SEIS VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA
Mariana Enríquez. La primera novela de Camila Sosa Villada cuenta la infancia de una mujer travesti y su primera juventud, cuando reparte su tiempo entre la universidad y la prostitución. La potencia política de Las malas (Tusquets) es inescapable y es igual de poderosa su escritura: algo de cuento de hadas, mucho de realismo visceral, tantísimo de poesía. Entre Lemebel, Lorca y Carson McCullers; hay personajes retratados con ternura y sin concesiones, hay crueldad, cuerpos que resisten y aman, fiesta, deseo y terror.
Juan Gabriel Vásquez. Valeria Luiselli ha inventado el lugar perfecto para que confluyan las virtudes de sus libros anteriores, del feroz virtuosismo formal a la clarividencia ética. Desierto sonoro (Sexto Piso), escrito originalmente en un inglés de recursos desbocados, cuenta el viaje de una familia de Nueva York a Arizona. La pareja se resquebraja sobre el fondo noticioso de los niños migrantes separados de sus padres y privados de libertad, con lo cual la íntima catástrofe de unos amantes es el eco de la debacle moral de un país.
Frank Báez. El 30 de julio de 1971, 38 presas políticas menores de 25 años se escaparon por las cloacas de un penal de Montevideo. Este hecho está considerado como la mayor fuga de una cárcel de mujeres de la historia. En 38 estrellas (Seix Barral), Josefina Licitra rescata este episodio y nos lo devuelve con toda la pasión y el sentido de aventura con que fue vivido. Armado con la destreza y la maestría de una novela policiaca, este es el retrato de unas luchadoras feministas que quisieron cambiar el mundo. El talento de Licitra es inmenso y este es sin duda su mejor libro.
Igor Barreto. Los autoritarismos, sean o no del siglo XXI, están empeñados en agravar la tradición de la amnesia que Derek Walcott decía que estaba en el origen de Latinoamérica; pero a contracorriente de estos “olvidos”, la editorial Pre-Textos, en su colección La Cruz del Sur, publicó bajo el título de Rasgos comunes una antología de la poesía venezolana del siglo XX. Los autores de esta reinvención de país fueron los escritores (y críticos) Antonio López Ortega, Miguel Gomes y Gina Saraceni. Retejieron una trama de parentescos con los mejores poemas venezolanos.
Liliana Colanzi. En Las homicidas (Lumen), Alia Trabucco se sumerge en los casos de cuatro mujeres asesinas que escandalizaron a la sociedad chilena del siglo XX. Trabucco argumenta que no fueron juzgadas solo por sus crímenes, sino por transgredir las reglas de cómo debe ser una mujer: la prensa escudriñó sus infidelidades, su ausencia de emociones, sus matrimonios fallidos, sus rasgos “masculinos”, su condición de “destructoras de familias”. A un excelente trabajo de archivo, Trabucco añade su diario de la investigación. Un libro escabroso, inteligente, necesario.
Brenda Navarro. Daniela Rea y Pablo Ferri han publicado un libro que contiene dentro de sí dos miradas: la de ellos como periodistas y la de diversos soldados que dan testimonio a la pregunta de por qué mata un soldado. La tropa (Random House, 2019), es un libro clave para iniciar una conversación sobre lo que sucede actualmente en América Latina: el poder del ejército como aparato represor de la ciudadanía y la necesidad de mirar el monstruo que lejos de separarnos de la maldad, nos une. Un libro que da pie a que podamos empezar a narrarnos desde otro punto de vista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario