recuerdos mezclados con perfume a monte cerrado,
distancias implacables que son fuente de las visiones profundas...
donde la mente se pierde tras alambres imperceptibles,
casuarinas, eucaliptos, fresnos y morales...
todos unidos para proteger la imaginación del afán,
ventana de tiempos sin huella...
no percibo tus vientos,
tampoco tu estirpe de pampa lejana,
apenas aquella mañana, cuando despuntaba el alma,
despertando el día en calma,
mostrando esencias eternas,
de campo, recuerdos, molinos oxidados,
querencias perdidas, amores despreciados,
sonidos raros propios de la inmensidad,
que brinda el horizonte distante...
alimenta mi espíritu la tierra,
cuando el alma se une junto al cielo,
para ser día, pasto, pradera, momento...
el dispensador: visiones lejanas. Junio 26, 2009.-
DEDICADO A: a aquellos que le dan valor a las cosas que ofrece la vida. A María que no sabía de fríos ni de años, alma libre con alas invisibles de sencillez y sabiduría prendada en alambres lisos y los otros de púa... alma de niño, con rostro arrugado por el viento pampeano.-
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