El arco iris es la sublimación de la naturaleza,
expresión genuina de la creación,
mediante un diapazón de colores...
donde se percibe la música sin escucharla,
sin que suene,
porque sencillamente no es necesario.
El arco iris motiva el sentimiento de felicidad,
complacencia, gratitud, misericordia,
compromiso con la vida... y también con el alma.
La descomposición de los colores
a través del prisma del aire,
cielo húmedo invisible... eleva el espíritu
hasta comulgarlo con Dios, con su VERBO,
con su CREACIÓN...
Al ver un arco iris el júbilo te invade,
sin que sepas explicar con palabras,
esa emoción que corre por tus venas,
por tus sentires íntimos.
Cuando la revelación te enseña dos,
la experiencia te supera porque entiendes
que se trata de una señal divina...
Si has visto tres, alguna vez,
habrás entendido que te han concedido una gracia...
Y si has visto uno bajo las nubes,
de un cielo espeso y anunciante,
estarás desvelando lo mejor que anida en tu alma.
El dispreciau: observador de colores y espíritus con sus auras. Marzo 18, 2009.-
DECICADO A: Alicia, Marga, Carmen (la española, claro) y a aquellos que guardan colores en el alma para diseminarlos en sonrisas, misericordia, compromiso y amor genuino.
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