dónde están tus fuentes...
de dónde procedes...
que sabiduría te ha creado...
y cuál otra ha permitido que seas vista,
observada, admirada,
que causes sorpresa ante los hombres
y otros atrevidos se permitan pisarte
sin reverenciar la grandiosidad de tu salto eterno,
que estás allí desde siempre
para enseñar a la creación
lo finito de las presencias...
dónde se esconde la fuente creadora de tanta energía,
que te convierten en salto y en manto de agua sedosa,
alas de ángeles que desparraman sus dones,
en arroyos frescos de aguas violentas,
entre piedras eternas, orquídeas raras,
vegetación intensa, verde profundo,
caída inmensa...
para enseñar al hombre,
la nada de su presencia...
desde dónde vienes torrente indómito,
de lejanos tiempos, piedras internas,
de una Tierra oscura, de pasado oculto,
de historia ignota, donde el aire era otro,
sin miradas atrevidas de los curiosos,
dejando pasar el tiempo,
ofreciendo tu savia,
naciente de una fuente desconocida,
que derrama gracias, que provee dones,
para las almas inquietas,
que ven en tí,
a la creación hecho agua...
manto eterno de ángeles cristalinos,
que saltan alegremente hacia la selva húmeda,
proveyendo vida, golpeando rocas,
alimentando el verde, desgajando tiempos,
de ojos inquietos, atrevidos unos,
almas suaves de otros, que necesitan de la vista
para admirar esta presencia eterna
de la creación sin tiempos.
El dispensador: aguas eternas que nutren almas y espíritus eternos. Marzo 26, 2009.-
DEDICADO A: los que están más allá de la imaginación.
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