El guardián de los secretos de Salinger
El autor de ‘El guardián entre el centeno’ pasó medio siglo recluido y en silencio antes de morir, pero nunca dejó de escribir. Su hijo Matt, albacea de la obra, trabaja en la ordenación de ese ingente archivo inédito y en combatir los "mitos falsos" sobre su padre
Nueva York
J.D. Salinger con su hijo, Matt, en Nueva York, en 1975. JD SALINGER LITERARY TRUST
El pasado 1 de enero se cumplían cien años del nacimiento de J. D. Salinger en Nueva York, y todos los medios se hicieron amplio eco de la efeméride preguntándose por el destino de lo que el autor, uno de los escritores más queridos y admirados de todos los tiempos, había estado escribiendo en secreto durante más de medio siglo. La obra literaria de Salinger, tan exquisita como exigua, se reduce a una de las novelas más leídas de la historia de la literatura universal, El guardián entre el centeno, un puñado de cuentos y dos narraciones de extensión algo mayor. El guardián entre el centeno vio la luz en 1951 y su última obra publicada, la historia titulada Hapford, 16, 1941, apareció en The New Yorker en 1965. En 1953, Salinger huyó de su Nueva York natal, y se refugió en la localidad de Cornish, en New Hampshire. Es su silencio lo que despierta un clamor universal entre quienes quisieran leer más de él. Desde su muerte en 2010 a los 91 años, los únicos que han tenido acceso al material son su viuda y Matt Salinger, hijo del escritor y albacea de la obra, que ha accedido a hablar con EL PAÍS en una entrevista en la localidad de New Canaan, en Connecticut.
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