TIPO DE LETRA COLUMNA
Cuarenta años en erupción
Cuatro décadas después del triunfo de la revolución sandinista, Nicaragua vive otro levantamiento contra la tiranía. 'VolcáNica', de Sabrina Duque, lo cuenta en forma de crónica
MARVIN RECINOS AFP
Los tiranos obligan a los poetas a repetirse. Muchos de los versos y canciones que se compusieron en Nicaragua durante la revolución sandinista contra Anastasio Somoza se están reciclando ahora contra Daniel Ortega y Rosario Murillo, su esposa. Lo recuerda Sabrina Duque en VolcáNica(Debate). Lo que empezó siendo un relato del “amor suicida de los nicas por sus volcanes” terminó siendo la crónica de la revuelta estudiantil de abril de 2018, sofocada a tiro limpio por paramilitares y francotiradores afines al Gobierno. Duque es una periodista ecuatoriana afincada en Managua que se echó a la carretera para intentar comprender un país resignado a vivir bajo la amenaza del Telica y el Momotombo pero que no se resigna a hacerlo bajo la de Ortega y Murillo.
Las 174 páginas de su libro son, además, una especie de “Nicaragua para principiantes” que pasa de la geología a la historia y de Francisco Hernández de Córdoba a Rubén Darío —dos fundadores— sin olvidar la tentativa eterna de excavar un canal interoceánico, el paso del huracán Mitch o el desplazamiento de un pueblo entero desde el Pacífico hasta el Atlántico, lejos del Cinturón de Fuego en el que se encuentran tres cuartas partes de los volcanes de la Tierra y se producen el 90% de los terremotos. El último, esta semana en Perú.
El libro de Sabrina Duque lleva un prólogo de Sergio Ramírez en el que la erudición convive con la melancolía ante la recurrente tentación de los gobernantes de su país de llenar el vacío institucional con despotismo familiar. En 1999, hace ahora 20 años, el propio Ramírez publicó Adiós muchachos (Alfaguara), una de las grandes memorias políticas de la literatura en español reciente con las de Jorge Semprún y Vargas Llosa. En él relata sus días en el Frente Sandinista desde las primeras conspiraciones contra la dictadura somocista hasta el momento en que la revolución —tras ser hostigada por la contra y derrotada democráticamente por Violeta Chamorro— empieza a devorar a sus hijos tras llenarse los bolsillos en un proceso conocido como piñata, también narrado parcialmente en el VolcáNica de Duque.
Este verano se cumplen cuatro décadas de la caída de Somoza. Los nietos de muchos de los que entraron victoriosos en Managua aquel 19 de julio han vuelto a la calle y a poner en circulación ‘Huelga’, un poema escrito por Gioconda Belli en 1978 en el que llama a un paro general “donde nazca el silencio / para oír los pasos / del tirano que se marcha”.
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