domingo, 29 de marzo de 2015

SOLEDAD DE UN MUELLE QUEBRADO


Laguna La Brava (Balcarce) 
Pueblos BuenosAires




el dispensador dice:
me arreció el otoño,
y me ganó el invierno,
hay soledad en el muelle quebrado,
hay silencio en el espacio olvidado...

la distancia no me gana el paso,
ni la huella me huele a fracaso,
he dejado mi sombra colgada,
como si se tratase de un viejo trapo...

demasiada quietud en la orilla de al lado,
brisas suaves acariciando,
¿qué fue del eucalipto que murió cortado?,
pretende volver y está regresando,
sobra la vida donde no hay humanos...

ven a sentarte,
te estoy esperando,
lo que voy a decirte,
te alterará el espíritu,
te dejará llorando,
a veces la vida...
concede gracias como rayos,
a veces la vida...
no apacienta al que es su rebaño...

no te equivoques,
es mucho lo que dice el muelle quebrado,
caminar sobre las aguas,
sólo es para ángeles que enaltecen lo alado...
ven,
siéntate a mi lado,
no puedes verme,
porque soy fantasma que anda vagando,
no obstante lo cual,
puedo acariciar tu mejilla tanto como tu mano...
los corazones densos,
tienen pasados pesados,
ni siquiera ven lejos,
porque sus ojos andan cegados,
pero así es la cosa... en la Tierra de los humanos...
nada tiene valor,
cuando lo tienes al lado,
se comienza a valorar...
cuando el ángel ya ha volado,
y la soledad pesa...
tanto como el silencio cargado.
MARZO 29, 2015.-

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