a los 15 años, me sorprendió cuánto hablaba la gente. Porque aun en silencio uno puede comunicarse. A lo largo de mi vida he tenido mucho que ver con el silencio. En las dictaduras se tiene mucha relación con el silencio y el autocontrol."

  • "En la ciudad, sospechaba de las plantas. Las dividía entre las que estaban a favor o en contra del sistema. Las que habitaban las grandes casas de los funcionarios eran mis enemigas. Los gladiolos que adornaban los coches fúnebres en las ceremonias del régimen me parecían carentes de personalidad. En cambio las dalias, los árboles que perecen eran las plantas de la gente."

  • "También pensaba que el sol era un traidor. Ceausescu tenía casas muy lujosas a orillas del mar, y el sol le regalaba unos atardeceres maravillosos al dictador. ¿Por qué la Tierra es indiferente cuando uno está en una situación de desesperación?"

  • "Nunca quise ser escritora, lo que quería era ser peluquera. Empecé con la escritura en el bachillerato. De niña no tenía libros, no existían en mi pueblo. Cada año, en la escuela, al mejor estudiante le regalaban un libro, pero siempre era stalinista, así que el que recibí yo mi madre lo usaba para apoyar las ollas sobre la mesa. Cuando llegué a la ciudad, se me despertó la sed de conocer. Y descubrí que toda una vida se podía plasmar en un papel."

el dispensador dice:
en sí mismo,
uno vive como sabe,
uno vive como puede,
uno se conduce como se educa,
uno vive como siente,
uno vive como presiente,
uno vive según deforma lo que siente,
uno atiende lo que lo "toca",
uno observa lo que se le cruza,
pero uno contempla lo que le atrae,
porque hay una química que impone,
como hay otra que disloca...

en sí mismo,
uno se sumerge en alegrías,
como puede hacerlo en alegorías,
puede ser alcanzado por la tristeza,
así como puede rodearse de pereza,
puede ser inmune al dolor,
como puede hacérsele insoportable el calor,
puede saber desprenderse del cuerpo,
como puede permanecer atado a su peso,
incapaz de diferenciar entre sueño y rezo...

en sí mismo,
todo es cuestión de perspectivas,
así como lo es de reflejos,
ya que la vida proporciona,
vidrios esmerilados,
y también espejos,
donde aparecen transparencias,
o encandilamientos triedros,
aberraciones de imágenes,
que te salvan el pellejo...

en sí mismo,
según el anónimo,
todo es distinto,
de allí lo de "individuo",
lo que ocurra a un destino,
podrá sonar igual,
pero jamás será parecido,
de allí las distancias,
entre el corazón y el ombligo...

en sí mismo,
hay hechos que te van marcado,
algunos te llevan por aquí,
y otros te andan señalando,
muchas veces al despertar,
sólo quieres seguir soñando,
así como muchas veces al vivir,
crees que eso no puede estar pasando,
por ello la vida es música,
ninguna nota se reconoce,
si no se sabe lo que se escucha...

en sí mismo,
necesitas saber mirar,
estar atento a la conversación vegetal,
como al sentimiento del animal,
ya que todo lo natural,
habla y siente por igual,
aún cuando el silencio... sea parte de su dignidad...
aún cuando lo que diga... no suene en la inmensidad...
aún cuando lo que pronuncie...
sólo sea legado de la divinidad.
Febrero 11, 2013.-

las apariencias suelen deformar,
cualquier visión como un lodazal,
conduciendo a quienquiera a pensar,
que todo sostiene algún mal...

por ello es necesario afinar,
el sentimiento y lo sentimental,
haciendo de la inocencia un dejarse llevar,
porque sólo el alma sabe diferenciar,
lo que es bien del mal.

las ideologías suelen pesar,
porque están destinadas a justificar,
lo que a nadie ha de servir,
lo que a pocos les hará tomar,
de otros,
el esfuerzo y la dignidad...
Febrero 11, 2013.-

en este universo, todo lo que se ve tiene masa... pero todo aquello que no se ve (según el ojo humano), también la tiene... por lo tanto, es prudente comenzar a respetar lo "invisible"...

No hay comentarios: