domingo, 2 de junio de 2019

¿ÁRABE, MUSULMÁN O ISLAMISTA? – LAS DIFERENCIAS – La Voz del Árabe

¿ÁRABE, MUSULMÁN O ISLAMISTA? – LAS DIFERENCIAS – La Voz del Árabe

La Voz del Árabe







¿ÁRABE, MUSULMÁN O ISLAMISTA? – LAS DIFERENCIAS

 
Mucha gente llama “terroristas” a personas que visten túnicas, usan, turbante o hablan árabe. Nada más alejado de la realidad.
Abdullah Al-Kahwagi
Mucho se habla y habla de más, escuchado a mucha gente decir que tan sólo porque es musulmán ya es terrorista, es mentira, siempre lo ha sido y digo porque medios información con sello sionista estadounidense lo dice siempre, así lo ha hecho creer a todo el mundo, para confundir a un musulmán o persona del Medio Oriente con terrorista, esto no debe ser así, el Musulmán es gente buena, de paz, no quiere guerra, sólo pide respeto, pero insisto como siempre he dicho, los medios sionistas han dedicado muchísimo tiempo en denigrar a musulmanes dicen que son terroristas, desde guerras con antepasados empezó a decir esto para sólo quedarse con tierras y petróleo y muchas cosas más, como lo fueron guerras del siglo pasado, pero hoy será diferente.
Estos medios electrónicos nos permiten hablar bien lo que es bueno y mal de lo no es bueno, en este caso debemos aprender a diferenciar lo que es cada uno de los árabes que no lo son todo, no todos árabes son musulmanes y no todos musulmanes son árabes, hay países en mundo que sus habitantes son muchos más musulmanes que todo el Mundo Árabe, sólo para empezar, por eso aquí presento este pequeño investigación que logré de varias agencias y páginas profesionales, espero despejen dudas y aclaren realmente como éste lío de tan sólo palabras que no se comprende, aquí se aclara.
Empezamos preguntando ¿sabes la diferencia?, porque no es lo mismo un árabe que un musulmán, ni un yihadista que un islamista, acá te explica en qué se parecen, qué los diferencia y la importancia para diferenciar.
Un grupo de jóvenes camina en Polanco. Observa a un hombre vestido de negro, con kipá y barba larga. “Vámonos, no vaya aventar una bomba”, dice uno. Evidente no sabía que el sujeto que miraba era un judío ortodoxo, que nada tiene que ver con islam ni con terrorismo. 
Mucha gente llama “terrorista” a personas que visten túnicas, usan turbante o hablan árabe. Nada más alejado de realidad. En tiempos de atentados constantes por parte de Daesh, resulta fundamental alejarse de estereotipos y juicios fáciles. Ante todo, hay que saber diferenciar.
Las palabras “árabe”, “musulmán”, “islamista”, “moro”, “yihadista” no son sinónimos. Cada vocablo designa un grupo con costumbres, ideas y formas de vida distintas.
ÁRABE: Se utiliza este término para referirse a todas las personas que nacen en países en donde el árabe es la lengua oficial, independientemente de su religión o ideas políticas.
Se trata, en suma, de una palabra que designa a un grupo etnolingüístico. O sea que puede haber árabes cristianos, árabes musulmanes o incluso árabes ateos. El hecho de haber nacido en un país árabe no los obliga a practicar un dogma ni los convierte en conservadores. Hay, de hecho, gente que comulga con la democracia, aunque muchas veces sus gobiernos lo prohíban.
Originalmente, sólo eran considerados árabes aquellos que nacieran en la Península Arábiga, pero desde el siglo VIII este idioma se ha extendido a diversas partes del mundo, como Medio Oriente y el norte de África.
En Marruecos, por ejemplo, no todos los habitantes son árabes. Alrededor del 35 por ciento son bereberes. Lo mismo sucede, aunque en menor medida, en países como Argelia o Túnez. Así que nadie se extrañe si un día se encuentra a un árabe rezando el Padre Nuestro en la Catedral de San Patricio de Nueva York. Es perfectamente normal.
MUSULMÁN: Éste sí es un término religioso. Se le llama musulmán a todo aquel que
practica el islam y basa sus creencias en El Corán. Pero ojo: ser musulmán no implica ser fanático; mucho menos terrorista. Hay muchas formas de practicar el islam. Las costumbres de los fieles cambian según el país de origen, la raza o incluso la condición social.
Actualmente existen alrededor de mil 600 millones de musulmanes en el mundo, pero sólo el 20 por ciento de ellos son árabes. Según un estudio del Pew Research Center, en 2050 la comunidad musulmana alcanzará un total de 2760 millones de fieles, casi el mismo número que los seguidores de Jesucristo. Los países con mayor población musulmana son Indonesia, Pakistán, India y Bangladesh.
Usualmente se agrupa a los musulmanes en dos grandes ramas, que a su vez se dividen en diferentes escuelas. Todos creen en Allah como ser supremo.
*Suníes (sunismo): creen en Mohamed como profeta
*Chiitas (chiísmo): creen en Mohamed, pero también en su sucesor Ali.
*Jariyíes (Jariyismo): creen en Mohamed, pero no en Ali. Consideran que su califa no debe ser descendiente de nadie divino, sino de cualquier persona, “incluso un esclavo negro”. Conforman una comunidad muy pequeña que sólo habita en Omán.
¡PERO CUIDADO CON EL WAHABISMO!: Una de las corrientes del sunismo más radical es el wahabismo, que a menudo suele ser considerado el dogma ideológico de ISIS, explica el escritor y conocedor de la cultura musulmana Alberto Ruy Sánchez. Sus seguidores también son conocidos como “salafistas”.
“La cultura salafista es integrista, militante y pedestre. Es la manifestación más radical del islam y una secta fundamentalista que se expande en el mundo gracias al apoyo económico de los reinos petroleros, que a su vez son tolerados por los países occidentales como Estados Unidos, Francia o Inglaterra”, explica Ruy Sánchez. El salafismo –asegura– es un dogma que se propaga lentamente por el mundo. “El veneno es el salafismo. Ésa es la enfermedad que padece el islam y el resto del mundo”, advierte.
“Ellos están imitando al islam militante del primer siglo. Tienen una mentalidad expansionista. Su perspectiva es la sumisión. Para ellos, que una mujer use perfume es igual a fornicación. Están en contra de todo lo que amenace sus creencias”, señala el ensayista Sandro Cohen. Los terroristas que mataron a 130 personas en París el pasado 13 de noviembre de 2015 se declaraban practicantes del salafismo-wahabismo.
ISLAMISTA: El término es más político. Suele ser utilizado para referirse a aquella
persona –musulmana o no– que promueve la adaptación de la vida política, cultural y económica del mundo a los mandatos del Corán. En el Islamismo hay corrientes moderadas y radicales. A este segundo grupo pertenecen organizaciones como Al Qaeda, ISIS, Boko Haram, Hamás y Hezbollah.
Ejemplos de islamistas violentos: Abdelhamid Abaaoud, principal responsable de los atentados en París del 13-N; Osama Bin Laden, ex líder de Al Qaeda, y Hasan Nasrallah, líder de Hezbollah.
YIHADISTA: Es un término creado en Occidente para nombrar al islamista que comete actos terroristas en nombre de Alá. En árabe, “Yihad” significa Guerra Santa.
Por esta razón los medios de comunicación llamaron «yihadistas» a las personas que atacaron diversos puntos de Bruselas, y dejaron al menos 30 muertos y más de 200 heridos.
MORO: Para empezar, los moros ya no existen. Hoy sólo queda la palabra, que
actualmente es utilizada de forma peyorativa para referirse a cualquier musulmán, principalmente a aquellos que provienen del norte de África. En el siglo VIII, los españoles llamaban “moros” a los musulmanes que habían conquistado sus tierras, que fueron anexionadas al Califato Omeya bajo el nombre de al-Ándalus.
Saludos desde algún lugar de América…
La Voz del Árabe (LVÁ) – EDITORIAL – Cd. de México, mayo 17 del 2018

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