deja que tu vida fluya...
el aire que respiramos,
además de vida, nos aporta nutrientes invisibles,
que nutren los sueños,
alimentan las esperanzas,
ejercitan el alma,
acondicionan el espíritu,
promueven las iniciativas,
deja que tu vida fluya...
el agua que bebemos,
además de saciar nuestra sed,
alimenta la SED de aprender,
de conocer, de observar,
de admirar, de distinguir,
de avanzar, y de crear,
porque aunque parezca apenas sed,
lo que recibimos es un impulso,
invisible, hacia el mañana que debemos ocupar...
deja que tu vida fluya...
déjate llevar por tus ángeles...
que saben bien, dónde debes ir,
para qué... por qué debes hacerlo,
deja que tu vida fluya...
tanto como ella fluya...
crecerá tu alma.
El dispensador: aguas de manantial... muchas veces en el desierto de la vida, tienes el oasis delante de tus ojos, pero tu alma no está preparada para hallarlo. Marzo 24, 2009.-
DEDICADO A: los que crean manantiales.
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