recuerdo que hace muchos años... la abuela decía:
cuando alguien se va, muere aquí, pero se establece allá...
lejos, ocupando una estrella que brillará en nuestras noches,
y así queda la imagen...
un afecto que se fue aparece como una estrella...
seguramente es así...
las ventanas de la vida conducen hacia espacios contiguos,
etéreos, coloridos, hermosos...
dimensiones paralelas donde los espíritus trabajan intensamente para que las almas del aquí transiten su tiempo con lo que vemos a diario...
imagino entonces, que algunos de los míos (afectos idos)...
así como algunos de los otros (afectos que ya no están)...
están justo allí...
en un universo donde las ideas, las voluntades, las ganas...
se transforman en nuestras rutinas llevaderas, más leves,
brindándonos justamente eso, la levedad del camino que debemos transitar.
el dispensador: antepasados, ancestros, estrellas. Junio 19, 2009.-
DEDICADO A: los que fueron y ya no están... los que aún no son y jamás conoceré en el aquí...
la abuela SANTINA tenía muchos hermanos, mucha sapiencia árabe, hablaba francés pero jamás lo decía, sabía de matemáticas y de geometrías y sus esencias pero nunca era estridente, jamás hacía alarde de sus sabidurías, simplemente enseñaba a requerimiento, nada más... sencilla, humilde, callada, ella hacía sin esperar que el otro tuviera la necesidad, se anticipaba porque su educación le permitía prever lo que sucedería... intuía el movimiento de las variables... curiosamente, enseñaba con sus silencios poco comprendidos por los occidentales... seguramente hoy, ella es esta estrella... conglomerado de sabidurías de ojos claros, pasos cansinos, sin tiempos...
tuvo la extraña capacidad de amarme sin haberme visto nacer... su adopción me valió madurar para lo que vendría, circunstancias que uno debe reverenciar porque son gracias de la vida.-
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